"Las máquinas que trajeron devuelta el aire, sembraron semillas, fertilizaron el océano y atenuaron el sol han sido dadas de baja hace mucho tiempo”, dice la arquitecta y diseñadora Jennifer Chen mientras presenta su exposición futurista titulada No Evil - Forgotten Tales from a Post-Geoengineering Future.Se trata de una invitación para imaginar a la población de la Tierra ya salvada de la extinción climática a partir de sistemas de geoingeniería a escala planetaria, que podrían traer al presente respuestas prácticas a la restauración del clima.
JAJA Architects ganó el concurso organizado por Metroselskabet, Dinamarca, para desarrollar estaciones de metro eficientes en recursos y respetuosas con el clima. El equipo ganador adopta un enfoque integral y holístico, analizando soluciones de diseño sostenibles y optimizadas con materiales como así también el carácter del viaje que los pasajeros realizan para llegar a su destino. La propuesta se organiza a partir de tres elementos centrales: Materiales, Centro de Movilidad y Campaña Climática. Si bien tiene como objetivo reducir las emisiones de CO2, el equipo también busca crear un espacio agradable y fácil de transitar para la gran cantidad de pasajeros diarios. Cabe mencionar que Snøhetta, 3XN / GXN y Effekt también participaron en la competencia.
El cambio climático ha sido uno de los temas más apremiantes este año, y por una buena razón. Sus efectos son visibles no solo en los hábitats naturales, sino también en los entornos urbanos. La industria de la construcción juega un papel importante en esta dinámica. A lo largo del año, eventos como la COP27 destacaron la importancia de los esfuerzos para lograr cero emisiones netas y los desafíos que enfrentan los países en desarrollo afectados por desastres naturales cada vez más devastadores. Las posibles direcciones para el desarrollo incluyen acciones en varias etapas y escalas, desde la optimización de espacios verdes para la gestión del calor urbano, hasta el uso de materiales de construcción locales e innovadores para minimizar la huella de carbono, o la aprobación de leyes que ayuden a crear entornos urbanos y naturales más sostenibles.
Este artículo representa un resumen de los artículos publicados en ArchDaily durante el año 2022 con temas relacionados con el cambio climático y el potencial de la arquitectura para marcar la diferencia. Divide el tema en cuatro preguntas principales: ¿Qué están haciendo las ciudades para mitigar el calor urbano? ¿Cómo lidiar con el aumento del nivel del mar? ¿Qué fue la COP27 y por qué es importante? ¿Pueden los materiales de construcción ayudar a lograr estos objetivos? La última sección presenta un panorama de la nueva legislación aprobada a lo largo de 2022, como una forma de entender cómo los gobiernos estatales y municipales están imponiendo esta necesidad de cambio.
La Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas de 2022, más comúnmente conocida como COP27, se llevó a cabo entre el 6 y el 18 de noviembre de 2022 en Sharm El Sheikh, Egipto. La conferencia incluyó a más de 90 jefes de estado y aproximadamente 35.000 representantes o delegados de 190 países. Estas conferencias tienen como objetivo alentar y orientar a los países para que tomen medidas efectivas contra el cambio climático. Si bien las conferencias abordan un conjunto más amplio de temas, se reconoce que el entorno construido juega un papel importante para garantizar que se logren los objetivos de sostenibilidad.
Building to COP27, Un grupo de ONG y organizaciones de entornos construidos centrados en la sostenibilidad, está trabajando para posicionar el entorno construido como un sector crítico para lograr la transición necesaria hacia un futuro resiliente y con cero emisiones en las conferencias de la COP. El grupo tiene como objetivo crear conciencia sobre el impacto que puede tener el sector de la construcción al tiempo que señala que se deben tomar medidas más drásticas, ya que la mayoría de los países no incluyen objetivos completos de descarbonización de edificios, y ciertas áreas, como los materiales de construcción, no se abordan.
A partir del 6 de noviembre, los líderes mundiales se reunirán en Sharm el Sheikh, Egipto para la COP27. La 27ª conferencia de las partes es un evento casi anual iniciado en el marco de la convención marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático (CMNUCC) de 1992. El propósito de estas conferencias es garantizar que los países de todo el mundo se comprometan a tomar medidas para evitar un cambio climático peligroso y encontrar formas de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial de manera equitativa. La efectividad de estas reuniones varió a lo largo de los años, con algunas iniciativas exitosas, como el Acuerdo de París de 2015, un tratado internacional jurídicamente vinculante adoptado por 196 partes con el objetivo de limitar el calentamiento global por debajo de 2, preferiblemente 1.5 grados Celsius, en comparación con los niveles de la era preindustrial.
