En el año 1969, el colectivo The Architects' Resistance, formado por estudiantes de las universidades de Yale, Columbia, y el Massachusetts Institute of Technology (MIT), publicó un manifiesto llamado Architecture: Whom Does It Serve? (Arquitectura: ¿A quién sirve?)
Con este manifiesto, el grupo buscaba situar la práctica de la arquitectura en un contexto económico, social y ambiental más amplio que lo que les enseñaban dentro de las aulas. En apenas dos páginas y media, encontramos un potente llamado a reivindicar una arquitectura más social y con conciencia ecológica, que denuncia sin ambigüedades el papel que jugaba la arquitectura durante esos años como una práctica al servicio de aquellos en el poder, mientras añadían que “la sumisión del arquitecto al sistema comienza con la creencia de que poseen herramientas y conocimientos especiales que son inaccesibles para el público.”
Nacida en 1947 en la ciudad de Quito, Guadalupe Ibarra se radicó en Cuenca durante su adolescencia por motivo del trabajo de su padre, vinculado al ejército. Allí tomó la decisión de estudiar arquitectura y se matriculó en 1963 en la Universidad de Cuenca. Estudiante de alto rendimiento, Ibarra obtuvo su título de arquitecta en 1970, convirtiéndose en la primera mujer ecuatoriana titulada en esta profesión en el país.
https://www.archdaily.cl/cl/985784/guadalupe-ibarra-la-primera-mujer-ecuatoriana-arquitectaVerónica Rosero & María José Freire
La primera arquitecta en recibir el título en la República Argentina fue Filandia Pizzul en 1928 por la Universidad de Buenos Aires, cuando la carrera llevaba creada más de 50 años. A partir de 1874 funcionó la carrera de arquitectura de manera independiente del departamento de Ciencias en donde se habían impartido los estudios desde 1865. Su figura fue pionera en diversos ámbitos, ya que también fue la primera mujer que completó los cursos de la Dirección de Aeronáutica Civil en 1928, obteniendo el brevete de piloto nº181.
El pasado 1 de julio de 2022 se cumplieron 120 años del nacimiento del reconocido arquitecto Josep Lluís Sert, originario de Barcelona. Su legado no es menor, por ello lo recordamos y lo celebramos haciendo un breve recorrido por su vida y su obra más representativa.
“Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de manera tal que una parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y luego la parte siguiente se coloca paralela a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, conducta que se repite en espiral o en línea quebrada hasta alturas sumamente variables”, dice Julio Cortázar en sus Instrucciones para subir una escalera.
De todos los elementos arquitectónicos existentes, las escaleras han estado siempre entre los más interesantes y curiosos. Teóricos, arquitectos y escritores han hablado de ellas a lo largo del tiempo, compartiendo sus percepciones y describiendo sus diferentes aspectos. Este enigmático elemento, que es muchas veces el protagonista de emblemáticas obras arquitectónicas, esconde muchas historias y alberga unas cuantas más.
Las mujeres han sido invisibilizadas de manera sistemática en la historia y más aún en la arquitectura. Parte del desafío hoy es corregir aquellos vacíos, censuras y olvidos. Con esta meta se gestó #MujerArquitectA y su primer objetivo fue la búsqueda de información sobre la primera arquitecta titulada en Chile.
En 2017 el equipo emprendió una larga y profunda investigación sobre la mujer detrás de este logro: no sólo queríamos comprobar quién era, sino también cuáles eran sus motivaciones y aspiraciones. Una vez comprobado que Dora Riedel Seinecke fue la primera arquitecta titulada en Chile, iniciamos una exhaustiva búsqueda sobre su historia, para lo cual el equipo de Mujer ArquitectA investigó en distintas partes hasta llegar al nombre de Andrés Roi Riedel, sobrino de Dora (hijo de Alice, hermana de Dora), quien amablemente se reunió con parte del equipo, nos dio antecedentes sobre su tía y nos puso en contacto con las nietas de Dora, quienes se encontraban fuera de Chile. Luego de más de 80 años de anonimato, Dora fue rescatada y destacada por nuestra agrupación de arquitectas.
