Bienal Diálogos Impostergables: Muestra Internacional

La Muestra Internacional reúne la mayor parte de las propuestas exhibidas en la Bienal de Arquitectura y Urbanismo. Entrando al hall de acceso del edificio Difusión del PCdV (Parque Cultural de Valparaíso), la Sala de Visión Curatorial de la Bienal, despliega una serie de videos y escritos que nos permiten conectar con las siete líneas que conforman los Diálogos Impostergables, cada una designada con un color distinto:la Identidad (azul), lo Común (rojo), la Vulnerabilidad (verde), la Integración (amarillo), la Participación (naranjo), los Recursos (cian) y el Futuro (magenta).

Cortesía de XX Bienal de Chile

Al lado derecho de la sala encontramos ocho pantallas, cada una con una breve exposición de cada una de las líneas que se trabajaron en el encuentro. La visión general es entregada por Felipe Vera, curador general y director ejecutivo de la Bienal. Le siguen Rodrigo Tisi, director creativo y curador de proyectos especiales; Pola Mora, curadora del área Profesionales; Jeanette Sordi y José Mayoral, curadores del área Academia; Miguel Cancino y Claudio Magrini, curadores del área de Activismo; y Pablo Navarrete, del área Sector Público.

Proyectos finalistas y ganadores de la Muestra Internacional

Enfrentados a estas pantallas encontramos los 16 proyectos finalistas de la Muestra Internacional, la que consiste en 132 proyectos seleccionados a partir de una convocatoria abierta que reúne algunas de las más interesantes propuestas arquitectónicas a nivel nacional e internacional, emergentes y consolidadas. En esta instancia se entregaron cuatro premios el 26 de octubre, día de la Apertura de la Bienal: uno para el área Academia, uno para el área Séctor Público, otro para el área Activismo y, finalmente, el Premio MASISA del área Profesionales.

Los proyectos finalistas del área Academia fueron (i) After Belonging: Aquitectura y pertenencia, de After Belonging Agency, una exploración que “considera cómo los objetos, los espacios y los territorios participan en articulaciones contemporáneas de pertenencia y [que] propone trayectorias alternativas para su producción arquitectónica”; (ii) Weakcity, de Elisa C. Cattaneo, una investigación que “apunta a delinear una aproximación práctico-teórica para un diseño urbano renovado (…) [apostando por] una aproximación débil [que] es capaz de desafiar el evento-objeto arquitectónico y establecer metodologías de estudios urbanos al ir más allá del valor designativo de la arquitectura”; y (iii) El campamento recombinante y la ciudad que arrastra, de Alexandros Tsamis, donde se “propone un esquema en que la vivienda asociada a la minería se considera un gran stock material que puede ser movido, reconfigurado, reemplazado, reciclado y reutilizado como base dinámica de evolución de la industria en su conjunto”.

El proyecto ganador del área Academia fue Mapocho42K, de Mapocho42K Lab. En palabras de los curadores Jeannette Sordi y José Mayoral, se trata de: «un proyecto que nació en la academia y que, desde entonces, ha sido llevado adelante por Sandra Iturriaga y el equipo de Mapocho42K Lab, en colaboración con arquitectos, ciudadanos, instituciones. Es un proyecto está cambiando no solo la movilidad de Santiago, sino también el acceso a áreas verdes y oportunidades para los demás. El proyecto evidencia también la capacidad de la academia para anticipar cuestiones urgentes e impostergables, y además ser intérprete y promotor de proyectos transversales entre los poderes económicos, políticos, y ciudadanos».

Cortesía de XX Bienal de Chile

En el área Sector Público, los proyectos finalistas fueron (i) Habitabilidad: un derecho social impostergable, de Habitabilidad FOSIS, un programa que ya ha atendido a más de 115 mil familias de todo Chile y “busca entregar un servicio integral compuesto por activos tangibles (reparaciones, ampliaciones, entrega de equipamiento) e intangibles (taller de formación de hábitos saludables)”; (ii) Red Imán: Cuidado infantil intergeneracional, de Mayors’ Challenge: Municipalidades de Pudahuel + Valdivia +  Estación Central + Santiago, propuesta que “vincula a residentes mayores voluntarios con padres trabajadores, fomentando así la valoración comunitaria y ofreciendo un servicio esencial (…) [integrando] adultos mayores, niños y padres, en la conformación de una visión de ecología social, restaurando el tejido comunitario”; y (iii) Programa de aumento de cobertura en educación inicial, de la Junta Nacional de Jardines Infantiles, una iniciativa gubernamental destinada a aumentar la cobertura en educación inicial en más de 50 mil cupos y que considera un nuevo programa arquitectónico “que actualizó las superficies y cantidad de recintos pedagógicos y administrativos (…) [elaborando] directrices de diseño que contemplan sistemas y materiales pensados en facilitar la labor educativa y operación de los nuevos jardines infantiles”.

