
Toda normativa nace con una intención clara: establecer un punto de partida. Es una forma de fijar un mínimo, de ordenar aquello que antes quizá se asumió de forma implícita o carecía de un marco común. Pero, como todo lo que involucra a la arquitectura —y especialmente nuestra forma de habitar—, estos marcos también evolucionan: se amplían, se ajustan y se vuelven más detallados en torno a nuevos modelos de vivienda sostenible. Este es el caso de la nueva normativa térmica en Chile, que no surge de cero, sino que forma parte de un proceso continuo que ha ido incorporando progresivamente nuevos criterios de eficiencia energética, contenidos en la Ordenanza General de Urbanismo y Construcción (OGUC).
En el pasado, la actualización de esta normativa incorporó mejoras en diversos elementos de la envolvente térmica, como muros, pisos ventilados, ventanas y, más adelante, puertas y sobrecimientos, con el objetivo de aumentar el confort y la eficiencia energética. Paralelamente, se implementó la Calificación Energética de Viviendas (CEV), un instrumento que utiliza una escala alfabética para evaluar el desempeño energético, donde la letra G indica el nivel más bajo y la A+ el óptimo. Esta evaluación compara el consumo energético de la vivienda con una referencia estándar, de modo que una calificación más cercana a la A+ refleja un mayor ahorro energético y, por tanto, una mayor eficiencia.

¿Cuáles son los principales cambios en este contexto? La nueva normativa térmica hará obligatoria la CEV —hasta ahora de carácter voluntario— para todos los proyectos nuevos que obtengan su permiso de edificación. Además, amplía de 7 a 9 el número de zonas climáticas y eleva las exigencias en cuanto a transmitancia térmica y capacidad aislante de diversos elementos de la envolvente opaca. En este escenario, y con el fin de anticiparse a su implementación, Owens Corning Chile (Transaco) ha analizado en detalle las implicaciones de la normativa tomando como referencia las Soluciones Constructivas Tipo: Santiago Zona D, y cómo estas responden a los nuevos requerimientos según cada elemento de la vivienda y el valor R100 a cumplir (resistencia térmica medida sobre un espesor estándar de 100 mm).
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Muro exterior
La nueva actualización de la normativa implica un incremento del 318% en el valor R100 de aislación térmica para muros exteriores. Esto se debe a que, mientras la normativa vigente establece un valor de 40, la nueva exige un valor de 167. Como resultado, utilizando poliestireno expandido (EPS) con una densidad de 15 kg/m³, el espesor del aislante se duplica, pasando de 30 mm a 60 mm.
En comparación al emplear Foamular®, poliestireno extruido (XPS) de Owens Corning Chile (Transaco) con una densidad de 24.8 kg/m³, el espesor necesario disminuye un 37%, reduciéndose de 60 mm a 38 mm. Esto significa que, al optar por materiales de mayor densidad y mejor rendimiento térmico, es posible cumplir con las exigencias de la normativa sin aumentar excesivamente el grosor del aislante, optimizando así el espacio y la eficiencia constructiva.

Piso ventilado
Para este elemento el ajuste normativo implica un incremento del 33% en el valor R100 de aislación térmica pasando de 126 a 167. Para cumplir con este requerimiento al utilizar lana de fibra de vidrio genérica con una densidad de 11 kg/m³ el espesor del aislante aumenta un 50% pasando de 40 mm a 60 mm. En cambio al emplear poliestireno extruido (XPS) con una densidad de 24,8 kg/m³ el espesor necesario se reduce un 47% disminuyendo de 60 mm a 31,7 mm. Por lo tanto la elección de materiales con mejores propiedades térmicas permite ajustarse a los nuevos requerimientos sin incrementar significativamente el grosor del aislamiento.

Sobrecimientos
Ahora se incorpora la exigencia de aislar térmicamente los sobrecimientos, con una resistencia igual o superior a la indicada en la tabla comparativa de zona térmica y valor R100. El material aislante debe colocarse por el exterior, cubriendo desde el nivel de piso terminado hasta el hombro de la fundación o 30 cm bajo el nivel del terreno. En estas condiciones, Foamular® 250 XPS en espesor de 1" (25,4 mm) cumple con los requerimientos a nivel nacional. Como el material queda en contacto con el suelo, su baja absorción de agua resulta especialmente relevante.

Puertas
A partir de esta actualización, se establece un valor uniforme para todas las zonas del país: valor R100 a cumplir 59. Esto marca un avance hacia un estándar claro y consistente que busca mejorar la eficiencia térmica en las viviendas. Para cumplir con este requisito, la solución propuesta es el sistema Sinfonía, que combina aislamiento de espuma de poliuretano de alta densidad y revestimiento de acero galvanizado por inmersión en caliente, diseñado específicamente para optimizar el rendimiento aislante y adaptarse a las diversas condiciones climáticas del país.

Esta reglamentación térmica, que entrará en vigor en noviembre de 2025, representa una oportunidad para repensar el diseño de las edificaciones en torno a la descarbonización y la acción climática. Si bien exigirá ajustes por parte de diseñadores y constructores, también abre la puerta a beneficios concretos, como una menor demanda energética y una mejora sensible en el confort interior. Al establecer nuevos criterios para evaluar viviendas —y próximamente también hoteles, centros de salud y educativos—, el impacto se proyecta hacia ciudades capaces de responder de manera más efectiva a uno de los desafíos centrales de la arquitectura: la eficiencia energética.
Para conocer más sobre soluciones de aislación térmica, visite la página web de Owens Corning Chile (Transaco) o consulte su catálogo de productos en ArchDaily. Para más información, contacte a Felipe Rojas en Felipe.Rojas@owenscorning.com.






