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Condiciones laborales: Las más recientes noticias y obras de arquitectura

Las y los arquitectos no son héroes, son trabajadores

La mayor parte del trabajo en la arquitectura es arduo y esto suele resultar en situaciones de injusticia. Durante la etapa académica, las soluciones a los problemas de la arquitectura y las ciudades se encuentran dentro del campo de la reflexión y la creatividad. Ese es el único momento en la vida de los profesionales donde sucede esto y, en muchos sentidos, esto no forma adecuadamente al estudiante de arquitectura para el mundo real, que es un mundo de trabajo pesado. En realidad, los arquitectos no son héroes

La arquitectura del trabajo: condiciones laborales y la nueva normalidad

El trabajo da lugar al diseño. Como el agregado del esfuerzo físico y mental utilizado en la creación de bienes y servicios, el trabajo está vinculado tanto a lo que creamos como a nuestro proceso. En un campo conformado por la producción, la arquitectura y el diseño dependen del trabajo de una amplia gama de profesionales. Pero a medida que los trabajadores dedican cada vez más horas y las medidas tradicionales de cambio de seguridad, han surgido cuestiones de prácticas laborales en medio de condiciones más amplias de la cultura laboral contemporánea.

Prohíben el uso de pasantes no remunerados para el pabellón de Serpentine 2019

Tras una controversia en torno a las pasantías no remuneradas en la oficina de los arquitectos del próximo Serpentine Pavilion, Junya Ishigami + Associates, la Serpentine Gallery ordenó a la oficina que pague a todo el personal que trabajará en el diseño del pabellón 2019. Las críticas a las condiciones de trabajo de los pasantes en la firma comenzaron con un correo electrónico que, según se informa, fue publicado por The Architects’ Journal, donde un posible pasante destacó la falta de pago, las semanas laborales de seis días y las largas horas de oficina.

¿Odias la arquitectura contemporánea? Culpa a la economía, no a los arquitectos

Este artículo fue publicado originalmente por Common Edge como "La política de la arquitectura no es una cuestión de gusto".

Recientemente, Current Affairs publicó un ensayo de Brianna Rennix y Nathan J. Robinson titulado "Por qué odias la arquitectura contemporánea: y si no lo haces, por qué deberías hacerlo". La pieza, escrita en un pseudo-divertido léxico de Internet donde todos los objetos de la crítica son "basura", está tan cargada de ironía, el más pobre de los sustitutos del análisis, que es difícil discernir un argumento central. Aún así, me gustaría cuestionar la premisa central de la pieza: que lo que los autores denominan "arquitectura contemporánea" es feo y opresivo, y que el hecho de que les guste no está lejos de lo inmoral.