El papel principal de la arquitectura es crear estructuras que nos protejan del medio ambiente y, a su vez, espacios seguros y cómodos para todo tipo de necesidades y actividades. Al proporcionar refugio, la arquitectura también moldea la forma en que las personas interactúan con su entorno. Sin embargo, las tecnologías de construcción del pasado rara vez lograron crear una separación completa entre nosotros y el mundo exterior.
Si bien la impermeabilidad era un resultado deseado, los materiales de construcción porosos disponibles siempre permitían que algo de agua, viento o partículas externas se filtraran a los espacios interiores. Por el contrario, las tecnologías modernas ahora permiten envolventes de edificios casi completamente impermeables, generando una separación completa entre el interior y el exterior, y confiando así en sistemas de ingeniería para regular la temperatura, el flujo de aire o la humedad. Este artículo explora las diferencias entre estos dos enfoques contrastantes, indagando cómo se equipan las fachadas de los edificios para regular el confort interior y su impacto ambiental.
La degradación ambiental ha puesto de manifiesto la necesidad de nuevas fuentes de energía. Un cambio en las fuentes de energía requiere medios innovadores de almacenamiento de energía. Durante siglos, los edificios han demostrado ser capaces de almacenar personas, objetos y sistemas, lo que invita a reflexionar sobre su potencial sin explotar para almacenar grandes cantidades de energía de manera eficiente. En esta nueva era, ¿pueden los edificios ir más allá de ser estructuras funcionales para convertirse en posibles reservas de energía?
COP28, o la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2023, se llevó a cabo en Dubai del 30 de noviembre al 13 de diciembre. La reunión anual reúne a representantes de 198 países, así como líderes de la industria, para discutir y establecer estrategias para limitar la magnitud del cambio climático y sus efectos adversos. El objetivo final de estas reuniones es encontrar formas de limitar el aumento de la temperatura global por debajo de 1,5 grados Celsius en comparación con los tiempos preindustriales. En este momento, el aumento de la temperatura global ya está en 1,2 grados Celsius. Dado que la industria de la construcción en su conjunto representa el 39% de las emisiones globales, los arquitectos y planificadores tienen un interés compartido en los resultados de esta cumbre internacional. Sigue leyendo para descubrir algunos de los puntos clave de la COP28.
Si los últimos años fueron una perfecta ocasión para reflexionar y debatir sobre el bienestar, la digitalización y la democratización en el diseño arquitectónico, este 2023 fue una tremenda oportunidad para profundizar y comentar sobre otros de los temas más urgentes: La crisis climática y el entorno natural han ingresado definitivamente a la agenda global de la arquitectura y la construcción junto a la circularidad, la eficiencia energética y la descarbonización. Es hora de dialogar al respecto para edificar conscientemente.
Revisando el futuro de la madera, el agua y la iluminación, en cada uno de los tópicos relacionados que ArchDaily desarrolló mes a mes, realizamos una pregunta abierta para que ustedes -nuestros queridos lectores- se sumaran activamente con el aporte de sus experiencias y conocimientos. Luego de ir leyendo y recopilando una inmensa cantidad de mensajes recibidos, tanto de profesionales de la construcción, como de estudiantes y apasionados de la arquitectura, es turno de presentarte un resumen de las principales posturas. ¡Muchas gracias por sus opiniones y esperamos sus comentarios para el 2024!
¿Cómo es posible reducir el consumo energético de nuestras viviendas? ¿Qué estrategias a nivel proyectual, material y/o tecnológico pueden desarrollarse para lograr el confort interior y a la vez combatir la crisis climática? Si bien alcanzar la eficiencia energética depende, entre otros factores, del estado de las viviendas, existen diversas estrategias en torno a la implementación de energías renovables, tecnologías de climatización y demás que se pueden aplicar teniendo en cuenta las políticas gubernamentales, leyes, regulaciones y normas de cada región en particular.
Entre paneles y conferencias de Clara Camarasa, Nicola Borregaard, Laura Chapa, Paola Valencia, Iván Osuna, Juan Carlos Vega, Angélica Ospina y Diego Velandia, se fueron decantando cinco aprendizajes principales que funcionan como lecciones: desde generar más relevancia y cálculos energéticos hasta el desarrollo de la industria de la madera - y de las certificaciones.
