Durante los últimos años, el uso de materiales translúcidos en la arquitectura brasileña ha sido una tendencia creciente. El vidrio laminado translúcido, el policarbonato y el acrílico son sólo algunos de ellos. Si bien cuentan con diferentes ventajas y desventajas en relación al costo, la resistencia al impacto, el aislamiento térmico y acústico, lo que los une es su condición de brindar un diálogo constante entre el interior y el exterior.
Ya sea mezclándose o destacándose, encarnando transparencia o solidez, expresando tosquedad o suavidad, una fachada es el medio a través del cual nos relacionamos con la arquitectura. Cuenta una historia y, a menudo, puede marcar la pauta para el resto del interior. Pero además de definir una experiencia puramente visual, la envolvente de un edificio también debe ser práctica, duradera y tener la capacidad de gestionar adecuadamente las necesidades de iluminación y ventilación natural.
Al fin y al cabo, al ser el punto de contacto con el exterior, es responsable de mitigar los sonidos y brindar protección contra las condiciones climáticas, como el viento, la lluvia, el calor y la humedad. Por lo tanto, al diseñar una fachada, es importante tener en cuenta un equilibrio entre el rendimiento y una estética hermosa. Por supuesto, muchos materiales cumplen con éxito estos criterios. Pero cuando se trata de crear un ambiente reconfortante, lleno de luz y al mismo tiempo garantizar resistencia, facilidad de instalación y versatilidad, las propiedades de los paneles de policarbonato translúcido parecen no tener comparación.
Las personas tienen necesidades fundamentales que deben satisfacerse para sobrevivir, incluyendo el oxígeno, el agua, la comida, el sueño y el refugio. También tienen requisitos secundarios, uno de los cuales es la luz del día. Al pensar en cómo los edificios pueden mantener a las personas saludables, es importante recordar que la luz natural es esencial para el bienestar. De hecho, los ritmos circadianos humanos dependen de ella.
A la hora de crear espacios arquitectónicos, numerosos arquitectos y arquitectas coinciden en que no solo es importante, sino también necesario, incorporar luz natural en los interiores, abordando diversas estrategias para regular su cantidad y definir cualidades como su matiz y direccionalidad. A pesar de esto, en proyectos residenciales, donde los requerimientos de privacidad suelen ser mayores que en, por ejemplo, edificios de usos compartidos –oficinas, restaurantes, locales-, a la hora de definir las características de los cerramientos muchos optan por operar con materiales que aseguren grados de protección visual más altos y diluyan el contacto con los exteriores públicos -ya sea mediante la incorporación de elementos opacos, o mediante envolventes y tamices-. Sin embargo, hay algunos materiales que permiten asegurar el ingreso de una gran cantidad de luz natural controlada durante el día, pero sin que ello implique una pérdida de privacidad.
En el apogeo de la arquitectura moderna, arquitectos como Le Corbusier y Mies van der Rohe exaltaron el valor estético de la blancura, ya que consideraban que connotaba pureza y sencillez. La Casa Farnsworth de Mies van der Rohe, por ejemplo, combinó la blancura despojada de su esqueleto estructural con amplias ventanas de piso a techo, utilizando la luz natural envolvente para elevar aún más las aspiraciones celestiales del espacio. Hoy en día, algunos arquitectos y diseñadores contemporáneos han desarrollado la estética sublime de la arquitectura moderna blanca mediante el uso de tabiques de tela translúcida, complementando la pureza de las paredes blancas con un juego etéreo de luces y sombras. A continuación, discutimos diferentes estrategias de diseño para trabajar con telas blancas, e incluimos dos ejemplos de proyectos que han utilizado telas translúcidas de formas serenas pero innovadoras.
https://www.archdaily.cl/cl/957035/atmosferas-blancas-como-crear-espacios-etereos-con-tabiques-de-telaLilly Cao
Diversificar los materiales de un espacio interior puede mejorar en gran medida su profundidad e interés visual. Al mismo tiempo, agregar particiones u otras delimitaciones en el espacio interno puede ayudar a organizar sus flujos, la circulación y la visibilidad. El policarbonato, un tipo de termoplástico ligero y duradero, es un muy buen medio para ambas funciones.