Si bien las Naciones Unidas han estado instando continuamente a los arquitectos, ingenieros y diseñadores de ciudades a poner en práctica la agenda 2030, el informe del IPCC reveló un cambio climático cada vez más intenso, lo que generó un debate generalizado sobre la acción insuficiente, mientras que la 83ª sesión en curso de la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas, el Comité de Desarrollo Urbano, Vivienda y Ordenación del Territorio de la UNECE, que tiene lugar en San Marino, acaba de emitir una declaración especial sobre "cómo construir mejores ciudades, más seguras, más inclusivas y resilientes", de cara a la COP27. Este conjunto de "Principios para una Arquitectura y un Diseño Urbano Sostenibles e Inclusivos", o la declaración de San Marino ha recogido las firmas de Norman Foster y Stefano Boeri.
El personal de Manejo de Emergencias del condado de Hinds vadea las aguas de la inundación en el noreste de Jackson, Mississippi. Imagen a través de The Hill
La aprobación del paquete de cambio climático de la Administración Biden, la llamada “Ley de Reducción de la Inflación”, se dividió previsiblemente en líneas partidistas, y los republicanos caracterizaron el proyecto de ley como un acto de gasto gubernamental imprudente, que seguramente aumentará los impuestos y alimentará una mayor inflación. Pero, ¿este acto realmente representa un gasto imprudente? La legislación autoriza $ 430 mil millones de dólares en gastos, la mayor parte de los cuales, más de $ 300 mil millones de dólares, están destinados a créditos fiscales; otros gastos e iniciativas destinadas a estimular la economía de energía limpia; y la reducción de las emisiones de carbono. (El proyecto de ley también permite que Medicare negocie precios con las compañías farmacéuticas para ciertos medicamentos costosos). El proyecto de ley está financiado en parte por un impuesto mínimo del 15% sobre las grandes corporaciones y un impuesto especial sobre las empresas que recompran acciones de sus propias acciones. Dado el alcance del problema y los crecientes costos futuros de la inacción climática, esta legislación es un primer paso extremadamente modesto, pero muy necesario.
https://www.archdaily.cl/cl/988718/es-hora-de-ser-transparentes-sobre-los-costos-inminentes-del-cambio-climaticoMartin C. Pedersen, Steven Bingler
Render de viviendas asequibles creadas a partir de residuos de plástico. Imagen por cortesía de Othalo
Mucha gente en todo el mundo estaría de acuerdo en que actualmente nos encontramos en una emergencia climática. El informe del IPCC, publicado el año pasado, es una lectura difícil. Los profesionales del sector de la construcción se han lanzado a la acción climática directa, con organizaciones como ACAN y Architects Declare que promueven la alfabetización sobre el carbono y piden a los diseñadores que reevalúen su forma de ejercer.
Los espacios verdes urbanos se consideran una de las formas más adecuadas y accesibles de mitigar los efectos del aumento de las temperaturas en los entornos urbanos. A medida que el clima global se calienta, las ciudades de todo el mundo se enfrentan a olas de calor más frecuentes y extremas, poniendo en riesgo a sus ciudadanos. Muchas ciudades están empleando estrategias para reducir el impacto de las islas de calor urbanas, que se generan cuando la cubierta natural del suelo se sustituye por superficies que absorben y retienen el calor, como las aceras y los edificios. Esto hace que la temperatura aumente varios grados en comparación con el entorno. Las ciudades tienen su microclima, influenciado por este fenómeno combinado con una serie de factores que a menudo se pasan por alto. Para que una estrategia climática sea eficaz, hay que tener en cuenta todos los factores.
Las ciudades del hemisferio norte se están preparando para los próximos meses de verano, que se espera que sean más cálidos y secos que el promedio. El Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Medio Plazo advierte que las temperaturas aumentarán por encima de lo normal en el centro y el sur de Europa este verano. De manera similar, el pronóstico para los Estados Unidos predice un clima más cálido y precipitaciones por debajo del promedio que probablemente provoquen una megasequía. Esto representa una amenaza para los ciudadanos, especialmente en las ciudades más grandes, donde el asfalto absorbente de calor y el calor residual generado por el uso de energía crean un efecto de “isla de calor”. Se traduce en temperaturas hasta 10 °F (5,6 °C) más cálidas en las ciudades en comparación con las áreas naturales circundantes.
La crisis climática ha hecho que las olas de calor sean más probables y más intensas en todo el mundo. En el hemisferio norte, las temperaturas récord están poniendo en peligro a millones de personas. Durante los últimos meses, las olas de calor recurrentes han estado afectando a Europa Central y Occidental, provocando incendios forestales, evacuaciones y muertes relacionadas con el calor. En los Estados Unidos, los líderes locales también piden precaución, mientras que las ciudades densamente pobladas de Asia anuncian estrategias para hacer frente a las temperaturas extremas.
Las ciudades están en la primera línea de esta emergencia de salud pública. Las personas que viven en áreas urbanas se encuentran entre las más afectadas cuando ocurren las olas de calor, en parte debido a las islas de calor urbano. Este es un fenómeno que ocurre cuando las ciudades reemplazan la cobertura natural del suelo con densas concentraciones de superficies que absorben y retienen el calor, como pavimentos y edificios. Los niveles de riesgo de calor también varían según el vecindario, siendo los sectores menos acomodados e históricamente marginados los más afectados debido a la densidad de la población, el acceso limitado a los sistemas de refrigeración y la disponibilidad limitada de espacios urbanos verdes.