Los seres humanos hacemos todo lo posible para que lo inexplicable se entienda. Nuestra espiritualidad se convierte en religión. La justicia se convierte en ley. Y lo que nos encanta se convierte en estética, y la estética se reduce a "estilo" en las artes plásticas y la arquitectura. La descripción, luego la definición, de la estética nos permite juzgar y, con suerte, controlar lo que nos mueve: "Los estilos pueden cambiar, los detalles pueden ir y venir, pero las amplias demandas del juicio estético son permanentes". —Roger Scruton
Pero el placer instantáneo que a veces sentimos cuando escuchamos, saboreamos, pensamos o vemos partes de nuestra experiencia es irracional en su aprehensión. Intentamos crear valor en nuestros resultados definiéndolos más allá de la experiencia, eso es estética.
La Fundación Graham ha anunciado la concesión de 56 nuevas subvenciones a personas que exploran ideas que amplían la comprensión contemporánea de la arquitectura. Los destinatarios han sido seleccionados a partir de una convocatoria abierta que resultó en casi 500 presentaciones. Los proyectos seleccionados están dirigidos por 81 personas con diversos antecedentes. Los proyectos financiados, que incluyen exposiciones, publicaciones, películas y podcasts, entre otros formatos, fomentan la experimentación y fomentan el discurso crítico en arquitectura.
A menudo, las escaleras representan un punto de interés en un proyecto arquitectónico. La capacidad de crear algo que nos mueva de un nivel a otro, hacia arriba y hacia abajo, es algo tan simple y familiar que, con un pequeño ajuste, puede hacer que la experiencia de subir o bajar sea única. Nuestra obsesión por las escaleras y el nivel de ilusión que crean en la arquitectura quizás se deba a la forma en que son capaces de distorsionar la óptica y la percepción del espacio. Entendemos que nos transportan en una u otra dirección, pero ¿pueden las escaleras ser circulares? ¿Es posible subir y bajar eternamente?
Champs-Élysées chinos, llamada Xiangxie Road. Foto de MNXANL, vía Wikipedia. Licencia CC BY-SA 4.0
CopyCat es el acto de emular algo que ya ha sido creado y usarlo en un contexto diferente. Los imitadores pueden existir en la música, las artes y el diseño; pero no son exactamente una inspiración de diseño o una referencia de estilo, sino más bien una copia literal casi sin modificación de la obra original.
En arquitectura, es como si te inspiraras en una obra emblemática de otro espacio-tiempo y la colocaras en un lugar ajeno a las raíces originales del estilo de trabajo.
Futuristic shopping center. Image via The Jetsons, 1962 / Hanna-Barbera Productions
Los albores de la energía nuclear, los avances espectaculares en los cohetes y el deseo de ser los primeros en llevar al hombre al espacio y a la luna dieron inicio a una era conocida como la "Era espacial". Tras el cierre de la Segunda Guerra Mundial, tanto los soviéticos como los aliados se encontraron en un estado de antagonismo, ya que ambos comenzaron a luchar para avanzar en la exploración espacial antes que el otro, una carrera por el espacio. La era daría paso a rápidos avances en tecnología y grandes logros, incluido el alunizaje en 1969. La estética de la era espacial cambió por completo la forma en que los diseñadores visualizaban el nuevo mundo y dejó una impresión dramática en la arquitectura y los interiores. Una nueva visión del futurismo y la prosperidad.
Publicar arquitectura es una necesidad de la misma para ser comprendida como tal. La ausencia de este acto la transforma en un quehacer sin preguntas públicas, con muchas prácticas privadas. Sin embargo, su presencia abre un campo que permite traducir un lenguaje material a uno escrito, reformulando los discursos que emergen de este escenario. Entre las más “pequeñas” se encuentran los fanzines, publicaciones que emergen de la voluntad de autogestión y la materialización a bajo costo y tiraje, capaces de adaptarse a diversos contenidos, adquiriendo forma de cuadernillo o incluso de papeles plegados.
La posibilidad de juego del fanzine ha despertado una creciente popularización en Chile, manifestándose en su incorporación en la XXI Bienal de Arquitectura y Urbanismo de Chile en 2019. Si bien las nociones sobre este medio anteceden a este evento, hay un vacío sobre sus características que obligan a hacer preguntas de construcción sencilla, casi ingenuas, las que interrogan al fanzine sobre las singularidades en que se produce, pero que su discusión devela la red invisible que se ha tejido entre quienes, sin saberlo, ya se conocían.