En bruto, el policarbonato es completamente transparente y transmite luz con casi la misma eficacia que el vidrio. Sin embargo, también es más ligero y resistente que el vidrio, y más resistente que otros plásticos similares como el acrílico, poliestireno, ABS o nailon, por lo que es una buena opción para los diseñadores que buscan materiales duraderos, resistentes al impacto y al fuego que aún transmitan la luz. Al igual que el vidrio, es un filtro UV natural y se puede colorear o teñir para lograr translucidez, pero también es valorado por su flexibilidad, lo que le permite adoptar cualquier forma o tamaño. Finalmente, es fácilmente reciclable porque puede licuarse en lugar de quemarse, lo que lo hace al menos más ecológico que otros plásticos termoendurecibles. Por ejemplo, el policarbonato reciclado se puede hacer reaccionar químicamente con fenol en una planta de reciclaje, produciendo monómeros que se pueden convertir nuevamente en plástico.
https://www.archdaily.cl/cl/948078/policarbonato-en-interiores-8-ejemplos-de-arquitectura-translucida-puertas-adentroLilly Cao
Campo Baeza afirmaba que “La luz es el material más hermoso, el más rico y el más lujoso utilizado por los arquitectos. El único problema es que se nos da gratuitamente, que está al alcance de todos y no se valora suficientemente” [1]. Numerosos arquitectos y arquitectas coinciden hoy en la importancia de las cuestiones lumínicas a la hora de crear espacios arquitectónicos, reflexionando sobre su calidad, cantidad, matiz y direccionalidad. A pesar de esto, a la hora de determinar las características de sus cerramientos, muchos optan por operar con materiales que aseguren grados de privacidad altos, ya sea mediante la incorporación de elementos opacos o envolventes que tamicen las visuales y diluyan el contacto con los exteriores públicos.
En determinados casos donde las características solares lo permitan, el desarrollo tecnológico actual permite la incorporación de sistemas de cerramiento traslúcidos que aseguren el ingreso de una gran cantidad de luz natural controlada durante el día pero sin que ello implique una pérdida de privacidad. Se trata de los sistemas de paneles autoportantes de vidrio tratado, que ofrecen la posibilidad de generar superficies completamente vidriadas, continuas, homogéneas, sin obstrucciones y translúcidas, que a la vez tamicen las visuales hacia el interior de los espacios. A continuación, presentamos 6 obras localizadas en Argentina que ejemplifican diversos modos de operar con estos sistemas.
Las fachadas translúcidas se componen de paneles "acristalados" ligeros que se utilizan en el exterior de los edificios, protegiendo la construcción del daño del clima, la humedad y la erosión. Su composición de microceldas de policarbonato entrega una luz suave y naturalmente difusa, integrando una amplia gama de colores, brillos y opacidades.
Al fijarlos en su lugar, a través de juntas ocultas, es posible ocultar elementos antiestéticos y ayudar a proteger a las personas de los dañinos rayos UV, asegurando también una máxima conducción térmica. Las personas que los utilizan notarán el ahorro energético al utilizar la luz natural para calentar e iluminar los espacios interiores, creando condiciones ambientales interiores muy atractivas para diferentes usos.
¿Cómo construir envolventes ligeras, con una confortable luz difusa y alta resistencia al impacto y al clima?
Compuesto de paneles de microcelda, el policarbonato ofrece diversas soluciones para el aprovechamiento de la iluminación natural en las envolventes arquitectónicas. Ya sea aplicado en fachadas, en espacios interiores o en cubiertas, las bondades del policarbonato como la ligereza, las líneas limpias, los paneles de colores y los efectos de luz, ofrecen una amplia libertad de diseño. La tecnología de paneles de microcelda reduce la necesidad de luz artificial y favorece la uniformidad en la difusión de la luz natural, logrando fachadas energéticamente eficientes y sensación de amplitud e iluminación en espacios interiores. Revisa, a continuación, 10 proyectos que han utilizado el policabonato como material envolvente.