El proyecto ganador del área Sector Público fue Hábitat patrimonial y mixidad social en Santiago, de Mireya Danilo + Jaime Pujol + Georges Bonan, grupo de trabajo e investigación destinado a enfrentar las consecuencias negativas del Plan de Repoblamiento de la Municipalidad de Santiago en los años noventa, identificando seis objetivos básicos para enfrentar los nuevos desafíos del territorio: “recuperar la armonía entre patrimonio y densificación; incrementar las viviendas sociales en la comuna; recuperar cités; rehabilitar espacios públicos para redinamizar los barrios; incluir a los adultos mayores; y relanzar el desarrollo económico local”.

Del área Activismo, los proyectos finalistas fueron (i) Sembrando Ciudad, de Enlace Arquitectura, un programa destinado a crear espacios públicos en doce comunidades vulnerables de Venezuela y que “apuesta a producir espacios públicos como estrategia de transformación urbana, considerando que este tipo de iniciativas no cuentan con vías definidas para su creación, ni mecanismo de financiamiento”; (ii) Irradiar desde la quebrada, de TAC / Taller de Acción Comunitaria Cerro Cordillera, una iniciativa que incorporó a vecinos y organizaciones del Cerro Cordillera de Valparaíso para la recuperación de dos espacios públicos colindantes a la sede de TAC que por décadas habían sido usados como basural y estacionamiento; y (iii) el Proyecto Residencial Maestranza San Eugenio, del Centro Cultural Ukamau «Así Somos», destinado a solucionar la condición de 425 familias que vivían en condición de allegados en la población Santiago, en Estación Central, realizando la reconversión de una superficie tres hectáreas de la antigua maestranza San Eugenio, proveyendo así una solución habitacional de calidad y en el sector a las familias afectadas.

Cortesía de XX Bienal de Chile

El proyecto ganador del área Activismo fue El caso Punta del Sol, desarrollado por la Fundación Urbanismo Social, el que consistió en el desarrollo de un Modelo de Urbanismo Social Preventivo en el barrio Punta del Sol de la ciudad de Rancagua, proponiendo que “la vivienda es el principio y no el fin” y cambiando el foco “de dar la mejor solución habitacional a construir barrios donde las familias se sintieran felices de vivir”. A juicio de los curadores Claudio Magrini y Miguel Cancino, la labor de la Fundación “integra a la calidad arquitectónica la calidad del espacio social y, con su extenso trabajo en terreno, fortalece aquel tejido social necesario para que el barrio y el espacio público sean apropiados por la comunidad y sean sustentables en el tiempo”. Actualmente, el 90 por ciento de las familias que habitan Punta del Sol han respondido positivamente al proyecto de la Fundación, siendo la vinculación con la comunidad “la variable de mayor incidencia en la percepción de felicidad de los habitantes”.

Por último, en el área Profesionales, fueron finalistas del Premio MASISA los proyectos (i) Santiago Babylon. Inmigración y comercio: Procesos de transformación en Santiago Centro, de ariztíaLAB, una investigación orientada “a la comprensión de los procesos de transformación del sector y se desarrolla a partir de una reconstrucción narrativa de las diversas historias y relatos de las personas y comunidades que lo habitan cruzadas con las distintas tipologías arquitectónicas que existen en la manzana” de la calles Monjitas (sur), Santo Domingo (norte), San Antonio (oriente) y Paseo 21 de Mayo (poniente) en el centro de Santiago; (ii) la Capilla Totihue, de Gonzalo Mardones V. | Arquitectos, un edificio “solicitado y levantado por sus usuarios, principalmente mujeres, quienes estuvieron a cargo de conseguir fondos y motivar a la comunidad” luego del terremoto del 2010 que afectó a gran parte del país; y (iii) Combatir barreras, habitar el borde, de Rozana Montiel | Estudio de Arquitectura, proyecto de rehabilitación del espacio público en un barrio de México, logrando que los residentes “renunciaran al 95 por ciento de los enrejados que habían colocado a lo largo de los años (…), introduciendo una cubierta con programa multifuncional para diferentes usos (…), sustituyendo el aislamiento vertical del muro y rearticulando el tejido social”.

Cortesía de XX Bienal de Chile

El proyecto ganador del Premio MASISA fue EA-HR | Arquitectura Emergencia y Derechos Humanos, organización internacional sin fines de lucro, con sedes en Copenhague, Roma y Santiago de Chile. Señala la curadora del área Profesionales, Pola Mora, que “EA-HR se enfoca en mejorar la respuesta de la arquitectura ante los desafíos de la sociedad contemporánea. A través de proyectos como las Escuelas en el Campo de Refugiados de Zaatari, en Jordania, se nos presenta el amplio camino que la arquitectura tiene por recorrer, considerando los dos tercios de la población mundial que actualmente no tienen acceso a la arquitectura profesional”.

