¿Y si imagináramos los edificios como sistemas vivos, diseñados para ser montados y desmontados con un impacto mínimo? Una forma de arquitectura abierta, modular y adaptable, diseñada para evolucionar con su entorno, respondiendo a los cambios estacionales y necesidades bajo demanda, en lugar de permanecer estática. A primera vista, la idea parece paradójica, ya que muchos edificios se construyeron para durar, diseñados para resistir los efectos del tiempo y evitar la demolición. Por ello, dar marcha atrás o deshacer podría considerarse un retroceso. Pero, ¿y si esa forma de pensar ya no se ajusta a todos los escenarios?
https://www.archdaily.cl/cl/1031729/hecho-para-no-durar-como-la-arquitectura-reversible-esta-redefiniendo-nuestra-forma-de-construirEnrique Tovar
El futuro de la industria de la arquitectura ofrece innumerables posibilidades, a medida que avanza la investigación en el dominio. Una innovación es la capacidad de que las estructuras se vuelvan acústicamente invisibles, absorban la energía sísmica o recolecten electricidad de los sonidos que las rodean. Cualidades de esta naturaleza pueden ayudar a redefinir la funcionalidad y sostenibilidad de los edificios. Los profesionales de la arquitectura y la ciencia están a la vanguardia de esta creación. Lo que hace esto posible son los metamateriales que podrían ofrecer métodos alternativos para diseñar buenos edificios.
Desi Training Center / Studio Anna Heringer. Imagen Cortesía de Studio Anna Heringer
"Los tiempos están cambiando" cantaba un joven Bob Dylan en 1964, capturando una nación en una encrucijada, atrapada por el movimiento de derechos civiles y ensombrecida por las tensiones de la Guerra Fría. Casi una década más tarde, David Bowie dirigió esa mirada hacia adentro con "Ch-ch-ch-ch-changes," una meditación fragmentada sobre la identidad, la reinvención y la transformación personal, resonando con el colapso de los ideales contraculturales y la aceleración de la globalización. Para la década de 1990, Tupac Shakur devolvió el enfoque a las calles y los centros urbanos. En "Changes", expuso las crudas realidades de la injusticia racial y la violencia sistémica, ofreciendo no resignación, sino una acusación contundente: "Así es como son las cosas."
Tres voces, tres décadas, tres maneras de enfrentar el cambio. Si el arte (aquí, a través de la música) ha servido históricamente como espejo y grito en tiempos de agitación, entonces es justo preguntar: ¿cómo ha respondido la industria de la construcción a un mundo en constante cambio, un mundo que exige urgentemente transformación? En un mundo moldeado por poderosas fuerzas económicas, la arquitectura enfrenta cada vez más el desafío de reconciliar la responsabilidad social con las realidades del mercado. Hoy, nos enfrentamos a una convergencia de crisis planetaria y fragmentación social: el planeta se está calentando, las desigualdades persisten y se profundizan, los datos se multiplican y las identidades se fracturan. En este contexto, la arquitectura ya no puede permitirse limitarse a la experimentación formal o a los imperativos impulsados por el mercado. Se le llama a repensar con claridad, responsabilidad e imaginación lo que construimos, con qué construimos, cómo construimos y, sobre todo, para quién.
MVRDV y la Universidad Tecnológica de Delft lanzan un comunicado _Le Grand Puzzle_, un estudio urbano de Marsella en el sur de Francia. Imagen Cortesía de HÇläne Bossy, Manifesta
En la arquitectura, la mayoría de las prácticas giran en torno a la entrega de proyectos a los clientes. Las oficinas están moldeadas por plazos, presupuestos y documentos claros. Aunque esta estructura produce edificios, rara vez deja espacio para que los arquitectos/as cuestionen temas más amplios — sobre cómo vivimos, cómo están cambiando las ciudades, o qué exige el futuro del diseño. Pero junto a este sistema enfocado en la producción, ha surgido un movimiento más silencioso: estudios, colectivos y fundaciones que priorizan la investigación, la experimentación y la reflexión. Estos son los think tanks de arquitectura — espacios diseñados no para construir de inmediato, sino para pensar primero.
La idea de un think tank no es nueva. Tradicionalmente encontrados en la política, la economía o la ciencia, los think tanks reúnen a expertos para estudiar problemas complejos y proponer soluciones. En la arquitectura, su auge revela una tensión en el corazón de la disciplina. Si la arquitectura ha de seguir siendo social y ambientalmente relevante, ¿puede seguir confiando solo en prácticas impulsadas por los clientes? ¿O debe abrir espacio para una indagación más lenta y profunda?
"Divers" por David Martin en el complejo de cascadas de Ereván. Imagen de Besides the Obvious via Shutterstock.