CHINAS CHINAS es un proyecto de investigación llevado a cabo por FLORA. Consiste en un recorrido por la ciudad de Buenos Aires, Argentina, a partir del análisis tipológico de supermercados chinos. Tiene el objetivo de reconocer y explorar los modos de apropiación y microescalas domésticas que se dan en ellos, poniendo en evidencia que la arquitectura de la ciudad está conformada a partir de las banalidades cotidianas. Es entonces, que la arquitectura cobra sentido cuando las condiciones de vida son dadas por la propia gente. Habitar (más allá de lo funcional) tiene que ver con esto.
La práctica ética abarca todas las partes de la arquitectura. Desde la interseccionalidad y el trabajo hasta la crisis climática, un diseñador debe trabajar con una variedad de condiciones y contextos que informan el entorno construido y el proceso de su creación. En todas las culturas, políticas y climas, la arquitectura es tanto funcional y estética como política, social, económica y ecológica. Al abordar la ética de la práctica, los diseñadores pueden volver a imaginar el impacto de la disciplina y a quién sirve.
En noviembre de 1930, en Indiana, Estados Unidos, se ejecutó una de las grandes hazañas de la ingeniería moderna: un equipo de arquitectos e ingenieros desplazaron una central telefónica de 11.000 toneladas sin suspender en ningún momento sus operaciones ni suministros básicos para los 600 empleados que trabajaban al interior.
¿Qué es un crítico de arquitectura? ¿Qué hace un crítico en el siglo XXI?... A lo largo de la historia, los críticos fueron los pocos elegidos para describir y evaluar la arquitectura mientras esperábamos sus críticas favorables o decepciones antes de validar nuestras propias opiniones. Sus pensamientos y palabras se convirtieron en el canon del diseño y dieron forma con mano dura a nuestra profesión. Esta mentalidad y cultura contribuyeron aún más a la idea de que la arquitectura es una práctica "elitista" en la que unos pocos establecen las reglas y el resto debe aprenderlas. Si bien la arquitectura siempre habrá nombrado críticos -al igual que otras formas de arte y cultura tienen los suyos- recientemente ha habido un impulso para que la arquitectura se transforme en una profesión que diseñe para las masas y sea igualmente criticada por las masas.
El 18 de octubre de 2019, el descontento social desbordó las calles de Santiago y, luego, todo Chile. Las protestas iniciadas originalmente por un aumento de $30 (4 centavos de dólar) en la tarifa del Metro de la capital chilena fueron escalando rápidamente desde comienzos de ese mes, dando lugar a demandas que luego apuntaron a cambios estructurales en el sistema económico y social chileno. Las protestas desembocaron en enfrentamientos diarios entre manifestantes y fuerzas policiales especiales que llevaron a un uso excesivo de gases lacrimógenos en todo el país hasta el día de hoy.
Aunque el uso de gas lacrimógeno en guerras está prohibido desde 1925, la policía puede usarlo para dispersar a manifestantes en todo el mundo, tal como sucedió en Chile. El ejemplo más icónico es Plaza Italia —o Plaza Dignidad, como ha sido conocido alternativamente este espacio desde que comenzó el estallido social—, donde una cámara registra diariamente las actividades alrededor de la icónica rotonda, incluido el uso constante de gas lacrimógeno todos los viernes.
Biblioteca de Muyinga. Image Courtesy of BC Architects
En su ya clásico ensayo de 1983 Hacia un regionalismo crítico: seis puntos para una arquitectura de resistencia, Kenneth Frampton analizaba un enfoque alternativo de la arquitectura, definido por el clima, la topografía y la tectónica, como una forma de resistencia a la ubicación de la arquitectura moderna y a la ornamentación gratuita del posmodernismo. Como actitud arquitectónica, el regionalismo crítico propuso una arquitectura que abarcara las influencias globales, pero que estuviera firmemente arraigada en su contexto. A continuación se explora el valor y la contribución de las ideas de Frampton para la arquitectura contemporánea.