Al comienzo de la pandemia de coronavirus en marzo de 2020, los parisinos adinerados acudieron en masa a sus segundas residencias en la costa atlántica de Francia cuando se declaró el cierre del país. En junio de 2020, cuando se relajaron las restricciones en Inglaterra, los residentes acudieron en masa a ciudades costeras como Bournemouth para disfrutar del clima soleado. El primer escenario refleja la creciente brecha entre los ricos y los pobres de Francia, mientras que el segundo es un reflejo del poder democratizador de las playas de acceso público.
En ambas situaciones, lo que se busca es la tranquilidad ecológica que suele encontrarse en las playas. Sin embargo, a nivel mundial, existe un fenómeno inquietante en el que, entrelazado con el cambio climático y las decisiones políticas, las playas se están convirtiendo cada vez más en espacios privados e inaccesibles.
Ciudades de todo el mundo están desarrollando planes de acción integrales para crear una respuesta coordinada a los desafíos del cambio climático. Los objetivos y metas para las emisiones basadas en el consumo son importantes para guiar la planificación estratégica y la toma de decisiones, mejorar la rendición de cuentas y comunicar la dirección del viaje a las empresas y al público. Los funcionarios de los gobiernos nacionales y regionales están trabajando con el sector privado, las organizaciones internacionales y la sociedad civil para generar cambios en todos los niveles, desde intervenciones estructurales en cadenas de suministro e industrias hasta elecciones individuales. Esto demuestra una comprensión cada vez mayor del papel de las ciudades en la mitigación de los efectos adversos del aumento de las temperaturas.
Por revolucionaria que pueda parecer la industria de la construcción hoy en día, actualmente es responsable de casi el 40% de las emisiones de dióxido de carbono del mundo, el 11% de las cuales son el resultado de la fabricación de materiales de construcción como el acero, el cemento y el vidrio. Unos años más tarde, después de una pandemia global que trajo cambios rutinarios y evidencia indiscutible del cambio climático, las emisiones de CO₂ siguen aumentando y alcanzaron un máximo histórico en 2020, según el Informe sobre el estado mundial de los edificios y la construcción de 2020. Si bien se ha avanzado mucho a través de la tecnología, las estrategias y conceptos de diseño y los procesos de construcción, todavía queda un largo camino por recorrer para reducir las emisiones de carbono al mínimo o casi a cero en el desarrollo de entornos construidos.
El IPCC publicó su último informe sobre la crisis ambiental, "Cambio climático 2022: impactos, adaptación y vulnerabilidad". Las nuevas observaciones advierten que se deben tomar acciones con prioridad urgente en la adaptabilidad del entorno construido, indicando que a nivel mundial el crecimiento más rápido de la vulnerabilidad urbana ha sido en los asentamientos informales y no planificados, y en centros urbanos pequeños a medianos en países donde la capacidad de adecuación es limitada debido a sus ingresos. Una situación que es recurrente en América Latina.
A principios de este mes, una serie de ciudades de todo el mundo revelaron varias iniciativas que les ayudarían a comprender mejor los efectos del cambio climático y dar forma a un entorno más consciente del medio ambiente. Desde ciudades estadounidenses que crean gemelos digitales para ayudar a reducir las emisiones de carbono, pasando por la ciudad de Brighton que exige ladrillos de abejas para fomentar la biodiversidad y el Central Park que se convierte en un laboratorio para estudiar la adaptación al cambio climático en parques urbanos, las ciudades adoptan un enfoque multidisciplinario y multiescalar sobre los asuntos que involucran al medio ambiente.
La crisis climática ha sido uno de los principales problemas de 2021, tanto en el discurso político como en el ámbito de la arquitectura, acompañado de un nuevo reconocimiento de la gravedad del problema. Durante el año pasado, el informe del IPCC ha revelado las graves consecuencias de la falta de acción paliativa, mientras que la COP26 y la cumbre del G7 resultaron en compromisos insuficientes con medidas inmediatas y tangibles. El sector de la construcción, responsable de un impresionante 39% de los gases de efecto invernadero emitidos, puede contribuir de manera significativa a frenar el cambio climático. Las siguientes son las medidas de descarbonización de 2021 que afectan a esta industria.
Algunos de los proyectos más pintorescos son los construidos en las montañas; la cabaña rústica envuelta con un panel de vidrio de piso a techo que mira a los árboles cubiertos de nieve. Visualmente, la arquitectura emana una sensación encantadora, pero ¿es realmente un espacio habitable?
Cuando las casas se construyen sobre una elevación de 3.000 metros, la instalación de un elemento de fuego por sí solo no es eficiente ni sostenible. Los espacios en tales altitudes o ubicaciones geográficas deben tratarse a fondo, comenzando por la arquitectura en sí. Ya sea a través de sistemas de calefacción hidrónicos en el piso o chimeneas montadas en las paredes, este enfoque interior explora cómo incluso las condiciones invernales más extremas no se interpusieron en el camino para garantizar un óptimo confort térmico.