Escondida entre las majestuosas cumbres del Cáucaso y los encantadores paisajes de Oriente Próximo, Armenia es una nación pequeña pero profundamente orgullosa, moldeada por escarpadas montañas y antiguos volcanes. Siendo uno de los países más antiguos del mundo, sus raíces se remontan al siglo VI a. C., en la encrucijada de imperios: el persa, el romano, el bizantino y el otomano. Sin embargo, a lo largo de siglos de agitación, Armenia ha conservado su identidad distintiva, grabada en su lengua, arquitectura y ricas tradiciones culturales, lo que le ha valido el evocador título de «la tierra de las piedras».
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Solución estructural Termomuro. Image Cortesía de Melón Hormigones
En la búsqueda por encontrar soluciones innovadoras para alcanzar la neutralidad de carbono en la construcción, el reconocimiento, tratamiento y gestión de las emisiones generadas resulta de vital importancia. Esto permite comprender e indagar cada etapa del proceso productivo y del ciclo de vida de los materiales. La optimización de procesos constructivos, la minimización del uso de combustibles fósiles, la aplicación de energías renovables o la valorización de materiales reciclados son algunas de las tantas estrategias disponibles para continuar en el camino de esta transformación. Melón ha tomado la iniciativa de desarrollar una calculadora de Huella de Carbono de Producto, de cara a brindar productos y soluciones constructivas más sostenibles contribuyendo activamente en la lucha contra el cambio climático.
Más allá de tratarse de un material prefabricado que en la actualidad se produce en grandes masas, la aplicación de los bloques de concreto en la arquitectura continúa evolucionando para satisfacer las demandas y necesidades de las sociedades contemporáneas que se transforman constantemente. Ya sea tanto en espacios interiores como exteriores, su uso es capaz de alinearse con conceptos de economía circular, eficiencia de recursos, sustentabilidad y demás con el objetivo de dar lugar a espacios habitables y al mismo tiempo conocer sus ventajas y desventajas constructivas, sus cualidades expresivas y estéticas, etc.
En una búsqueda constante por encontrar nuevas maneras de reducir los costos y tiempos de construcción, la arquitectura modular se plantea como oportunidad para implementar diversos métodos, tecnologías y técnicas que permitan diseñar espacios habitables a partir de elementos repetitivos separados como son los módulos. Tal como sostiene Tom Hardiman, director ejecutivo del Modular Building Institute (MBI), "Modular" no se trata de un producto de construcción sino más bien de un proceso de construcción.
Liu Jiakun, ganador del Premio Pritzker 2025, ha pasado décadas redefiniendo la arquitectura china, combinando utopía y función, así como compromiso social y memoria personal. Sus edificios reflejan la vida cotidiana de la gente común, concebidos con una profunda comprensión del lugar, la cultura y la materialidad. Rechazando la búsqueda de un estilo arquitectónico fijo, Jiakun apuesta por una estrategia en lugar de una estética distintiva, adaptando cada proyecto a su contexto y necesidades específicas. Su trabajo integra historia y urbanismo contemporáneo, colectivismo y experiencia individual, densidad y apertura, ofreciendo respuestas oportunas a los desafíos de la rápida urbanización.
El enfoque de Jiakun está profundamente arraigado en la filosofía china, el sentido común y la artesanía local, asegurando que la arquitectura emerja de su entorno de manera natural en lugar de imponerse sobre él. Sus edificios reflejan una autenticidad que dialoga tanto con el pasado como con el presente, evitando los grandes gestos en favor de espacios que fomentan la interacción, la espiritualidad y la conexión humana.
La arquitectura navega cuidadosamente por la delgada línea que separa el arte de la artesanía, la creatividad de la funcionalidad y la expresión personal de las demandas sociales o industriales. Esta dualidad está cada vez más influida por la urgente necesidad de enfrentar los desafíos medioambientales. En la vanguardia de esta evolución se encuentran los materiales y los sistemas de construcción, pilares fundamentales del diseño y la ejecución, cuya historia está ligada al uso de materias primas naturales como la madera, la piedra y los metales. Estos materiales definieron los espacios construidos, aunque a menudo tuvieron un impacto negativo en los ecosistemas. Hoy en día, la disciplina parece estar atravesando una transformación profunda, dejando atrás la simple mitigación de impactos negativos para fomentar activamente la regeneración del planeta.