Muestra Archivo Provisional

Subiendo la escalera de la Sala de Visión Curatorial podremos ver la muestra Archivo Provisional, una investigación dirigida por Fernando Portal junto a Fernando Carvajal, Pedro Correa y Rayna Razmilic. Se trata de un archivo que consolida los 40 años de existencia de la Bienal en un solo cuerpo visual, el que “pretende no sólo formalizar un registro en proceso de la bienal como institución, sino también situar la versión actual en un proceso histórico del cual ésta es solo su última manifestación (…) [Se trata de] un comentario sobre la bienal en curso y a la vez, [de] un mecanismo para revelar como cada versión es un comentario sobre 40 años de la historia múltiple y compleja de esta institución”.

Cortesía de XX Bienal de Chile

Muestra Internacional

Cruzando el Archivo llegamos al backstage del auditorio del PCdV, lugar que por primera vez se abre al público general, lo que da la oportunidad de conocer y experimentar lo que es estar por detrás o por arriba de un escenario. Es en este lugar donde se encuentra el resto de la Muestra Internacional de la Bienal, la que expone 116 proyectos.

Cortesía de XX Bienal de Chile

Los siete colores de las líneas curatoriales tiñen el recorrido de la muestra. Entrando por la izquierda, nos encontramos la zona naranja, con proyectos vinculados a la Participación desde distintas perspectivas. Proponiendo un cruce con la educación está Academia No Simulada: La realidad como territorio de aprendizaje de la agrupación de arquitectos ecuatorianos Al Borde, proyecto que propone un entrenamiento inmersivo en la realidad local, apuesta que se funda en que “la realidad no se simula y debe ser enfrentada (…) [entendiendo] la academia como una plataforma que permita el desarrollo de los múltiples perfiles del arquitecto” como diseñador, investigador, relacionador público, constructor y gestor.

Entendiendo la participación como mecanismo de creación de comunidad encontramos P|A|N — Proyecto Amasandería Nacional de la artista Catalina Pollak, “una panadería móvil que invita al público a amasar y hornear pan en el espacio público, (…) [explorando] cómo la agencia del juego puede fomentar la participación y convertirse en vehículo de integración social”. La panadería móvil recorrió durante diez días las calles del Barrio Yungay en Santiago, invitando a la comunidad “a participar de la acción colectiva de producir pan (…) [transformando] los espacios públicos intervenidos en espacios de inclusión e intercambio”.

Cortesía de XX Bienal de Chile

Situaciones de conflicto también podremos encontrar en el caso presentado por el arquitecto Cristóbal Tirado en Parque Museo Humano San Borja ¿Participación ciudadana o activismo vecinal? Las múltiples causas que impidieron la construcción del parque-museo en el sector del barrio San Borja—que incluiría un gran conjunto de obras del escultor Mario Irarrázabal—llevan al autor a lamentar que “la posibilidad de renovación e inyección urbana se desvanecen por la falta de respeto a los procesos democráticos, el temor a asumir costos por parte de la autoridad y egoístas intereses vecinales” contribuyan al deterioro sistemático del barrio y al futuro incierto del proyecto.

En el área de lo Común, de luz roja, podremos conocer el trabajo de organizaciones como la Fundación Mi Parque en Chile y el Taller de Diseño EDU, formado al alero de la Empresa de Desarrollo Urbano de Medellín, Colombia. Ambas organizaciones, una como fundación y otra desde una empresa pública, han logrado generar metodologías de participación que facilitan el encuentro entre el sector público, las empresas y la sociedad civil para lograr resultados arquitectónicos y urbanísticos de alta calidad, recuperando espacios públicos.

Cortesía de XX Bienal de Chile

En la zona amarilla dedicada a la Integración encontramos una detallada investigación dirigida por Alejandra CeledónEstado de excepción—, que describe la “reubicación de cientos de personas de sus hogares y barrios a la periferia de la ciudad de Santiago a lo largo de los años ochenta”. La investigación pone de relieve una especie de medalla-llavero que el gobierno de la dictadura entregaba a los habitantes desplazados, ilustrándose plenamente en este objeto la pérdida de la idea de la vivienda social como derecho y su transformación en un objeto de consumo, con la consiguiente “segregación y atomización del territorio” en la ciudad de Santiago: una “ciudad herida”, como dijo Alfredo Jaar en su conversación durante la apertura de la Bienal.