El mundo acaba de presenciar los meses más calurosos de la historia registrada, y las perspectivas están lejos de ser optimistas. Las temperaturas en aumento están generando una mayor demanda de refrigeración, lo que amenaza con desencadenar un ciclo vicioso de mayor consumo de electricidad y emisiones de carbono. En un planeta que enfrenta simultáneamente una urbanización sin precedentes y una crisis climática, la intersección entre la eficiencia energética de los edificios y las tecnologías de refrigeración nunca ha sido más crucial.
¿Cómo creamos edificios que utilicen la energía de manera eficiente? Tradicionalmente, los esfuerzos para volverse más ecológicos en el entorno construido se han centrado en la infraestructura física, a menudo pasando por alto las relaciones entre las personas y el espacio. La aparición de la era tecnológica ha dado lugar a los "edificios inteligentes" que utilizan el aprendizaje automático y la automatización. Estas estructuras innovadoras están diseñadas para funcionar con una eficiencia energética impresionante pero, sin embargo, se encuentran en gran medida desconectadas de sus ocupantes. ¿Y si los edificios pudieran volverse más inteligentes y sostenibles al interactuar con sus habitantes?
¿Cómo puede un edificio ser más eficiente? Esta es una inquietud que los arquitectos enfrentan a diario, respondiendo a las demandas de una industria cada vez más consciente de su impacto ambiental. Hoy más que nunca, el foco está en diseñar edificios que integren la sostenibilidad, la eficiencia y el confort térmico como pilares fundamentales en la búsqueda de un entorno construido más saludable.
Tener una buena estrategia de control solar es crucial para conseguir una arquitectura más eficiente especialmente cuando, además de ofrecer protección solar y generar un ahorro económico, también se generan ventajas en términos estéticos, acústicos, de confort térmico, durabilidad y mantenimiento.
La reciente llegada de la certificación Minergie a Chile está a cargo de la supervisión de EBP Chile. Esto incluye la formación de profesionales chilenos para este estándar suizo de edificaciones de bajo consumo de energía como la reciente otorgación de la certificación provisional a la Casa Covarrubias Hernández en Lliu Lliu, Limache, diseñada por Murillo+Toro Arquitectos, y el Edificio Burgos Net Zero desarrollado por Cristián Izquierdo junto a Tecton Inmobiliaria.
https://www.archdaily.cl/cl/1008662/la-certificacion-suiza-para-edificios-sustentables-minergie-avanza-en-chile-a-traves-de-4-proyectosArchDaily Team
La descarbonización del sector de la construcción ya no es una elección sino una necesidad. A medida que las naciones se esfuerzan por reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero para el 2050, cada vez está más claro que las normas de construcción actuales no son suficientes para impulsar un cambio tangible. Lograr los objetivos climáticos requiere que las economías defiendan medidas que impulsen la neutralidad de carbono al mismo tiempo que gestionen los costos asociados de manera efectiva. ¿Cómo afectarían las estrategias de rendimiento de emisiones netas cero, los costos de la construcción?
La tonalidad de los colores juega un papel importante en el confort térmico de los edificios, influenciando la absorción, reflexión y emisión de energía térmica. Junto con el análisis del clima local, la orientación solar y las cualidades de los materiales de construcción, es posible concebir un enfoque integrado según los colores de las superficies que ayuda a ahorrar incluso en la factura de luz. Aprende cómo estas variables pueden combinarse para que los colores mejoren el rendimiento térmico de tu proyecto.
Los sectores de la construcción y los edificios son actores clave en la lucha contra el cambio climático. Juntos, son responsables del 30% del consumo final de energía global y el 27% de las emisiones totales de CO2 del sector energético. Además, la demanda de energía de los edificios y la construcción continúa aumentando, impulsada por un mejor acceso a la energía en los países en desarrollo, la creciente necesidad de aire acondicionado, una mayor propiedad y uso de electrodomésticos que consumen energía, y un rápido crecimiento en el área global de los pisos urbanos. Sin políticas específicas, la energía utilizada en los edificios podría aumentar hasta un 70% en 2050.
Como ha sido ampliamente publicado, el sector de edificación a nivel global es responsable del 36% del consumo de energía final (Global ABC, 2022) - en su ciclo completo, es decir desde la extracción de materiales hasta el fin de su vida útil. Pero lo más relevante, la energía que se consume en la operación de los mismos equivale a más del 80% del total de ciclo de vida de la edificación. Por otra parte, se sabe que de esa energía el 66% se consume principalmente en climatización [1].
