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Arquitectos: Daniel Young, David Tapia, Jorge Arosemena, Rafael Watson
- Área: 6 m²
- Año: 2022

Durante la exposición del Congreso Mundial de Diseño en Londres, Zaha Hadid Architects presentó recientemente su diseño para un hábitat marino fabricado digitalmente en la zona de conservación del Parque Marino de Lantau Norte en Hong Kong. El evento tuvo lugar en el Barbican Centre entre el 9 y el 10 de septiembre, uno de los ejemplos más reconocidos de arquitectura brutalista en el mundo. Su tema, "Diseño para el Planeta", convocó a diseñadores y comisionados de diseño a asumir su encargo más crítico hasta la fecha: diseñar un futuro regenerativo ante el cambio climático y examinar el papel del diseño como herramienta para la acción ambiental. En este contexto, Zaha Hadid Architects presentó Nereid, un hábitat fabricado digitalmente desarrollado con tecnologías avanzadas de impresión 3D por D-Shape, destinado a apoyar la regeneración natural de los ecosistemas marinos.


Hacer preguntas es el primer paso para cuestionar lo que damos por hecho y abrir nuevas posibilidades para planear y construir. Estas preguntas, valiosas por sí mismas, adquieren mayor fuerza cuando se comparten y se examinan desde diferentes perspectivas. Al intersectar con las experiencias de profesionales y marcas, tejen miradas que enriquecen la discusión. Las ferias y eventos de diseño en todo el mundo se han convertido en espacios donde estas conversaciones cobran impulso, favoreciendo las conexiones y fomentando dinámicas colaborativas. En este panorama, Colombia se ha consolidado como un punto de encuentro, funcionando como plataforma que impulsa la arquitectura y el diseño en Latinoamérica y el Caribe, al tiempo que proyecta la voz de la región en el escenario global.







Comayagua es una ciudad en el centro de Honduras ubicada en un valle del mismo nombre. Ocupa un lugar fundamental en la historia de la nación, habiendo servido como su capital colonial y republicana temprana durante más de 300 años. Sin embargo, cuando la capital fue reubicada a Tegucigalpa en 1880, la expansión urbana de Comayagua se detuvo, preservando inadvertidamente un amplio y rico patrimonio. A principios de la década de 1990, gran parte del legado arquitectónico de la ciudad estaba en un estado de deterioro. Reconociendo la urgente necesidad de protegerlo, los gobiernos de Honduras y España iniciaron un esfuerzo colaborativo, con el objetivo de poner en marcha un programa de restauración a largo plazo para crear un marco de políticas que asegure la preservación del centro histórico de la ciudad por los años venideros.