
Un año después del mega-incendio de Viña del Mar y a un escaso 26% de avance en las labores de reconstrucción de la zona, la oficina ELEMENTAL y las autoridades locales dieron inicio a la construcción de un proyecto de vivienda prefabricado en uno de los barrios residenciales más afectados por la catástrofe. Se trata de un edificio habitacional de densidad media y estructura metálica modular que pretende servir como punto de partida para otros proyectos similares, en respuesta a lo que se califica hoy como uno de los eventos más catastróficos en la historia reciente de Chile. El objetivo, declarado tanto por Alejandro Aravena como por la alcaldesa de la ciudad, Macarena Ripamonti, es que la tecnología y el modelo de gestión detrás de este proyecto sirva como precedente para entregar soluciones habitacionales rápidas y definitivas en escenarios de emergencia.

El llamado mega-incendio de Viña del Mar se desató el 2 de febrero del 2024 y se mantuvo activo durante dos días. Durante ese tiempo alcanzó un área cercana a las 9.5 hectáreas en una de las regiones más pobladas de Chile, abarcando las ciudades de Viña del Mar, Quilpué, Villa Alemana y Limache (vecinas hacia el norte del reconocido puerto de Valparaíso). Durante el suceso, que se atribuye actualmente a la acción humana, murieron 132 personas, se quemaron alrededor de 5500 viviendas, así como industrias, servicios y espacios públicos emblemáticos como el Jardín Botánico. El proyecto diseñado por ELEMENTAL (la oficina del galardonado Alejandro Aravena) se encuentra en uno de los barrios residenciales más afectados por el incendio, El Olivar.


El terreno para este “proyecto piloto”, de colaboración público-privada, fue elegido y evaluado por las autoridades municipales en conjunto con universidades de la región. El edificio diseñado por ELEMENTAL cuenta con 4 departamentos de 63m², construidos con un total de 8 módulos prefabricados y 3 módulos de cubierta industrializados. Los módulos se fabrican con estructura de acero, losas colaborantes y muros de perfilería de acero galvanizado en un plazo de un mes. Luego de eso se trasladan en camiones y se montan en un solo día, contemplando luego 5 días de terminaciones en condiciones óptimas.
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Debatiendo sobre el mito de que las estructuras prefabricadas son rígidas y poco atractivasLa instalación de los módulos comenzó el 21 de enero del 2025 y se encuentra actualmente en su etapa final. A las 22 horas del mismo día en que se instaló el primer módulo en el sitio, se daba fin a la construcción de la estructura con la instalación del techo. El diseño contempla un departamento por piso, entregando solución habitacional a 4 familias, cuyas viviendas, anteriormente casas con patio, rondaban los 36 metros cuadrados. Desde el punto de vista de la arquitectura, el proyecto significa un cambio no solamente en la tecnología constructiva de la vivienda local, sino también en su tipología. La implementación de este prototipo tiene un costo total de 223 millones de pesos chilenos (cerca de 220.000 dólares) financiados en esta primera versión por el Ministerio de Hacienda de Chile.

Según lo declarado por Alejandro Aravena, la incorporación de esta tecnología de prefabricación y montaje responde a un problema esencial a este tipo de escenario: la velocidad. En Chile, la respuesta a las emergencias causadas por fenómenos naturales es mayoritariamente gestionada y financiada por el gobierno central, ubicado en la ciudad de Santiago. En un territorio que alcanza los 4.270 km de largo, abarca tres zonas geográficas y una amplia variedad de climas, la centralización de los recursos y el poder resulta problemática para la construcción de emergencia. La Municipalidad de Viña del Mar plantea por lo tanto este proyecto como una oportunidad para explorar la posibilidad de responder localmente a la necesidad de vivienda. Como proyecto piloto, llamado por el municipio “Pequeños Condominios”, se proyecta más allá de la construcción de este primer edificio, con miras a recibir nuevo financiamiento y continuar con otras unidades.


La vivienda modular se presenta aquí como una alternativa vigente para la construcción en Latinoamérica. Como iniciativa colectiva y en reconocimiento de sus variantes contextuales, la vivienda prefabricada, hasta hoy más bien protagonista en segundas viviendas unifamiliares, puede abordarse como una solución efectiva para algunos de los desafíos contemporáneos de la industria de la construcción. En cuanto al diseño, existen ya referentes en la región como iHouse Estudio en Uruguay, SET Ideas y Estudio Borrachia en Argentina, o Ensamble de Arquitectura Integral en Colombia, para demostrar que la construcción modular puede aportar agilidad sin necesariamente perder identidad.