El ruido de las conversaciones superpuestas, las luces intermitentes de una cartelera, los pasos apresurados en la acera y el constante martilleo de una obra cercana: los espacios públicos a veces se perciben como entornos donde los estímulos se acumulan y con frecuencia nos sobrepasan. Cada persona percibe y responde a estos impulsos sensoriales de manera distinta, y reconocer la neurodiversidad significa comprender que algunos individuos requieren más tiempo para adaptarse, recorridos a ritmo más lento o interacciones más graduales con su entorno. Estos encuentros plantean preguntas fundamentales sobre el espacio público contemporáneo: ¿cómo puede acoger la diversidad de formas en que las personas lo perciben y lo habitan? ¿Cómo podemos imaginarlo como un espacio que abraza todas las maneras de experimentarlo?
La innovación está en el corazón de la arquitectura, expresándose a través de nuevos enfoques de diseño, la experimentación con materiales y, por supuesto, nuevas formas de habitar. Como resultado, la concepción de los edificios y los espacios interiores está en constante cambio. Esta evolución se hace especialmente evidente en regiones con un rico patrimonio cultural, como España, donde la innovación reinterpreta las formas tradicionales de relacionarse con el espacio. Esta atención a la memoria y a la vida cotidiana se extiende al interior, donde cada intervención tiene el potencial de redefinir activamente cómo las personas experimentan un espacio y abrir nuevas posibilidades para habitar e interactuar.
Buscando crear un diálogo fluido entre la arquitectura y su paisaje circundante, el estudio de la topografía encarna el reconocimiento y la investigación sobre la aplicación de materiales, estrategias autosuficientes, resoluciones de bajo mantenimiento y diseños paisajísticos que se integren al entorno natural y minimicen el impacto ambiental de los proyectos. Más allá de registrar las diferencias de niveles, orientaciones solares, vientos predominantes o pendientes de escurrimiento de los terrenos, varios profesionales de la arquitectura en Argentina demuestran un interés por desarrollar soluciones arquitectónicas capaces de adaptarse a las geografías naturales y restaurar el vínculo entre la naturaleza y el ser humano.
En India, el ladrillo como material de construcción guarda memoria, significado y modernidad. Desde los ladrillos cocidos alineados de la Civilización del Valle del Indo hasta los intrincados jaalis de ladrillo que decoran hogares, edificios públicos y monumentos, el legado de este material está profundamente arraigado en la identidad arquitectónica del subcontinente. Sin embargo, nadie ha dado forma a la narrativa del ladrillo en la arquitectura moderna india con mayor elocuencia que Laurie Baker.
El espacio se ha convertido en un lujo en muchas de las ciudades más densamente pobladas del mundo, una realidad cada vez más difícil de ignorar. Mega Ciudades como Tokio, Shanghái, Bombay, Ciudad de México y São Paulo superan ya los 20 millones de habitantes, mientras que otros centros urbanos de Asia y África continúan expandiéndose rápidamente. Entre ellos destaca Delhi: si se mantienen las tendencias actuales, se prevé que se convierta en la ciudad más poblada del mundo en 2028. A medida que estas ciudades crecen, las viviendas —especialmente las de nueva construcción— responden a una nueva lógica: los metros cuadrados se reducen, el mobiliario se adapta y la vida cotidiana aprende a encajar y prosperar en entornos de alta densidad. Este cambio no se relaciona solo con el tamaño; refleja una nueva forma de habitar. Donde antes dominaba la amplitud, ahora prevalece la densidad. Cada rincón adquiere valor espacial y comercial, y la cocina se perfila como uno de los mayores retos del diseño habitacional contemporáneo.