Cortesía de XX Bienal de Chile

Más adelante encontramos dos proyectos que se proponen enfrentar la segregación a través de la arquitectura en la ciudad de Santiago. Uno es Santiago Inclusivo: Neocité San Francisco, del arquitecto Iván Theoduloz. Definiendo su práctica como “acupuntura urbana”, Theoduloz reactualiza la tipología del cité para la construcción de viviendas sociales en el centro histórico de Santiago y la realización una efectiva integración territorial en la ciudad. Otro es el Conjunto habitacional Las Perdices, destinado a 151 familias allegadas en la comuna de La Reina. Diseñado por Pedro Gubbins, Pablo Talhouk y Antonio Polidura, con financiamiento de la Municipalidad y del Estado,el Conjunto es el “primer proyecto habitacional que se construye en la comuna de La Reina desde los años noventa”. En una actitud más alejada del diseño y más cercana al activismo, podremos ver La arquitectura como herramienta política de Ateliermob, de Portugal. Ubicado en uno de los países más afectados por las recientes crisis económicas en la Unión Europea, la agrupación liderada por Andreia Salavessa y Tiago Mora Saraiva plantea su labor “desde la lucha por los derechos humanos, desarrollando proyectos sobre el derecho de acceso a agua, derecho a la vivienda o la reivindicación de prácticas democráticas de participación ciudadana y estrategias de inclusión de minorías y perspectivas de género”.

Cortesía de XX Bienal de Chile

En el área dedicada al Futuro se encuentra uno de los proyectos destacados de la muestra: Arquitectura, ciudadanía y aprendizaje, de la organización interdisciplinar Aldea, dedicada principalmente a implementar proyectos educativos que vinculen a niños, niñas y jóvenes con la arquitectura y la apreciación del entorno en Chile. En la zona de luz azul, de la Identidad, se ubica Reclaiming Heritage, un equipo internacional que explora los usos de materiales de construcción recuperados en zonas de desastre, privilegiando la permanencia de valores culturales y patrimonio material mediante reciclaje y reutilización, con el fin de “contrarrestar las pérdidas de la cultura constructiva tradicional” de las zonas afectadas. Su proyecto para la Bienal, Recuperando el conocimiento experiencial desde los márgenes, expone casos en Chile y Haití donde ha participado este equipo.

Otros proyectos vinculados al diseño en zonas de desastre también se encuentran en la curaduría sobre la Vulnerabilidad (verde). Entre ellos podemos ver los modelos de vivienda de emergencia en Chile propuestos en Inestabilidad, impermanencia y emergencia, de la comunidad de arquitectos y diseñadores provenientes de Concepción, República Portátil. La asociación propone pensar las emergencias como “una oportunidad de crear instrumentos para satisfacer nuestras necesidades básicas y buscar nuevas formas de habitar que se adapten al momento y al territorio”.

Cortesía de XX Bienal de Chile

En la misma zona encontramos un modelo de un Taller para un emprendimiento familiar de Jaime Ovando Cid,proyecto realizado en el marco del Programa de Habitabilidad del Ministerio de Desarrollo Social. El trabajo expone el caso de un proceso formalización y fortalecimiento de un emprendimiento familiar y se muestra “como una alternativa a los talleres familiares que surgen (…) en la propia vivienda (…) [y] una manera de fortalecer y consolidar una organización comercial, siendo capaz de replicarse en condiciones similares de emplazamiento, donde la carencia de espacio en un terreno predomina”. Temporalmente permanente de Enable Foundation, expone los resultados de dos años de trabajo de campo de la fundación en Hong Kong junto a personas que viven en la calle y residentes sin hogar. Con un enfoque de diseño participativo, la fundación propone “iniciar proyectos valorando la ingeniosidad de las comunidades autoconstruidas, andes que de que sean permanente borradas por decisiones políticas”.

Hacia una ruralidad: Codependencia urbana y rural, en la sección de Los Recursos, presenta el proceso de creación comunitaria para la planta de procesamiento de café Central de Beneficio Farallones, desarrollado por AGENdA, oficina liderada por el colombiano Camilo Restrepo, invitado especial a la Bienal. Señala el arquitecto que se trata de una iniciativa destinada “no solo contener la migración de campesinos caficultores a la ciudad, sino también estimular una nueva generación de caficultores jóvenes a construir una ruralidad a partir de un bienestar social codependiente de las dinámicas globales, pero con impacto local”.

Cortesía de XX Bienal de Chile

 

Sobre este autor/a
Cita: Domingo Martínez. "Bienal Diálogos Impostergables: Muestra Internacional " 04 nov 2017. ArchDaily en Español. Accedido el . <https://www.archdaily.cl/cl/882948/bienal-dialogos-impostergables-muestra-internacional> ISSN 0719-8914

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