Desde materiales regenerativos que combinan biología e ingeniería, hasta principios de economía circular que redefinen el uso de los recursos, pasando por enfoques híbridos que integran tradición y tecnología de vanguardia, estas innovaciones están transformando el modelo del entorno construido. En este artículo, exploramos los avances clave del año en materiales y sistemas constructivos, destacando cómo están impulsando la arquitectura hacia un futuro más sostenible. Ya sea mediante materiales que secuestran carbono, sistemas diseñados para desmontarse y reutilizarse, o tecnologías que fusionan naturaleza e ingeniería, estos desarrollos subrayan el papel esencial de los materiales y los sistemas de construcción en la creación de un mundo regenerativo, resiliente y consciente de los recursos.
https://www.archdaily.cl/cl/1025115/adaptar-respirar-regenerar-imaginando-un-nuevo-capitulo-en-los-materiales-arquitectonicosArchDaily Team
El bambú, conocido por su resistencia y respeto al medio ambiente, a menudo se enfrenta a un adversario formidable: insectos y hongos. A pesar de su resiliencia, estas plagas pueden comprometer su durabilidad con el tiempo. Sin embargo, existe una solución sencilla pero eficaz para reforzar la longevidad y robustez del bambú. En este artículo, presentamos el método de difusión por remojo vertical (VSD), un enfoque económico que garantiza que los proyectos de bambú resistan la prueba del tiempo.
La Catedral de Notre Dame reabrió el 7 de diciembre de 2024, recibiendo visitantes por primera vez desde el incendio de 2019. Su restauración fue una tarea masiva, liderada por el arquitecto principal Philippe Villeneuve, asistido por Rémí Fromont y Pascal Prunet. El proyecto involucró aproximadamente a 2.000 artesanos, 250 empresas y alrededor de 900 millones de dólares, demostrando la inmensa escala y complejidad del trabajo en un plazo ajustado. A pesar del importante hito de su apertura antes de fin de año, los trabajos de restauración aún no están completos, ya que se espera que continúen hasta 2026.
Toda innovación trae consigo fricciones, disrupciones y, sobre todo, aprendizajes. En la construcción civil, un sector históricamente resistente al cambio, los nuevos sistemas constructivos a menudo se reciben con cierta extrañeza, lo que requiere un análisis cuidadoso de los desafíos que surgen. El sistema wood frame, ampliamente adoptado en países como Estados Unidos, Japón y Alemania, nunca llegó a ser popular en Brasil, debido a factores que mantienen al sector intensivo en mano de obra y fuertemente vinculado a los métodos convencionales de albañilería y hormigón.
Sin embargo, con la disminución de la oferta laboral y las nuevas demandas de eficiencia y sostenibilidad, el sector de la construcción ha ido explorando alternativas innovadoras. En este contexto, el edificio Parkside Carvoeira, en Florianópolis, se destaca como un hito de innovación, siendo el edificio con estructura de madera más alto de América Latina. Desarrollado en alianza entre Parkside, la oficina de Desterro Arquitetos y la constructora local Tecverde, el proyecto pionero adopta el sistema como una solución sustentable y eficiente para satisfacer las necesidades de la construcción contemporánea en el país.
El policarbonato, comúnmente utilizado en techumbres y revestimientos industriales, ha trascendido su aplicación inicial para convertirse en un material muy presente en una variedad de tipologías arquitectónicas. Su combinación de resistencia, liviandad, fácil instalación y capacidad para permitir el paso de luz natural lo han posicionado como una opción atractiva en proyectos de arquitectura residencial, educativa e incluso cultural. En viviendas, el policarbonato no solo contribuye a crear ambientes luminosos y confortables, sino que también permite jugar con la translucidez para generar espacios privados sin sacrificar la conexión visual con el exterior.
Edifica es un punto de encuentro para la construcción y toda su cadena de valor. Desde 1990, esta feria ha sido organizada por la Cámara Chilena de la Construcción para destacar la importancia de esta actividad. En este sentido, la feria busca ofrecer un espacio para el intercambio de conocimientos entre los diferentes sectores de la industria de la construcción, visibilizándolos ante la comunidad.
El auge de la sostenibilidad y la economía circular está transformando la industria de la construcción, lo que ha generado una creciente demanda de nuevos puestos de trabajo especializados. Roles como el de gestor de sostenibilidad o consultor en economía circular se están volviendo cada vez más comunes en los proyectos actuales.
Está claro que la infraestructura educativa es clave para toda comunidad. Cuanto mejor sea la calidad de estos espacios, mejor será el aprendizaje de quienes los utilizan. Sin embargo, estos establecimientos a menudo cumplen una función mucho más abarcativa que la meramente educativa. En comunidades del Sur Global, en países como Perú o Vietnam, donde gran parte de la población vive en zonas rurales alejadas de los centros urbanos, no solo son escasos los espacios educativos, sino que también faltan puntos donde toda la comunidad —no solo los estudiantes— pueda reunirse.