¿Cómo es posible maximizar la habitabilidad en espacios pequeños? ¿Qué decisiones proyectuales colaboran con la funcionalidad y la satisfacción de las necesidades esenciales de los habitantes? Durante la última década, la arquitectura a pequeña escala ha ganado protagonismo en el afán de encontrar nuevas maneras de habitar en conexión con la naturaleza y de cara a alcanzar una relativa autosuficiencia, entre otras razones. Desde viviendas mínimas o casas en los árboles hasta resoluciones de carpintería fina y esculturas, el estudio de diseño portugués Madeiguincho se dedica al diseño de resoluciones en madera aspirando a promover el conocimiento de la artesanía de este material como materia prima y material de construcción.
El término "biofilia" evoca comprensiblemente imágenes de edificios envueltos en vegetación e integrados en paisajes naturales. En el discurso arquitectónico moderno, el concepto se ha asociado con la incorporación de áreas verdes en los entornos construidos, sin embargo, tales aplicaciones representan solo una pequeña parte del verdadero alcance del diseño biofílico. Sin duda, la naturaleza juega un papel central en el diseño biofílico. Sin embargo, su influencia se extiende a estrategias a menudo pasadas por alto que involucran la configuración espacial y el patrón ambiental. La biofilia "invisible" frecuentemente conduce a resultados positivos en la salud de los ocupantes, trabajando con un impacto profundo bajo la superficie.
Los entornos húmedos presentan algunos de los desafíos más complejos en el diseño arquitectónico. Desde la temporada de monzones tropicales del sudeste asiático hasta el calor ecuatorial de África Central, estos entornos exigen soluciones que consideren la intensa humedad, las altas temperaturas y la constante lucha contra el moho, la descomposición y el estancamiento. Sin embargo, durante siglos, las comunidades en estas regiones han desarrollado técnicas arquitectónicas que no luchan contra la humedad, sino que trabajan con ella, aprovechando materiales locales, diseño sensible al clima y técnicas de enfriamiento pasivo para crear espacios sostenibles y habitables. Al considerar la atmósfera como un fenómeno sensorial y climático, los arquitectos y arquitectas crearán espacios que no solo son evocadores, sino también responsivos, adaptativos y sostenibles.
La arquitectura y sus cualidades atmosféricas han sido durante mucho tiempo un tema de discusión, sin embargo, alcanzar un consenso sobre el asunto sigue siendo elusivo. Esto se debe en gran parte a que la experiencia espacial es profundamente personal—arraigada en emociones, percepciones sensoriales y preferencias individuales que son difíciles de articular solo con palabras. La forma en que uno percibe, siente e interactúa con un espacio añade otra capa de complejidad, lo que hace que sea un desafío definir y estar de acuerdo sobre su impacto atmosférico. No obstante, los arquitectos y diseñadores se esfuerzan continuamente por moldear entornos que no solo sean funcionales y cómodos, sino también capaces de evocar emociones y dejar una impresión duradera en sus ocupantes.
¿Cuál es nuestra visión de los espacios públicos del pasado? Pensemos, por ejemplo, en un parque, sin duda el ejemplo más representativo de esta tipología. Es un entorno diseñado con senderos sinuosos y áreas de descanso, donde a menudo encontramos mesas y bancas fijas, colocados a lo largo del camino. Su diseño prioriza la permanencia y la contemplación. Pero al mirar el presente, ¿cómo lo imaginamos ahora? En efecto, el concepto tradicional de espacio público no ha desaparecido del todo. Sin embargo, nuestra forma de interactuar con él ha cambiado, impulsada por la necesidad de adaptabilidad en entornos en constante cambio. Esta transformación ha impulsado la exploración de nuevos enfoques de diseño. Como resultado, los sistemas modulares de asientos se han convertido en un campo dinámico de experimentación, adaptándose constantemente a usos y percepciones en evolución.
https://www.archdaily.cl/cl/1027477/los-sistemas-modulares-de-asientos-estan-transformando-nuestra-percepcion-de-los-espacios-publicosEnrique Tovar
La mayoría de los habitantes de grandes centros urbanos ya debe haber deseado, al menos por un momento, cambiar el caos de la ciudad por el silencio y la tranquilidad de la naturaleza. Con el creciente deseo por esta experiencia, los sectores de turismo y hotelería en los países latinoamericanos han estado invirtiendo en complejos ubicados dentro de los bosques. Inspirados en el concepto de turismo ecológico, estos refugios están diseñados para integrarse al ambiente, utilizando materiales locales y técnicas tradicionales que respetan el ecosistema y promueven la sostenibilidad.
