El río Shing Mun en Sha Tin, una ciudad en Hong Kong, ha luchado contra la contaminación por desechos plásticos durante años. Los desechos domésticos que no se reciclan adecuadamente terminarán en los vertederos o flotarán en el río. En 2018, se descubrió que casi 17 millones de artículos de plástico, o 40.000 artículos diarios, se drenaron al océano a través del río Shing Mun, siendo en su mayoría envases de alimentos, cubiertos y botellas de plástico. Esta gran cantidad de contaminación en el río y en el medio ambiente circundante, podría eventualmente poner en peligro el ecosistema natural de manera irreversible.
Vista general del edificio industrial revitalizado. Imagen cortesía de Foster + Partners
La oficina británica Foster + Partners está liderando una importante obra de renovación para un edificio histórico en Madrid, España. El proyecto consiste en la construcción de un complejo corporativo para Acciona y busca revitalizar un antiguo edificio industrial abandonado, construido en 1905, creando más de 10 mil metros cuadrados de oficinas.
El reciclaje y la reutilización de materiales sigue ganando espacio y relevancia en la industria de la arquitectura y la construcción. Esta práctica se ha establecido como una importante alternativa a los métodos de construcción más tradicionales, ofreciendo una solución más económica y sostenible cuando se aplica conscientemente. Además de contribuir sustancialmente al ahorro de recursos y materias primas, el establecimiento de plantas de reciclaje también presenta una oportunidad para la generación de nuevos puestos de trabajo, desde la recogida, el transporte y la elaboración hasta la comercialización de materiales y productos resultantes de los procesos de reciclaje. Además, las estaciones de procesamiento de desechos sólidos también pueden incorporar sistemas de producción de energía, lo que reduce al mínimo los gastos de funcionamiento y el impacto general de la construcción de esos edificios.
Con el aumento en los niveles de emisión de contaminantes a lo largo de los años, también ha aumentado la preocupación sobre las acciones que se pueden tomar para minimizar el daño causado al planeta. Como una forma de promover la reducción o la no generación de residuos, surge el principio de las 3 R: reducir, reutilizar y reciclar. Estas acciones, junto con la adopción de patrones de consumo sostenibles, se han promovido como una forma de proteger los recursos naturales y minimizar el desperdicio.
Es sabido que no todos los tipos de plástico son reciclables y que incluso actualmente, no todos los que han sido etiquetados como materiales aptos para reciclaje –catalogados por su composición- efectivamente se reciclan, por lo que el problema mundial respecto al tratamiento de los desechos plásticos no está ni cerca de ser resuelto. Los procesos de reciclaje, generalmente determinados por factores como las legislaciones locales y la economía, cubren posiblemente alrededor del 20% de la demanda anual de plásticos, dejando una gran cantidad de producción sin atender, la cual es suplida con la generación de más material nuevo, condenando a que el plástico perdure para siempre en nuestro medio ambiente. El plástico reciclado, además, para poder competir con el plástico producido sin recuperación, debe cumplir con ciertas normas de calidad y precio, por lo que la transformación no solo debe ser sostenible, sino también eficiente y económicamente viable.
ROGP o “Rejects of Glass & Plastics Technology” es una tecnología única que puede, al mismo tiempo, reciclar todos los tipos de vidrio y los más de 80 tipos de plásticos (incluso los que han sido etiquetados como "no reciclables" por su complejidad técnica o por cuestiones económicas) para generar un nuevo compuesto.
Con el objetivo de motivar a los arquitectos a convertirse en agentes activos en el reciclaje sostenible, esta semana presentamos una selección de fachadas que trabajan con distintos materiales reciclados. Más allá de los típicos usos del plástico y el vidrio, en este articulo encontrarás innovadores materiales como resortes de colchones, recipientes de helados, sillas plásticas y desechos de productos agrícolas e industriales.
Encuentra nuevas ideas de cómo hacer una fachada atractiva utilizando materiales reciclados, a través de 21 proyectos notables.
Depósito de materiales de construcción reciclados en espera de reutilización. Imagen cortesía de ingenieros de NY
"Fuera lo viejo y bienvenido lo nuevo" ... o eso dicen. En los Estados Unidos, una nube de polvo y escombros combinada con una bola de demolición y una excavadora tiende a representar signos de progreso, innovación, actividad económica y la esperanza de un futuro mejor a través del diseño arquitectónico.
Casa Qingxiao / Shulin Architectural Design. Imagen cortesía de Yilong Zhao
Restringida por la falta de transporte y recursos, la arquitectura vernácula ha comenzado a adaptar la estrategia distinta de utilizar materiales locales. Al analizar proyectos que han incorporado con éxito estas características en su diseño, este artículo ofrece una visión general de cómo los materiales tradicionales, como azulejos, metal, rocas, bambú, madera, tierra apisonada y ladrillos se están transformando a través de la arquitectura vernácula en China.
El concepto de Design for Disassembly (DfD), o "diseño para el desmontaje", es una práctica que ha ido ganando impulso en los últimos años entre los arquitectos de todo el mundo. Este enfoque revela una creciente preocupación por el consumo excesivo de recursos naturales, los desechos y las bajas tasas de reciclaje en la industria de la construcción. El siguiente artículo pretende analizar en detalle esta nueva tendencia en la arquitectura, presentando algunas pautas de diseño que contemplan la posibilidad de desmontar y reciclar edificios en el futuro, ofreciendo una mejor comprensión de este concepto y su impacto en la práctica profesional de la arquitectura y la economía circular.
