Todos los materiales provienen de algún lugar y forman parte de una cadena de extracción, suministro, producción y eliminación que, según su escala, deja huellas más o menos significativas en el medio ambiente. En arquitectura, solemos abordar este recorrido desde la perspectiva de la circularidad de los materiales, considerando cómo pueden reincorporarse a los ciclos de producción en lugar de convertirse en desechos. Pero al ampliar la mirada hacia lugares inesperados, emergen sistemas paralelos donde los subproductos de una industria se transforman en recursos para otra. Este enfoque ha encontrado un terreno fértil en los residuos orgánicos convertidos en biomateriales, siendo uno de los ejemplos más recientes el trabajo de Fahrenheit 180º. En su instalación From the Tagus to the Tile, reutilizan conchas de ostra desechadas por los sistemas alimentarios para reinterpretar los emblemáticos azulejos de Lisboa.
Cuando pensamos en ciudades, a menudo asumimos que la cuadrícula ortogonal es la norma: ordenada, predecible y racional. Sin embargo, muchas áreas urbanas alrededor del mundo, notablemente aquellas moldeadas por colinas y terrenos irregulares, desafían esta convención. En ciudades como Lisboa, en Portugal, las cuadrículas ortogonales aparecen solo en zonas más planas como Baixa, mientras que áreas circundantes como Alfama se adaptan orgánicamente a la topografía. Estas áreas crean formas urbanas más estratificadas, irregulares y visualmente dinámicas. Ereván en Armenia, ofrece otro ejemplo urbano de esta adaptación: el Complejo Cascade transforma una empinada colina en un espacio público aterrazado que conecta diferentes niveles de la ciudad mientras enmarca vistas panorámicas. Para otros países, esta respuesta a la topografía se vuelve aún más crítica. Ciudades como Tegucigalpa en Honduras o Valparaíso en Chile están definidas por terrenos empinados e irregulares que requieren que los arquitectos y arquitectas se involucren profundamente con la tierra. Diseñar en estos contextos, especialmente para proyectos residenciales, exige adaptación técnica y una comprensión contextual que permita que la pendiente se convierta en un elemento generador en el proceso de diseño.
El 2025 promete ser un hito en la arquitectura, anunciando un vibrante renacimiento de la creatividad y la exploración. A medida que las sociedades enfrentan desafíos como el cambio climático, la urbanización rápida y la evolución tecnológica, la arquitectura es tanto un espejo de estas dinámicas como una brújula que apunta hacia un futuro sostenible e inclusivo. El calendario arquitectónico de este año ofrece abundantes oportunidades para celebrar el poder transformador de la disciplina — desde festivales que desafían los límites hasta exposiciones que invitan a la reflexión y que exploran narrativas culturales y ambientales urgentes.
Museo Nacional de Arte Contemporáneo (MNAC) / Luis Manuel Pereira + del medio atelier + Baile Menduiña. Image Cortesía de del medio atelier
El concepto de Baile Menduiña y del medio atelier, coordinado por Luis Manuel Pereira, clasificó en primer lugar en el concurso público de diseño para el desarrollo del proyecto de remodelación y ampliación del Museo Nacional de Arte Contemporáneo MNAC, ubicado en el histórico barrio del Chiado en Lisboa. Entre los 29 proyectos presentados en el concurso, el jurado integrado por Carlos Bessa, Elisabete Moura y André Caiado distinguió a cinco proyectos en total y otorgó una serie de menciones honoríficas.