Al momento de indagar en la envolvente de la construcción y cómo se relaciona el interior con el exterior, la figura de los invernaderos aparece como una oportunidad para generar vida en un interior a partir de factores externos o no. Conocido como aquel espacio recubierto por vidrio o cualquier otro material plástico transparente, el invernadero permite cultivar hortalizas y plantas ornamentales durante épocas con condiciones climáticas externas que no permitirían realizarlo fuera. Pero, ¿qué involucra diseñar para las plantas? El clima, las especies, el diseño de estructura y el tipo de cubierta son sólo algunas de las consideraciones a tener en cuenta.
El arquitecto y educador chino Liu Jiakun ha sido anunciado como el ganador del Premio Pritzker de Arquitectura 2025, el más alto reconocimiento en el campo de la arquitectura. Fundador de Jiakun Architects (1999), Jiakun es reconocido por su habilidad para fusionar elementos tradicionales chinos con el diseño contemporáneo y por su compromiso con la equidad social en el entorno construido. Nacido en Chengdu, China, donde aún vive y trabaja, se convierte en el segundo arquitecto chino en recibir este galardón, después de Wang Shu en 2012. De este modo, Jiakun se une a una distinguida lista de laureados recientes, como Riken Yamamoto (2024), David Chipperfield (2023) y Francis Kéré (2022). La ceremonia de entrega del premio se celebrará en los próximos meses en el Louvre Abu Dhabi, diseñado por Jean Nouvel, con un lanzamiento mundial en video en otoño, seguido del Simposio y Conferencia de los Galardonados 2025 en mayo.
Santuario de la Naturaleza Humedal Río Maipo. Image Cortesía de Fundación Cosmos
¿Qué involucra diseñar considerando los tiempos y ciclos de la naturaleza? ¿Qué relaciones sociales y en vínculo con el entorno natural pueden promover las ciudades en la actualidad y a futuro? Frente a una triple crisis ambiental protagonizada por el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación, además de pandemias zoonóticas, aumento en los problemas de salud mental y emocional e hiperconectividad digital, Fundación Cosmos plantea indagar en aprendizajes, experiencias y herramientas buscando conectar a las personas con sus territorios. A partir de una planificación urbana basada en la naturaleza, la intervención sobre humedales urbanos se presenta como una oportunidad para la puesta en valor, el aprendizaje y la conservación del patrimonio natural y cultural de cara a alcanzar un futuro sostenible y resiliente.
El área de ingeniería e infraestructura de los transportes, a través del grupo de investigación CITETRANS de la Universidad de Oviedo, convoca su séptimo concurso internacional de ideas para estudiantes con el fin de conseguir propuestas para la resolución de un problema asociado a las redes de transporte, titulado Mieres Campus Reload.
Tree House. Image: Courtesy of Fletcher Crane Architects
El primer interruptor de luz ha recorrido un largo camino desde su invención en 1884 por John Henry Holmes en Newcastle, Inglaterra. La ingeniosa tecnología de "ruptura rápida" de Holmes transformó la forma de gestionar la electricidad, garantizando un control de la iluminación más seguro y eficiente. Desde entonces, los interruptores han evolucionado tanto en forma como en función, adoptando diversos diseños: desde palancas y osciladores hasta modelos con iluminación LED y elegantes sensores táctiles. Además, su funcionalidad se ha diversificado, permitiendo gestionar mucho más que la iluminación con un simple toque, revolucionando la comodidad y adaptabilidad de nuestros espacios interiores.