El reciclaje ha sido durante mucho tiempo un punto de entrada al diseño sostenible. Es personal debido a la escala micro que permite las personas reducir el desperdicio y preservar la energía. Pero entre la escasez de recursos, la pérdida de hábitat ambiental y la crisis climática global, ha habido un cambio en las prácticas diarias hacia un pensamiento más cíclico. Cada vez más, la necesidad de mantener la vida es parte de un proceso continuo de producción, reabsorción y reciclaje donde los desechos se convierten en insumos para la producción.
Como alternativas a la producción de materiales en la industria de la construcción, que se caracteriza por los elevados gastos de energía y los altos niveles de contaminantes que se liberan a la atmósfera, el reciclaje y la reutilización de materiales y estructuras se han hecho cada vez más comunes en la arquitectura. La principal diferencia entre estos métodos es que, mientras que el primero emplea cierto gasto de energía en el tratamiento del material antes de su nuevo uso, el segundo no requiere este proceso, reutilizándolo en la forma en que fue desechado.
Hacer que el reciclaje de materiales sea común dentro del campo arquitectónico requeriría un enfoque de arriba hacia abajo para adaptar los procesos y estándares de la industria creando un marco adecuado para la tarea. Sin embargo, los esfuerzos individuales están generando cambios dentro de la profesión, presionando para que se reconsidere la relación de la arquitectura con el desperdicio. Este artículo analiza algunas de las iniciativas que encabezan la transición hacia una práctica común de reciclaje de materiales.
Ya sea por la demolición total de un proyecto, por un reemplazo tecnológico –en la búsqueda de un sistema de cubierta más efectivo- o por el cambio parcial por rotura o desgaste de piezas particulares, las tejas suelen ser elementos que se acumulan con relativa facilidad entre los desperdicios de obra. Como su costo de producción es usualmente bajo, se las recicla o reutiliza con poca frecuencia y si se lo hace, en general, es bajo su misma función original -es decir se las limpia y se las coloca nuevamente en otro techo-. Por suerte, junto con la creciente toma de conciencia respecto a los costos ambientales de la producción arquitectónica y el aumento del compromiso en el tratamiento de los desechos de obra, han surgido algunos proyectos que logran recuperar estos elementos de manera innovadora para darles, a través del reciclaje, una nueva vida en muros, fachadas, parasoles, solados y hasta mobiliario.
Amateur Architecture Studio, Museo Histórico de Ningbo, 2008. . Image Courtesy of Louisiana
En los últimos dos siglos, las ciudades en China se han multiplicado y han sufrido una gran y acelerada expansión demográfica. La demolición masiva de su paisaje histórico, está dejando restos industriales y restos de su cultura enterrados para siempre bajo brillantes y altos rascacielos. A medida que las antiguas ciudades chinas se derrumban y los nuevos centros urbanos se extienden, una parte de la ciudad se pierde y se descuidan elementos importantes de la cultura cívica y social. Wang Shu y Lu Wenyu, los primeros ciudadanos chinos en ganar el Premio Pritzker de Arquitectura, han estado lidiando con esta delicada situación a diario desde el comienzo de su carrera, desarrollando una arquitectura que busca construir puentes entre el pasado y el presente, trabajando con materiales reciclados y conocimientos tradicionales. A continuación, exploraremos algunas de las principales obras construidas por esta pareja, como el Museo Histórico de Ningbo, Ningbo (2008), la Academia de Arte del Campus Xiangshan de China, Hangzhou (2004) y el Museo de Arte Contemporáneo de Ningbo (2005).
Habitualmente, los revestimientos modulares para fachadas y envolventes entregan soluciones rápidas y eficientes, pero muchas veces carecen de riqueza y carácter al repetirse infinitamente, sin entrar en relación con el diseño arquitectónico y sus distintas funciones y requerimientos.
Estos paneles de espuma de aluminio se fabrican mediante un proceso de inyección de aire en aluminio fundido, que contiene una fina dispersión de partículas de cerámica. Estas partículas estabilizan las burbujas de aire y crean paneles que entregan un interesante nivel de detalle y variabilidad, generando fachadas únicas con diferentes niveles de textura, transparencia, brillo y opacidad. Sus paneles ultraligeros se pueden usar como planchas arquitectónicas planas, son 100% reciclables y están disponibles en formatos de tamaño estándar de hasta 3,66 metros de largo, aunque también existen paneles personalizados más largos.
Project.DWG y LOOS.FM han presentado su pabellón PET, una estructura temporal en un parque comunitario en los Países Bajos que se enfoca en los temas de construcción sustentable, reciclaje y desperdicio, repensando las formas en las que los edificios se piensan, se construyen y se utilizan. Específicamente, el pabellón es un estudio del uso de desechos plásticos como material de construcción.
Utilizando el marco elevado del Farnsworth House de Ludwig Mies van der Rohe, la estructura consiste en dos losas monumentales y una estructura de acero. "Desde el suelo hasta el techo, las hojas corrugadas transparentes de doble pared sostienen más de 40.000 botellas de plástico", con tapones de botellas unidos a los cuellos de botella que soportan el sistema.
RE:BUILD es un sistema constructivo diseñado y desarrollado por Pilosio Building Peace, con el objetivo de construir fácilmente campamentos para refugiados y espacio de asistencia en situaciones de emergencia. Se compone de estructuras modulares temporales, las que según las necesidades, pueden llegar a ser una casa, una escuela, una clínica, un comedor o cualquier otro recinto que sea requerido con urgencia.
Elise Morin y Clémence Eliard han creado esta instalación llamada “Waste landscape”, en el Centquatre en París, Francia. La instalación consiste en un paisaje artificial y ondulante, de 600 m2, cubierto por una armadura de 60.000 CDs reciclados, que han sido ordenados y cosidos a mano.