En este contexto, a nivel global se han promovido una serie de medidas para reducir el consumo de energía en la operación de edificios tales como el mejoramiento del aislamiento térmico de las envolventes, las protecciones solares, la incorporación de energías renovables, el recambio de equipos por equipos más eficientes, entre otros.
https://www.archdaily.cl/cl/1003463/relevancia-y-calculo-de-demanda-energetica-de-edificiosPaola Valencia M.
Las emisiones de gases de efecto invernadero que provienen de la operación de edificios existentes es bastante mayor a las emisiones generadas por obras nuevas, es decir, por los materiales y su uso durante la construcción, que representan el 25%; mientras que la operación de edificios existentes representa el 75% de las emisiones – y esto sin contar todo el universo edilicio que entra bajo el concepto de pobreza energética.
Es en este contexto que el concurso 'Proyectar a Conciencia' (PAC) sigue empujando la discusión en torno al “Construir mejor vs mejorar lo construido” en su quinta versión. Como siempre, el concurso invitó a estudiantes y arquitectos a presentar, mediante la rehabilitación energética y parcial transformación edilicia de infraestructura institucional, privada o pública, la visión de una mejor sociedad.
Para poder responder a los requerimientos del día a día y permitir el correcto desarrollo de las funciones domésticas, los espacios interiores y exteriores de una vivienda requieren de cierto equipamiento – por más mínimo y esencial que este sea. En muchos casos, la selección y el diseño del mobiliario que complementará el proyecto de arquitectura queda relegado a una etapa “post-constructiva” - y, en general, a cargo del propio comitente.
Pero para ciertos arquitectos, el diseño del equipamiento es considerado como parte del proyecto y, aprovechando la plasticidad y docilidad de ciertos materiales, optan por resolver el mobiliario de sus espacios interiores de manera conjunta con la arquitectura. En sus proyectos, los bancos, las estanterías y las mesadas se unifican al lenguaje del espacio, desplegándose de manera escultórica y continuando la superficie de los pisos, los muros y los tabiques.
Para la Sociedad Estadounidense de Ingenieros de Calefacción, Refrigeración y Aire Acondicionado —‘ASHRAE’—, que organiza los datos globales y apoya los estudios de la temática, el confort térmico se define como la condición de la mente que expresa satisfacción con el entorno térmico. ¿Por qué es importante estudiar el confort adaptativo en climas latinoamericanos? Considerando que el 40% de la población vive en el trópico, es fundamental el diseño de una arquitectura capaz de adaptarse a climas tropicales. Así, siguiendo la línea del diseño centrado en las personas, la estrategia debe ser pensada en base a las condiciones locales en la cual se encuentran.
Franco Morales, director técnico EBP Chile, quién lleva un rol transversal a las distintas áreas de la empresa (construcción, cambio climático y energía local), colabora constantemente con el Proyecto CEELA. Tras su participación en el proyecto para la renovación energética del Colegio Juan XXIII en Montería, Colombia, y el avistamiento de la existencia de un tema común —la construcción de colegios sin una arquitectura adecuada a las condiciones climáticas del contexto—, ha comenzado el desarrollo de un manual de diseño sustentable para instituciones educativas en climas cálido-seco y cálido-húmedo.
Parece que todo el mundo se está volviendo solar en estos días. En Estados Unidos, la generación neta de energía solar ha aumentado en más de 113 mil millones de horas en la última década. La integración solar con proyectos residenciales ahorra dinero a los propietarios de viviendas en las facturas de energía y aumenta el valor de la propiedad con el tiempo. A medida que avanza la tecnología de integración solar, las ventajas van más allá de las financieras y medioambientales; los paneles solares también están asumiendo un papel estético en la arquitectura moderna.
La integración solar se está convirtiendo en una expectativa entre los nuevos compradores de vivienda. Los arquitectos y diseñadores deben adaptarse en consecuencia para aumentar la disponibilidad de integración fotovoltaica en desarrollos residenciales. Sin embargo, con una planificación y ejecución cuidadosas, los paneles solares se pueden incorporar mejor durante las fases de diseño y construcción. Este artículo describe cómo los constructores de viviendas pueden satisfacer las demandas de los consumidores de integración solar, creando una vía fácil de seguir para adaptarse a las cambiantes tendencias de diseño de viviendas.