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Arquitectos: Azimut 180°
- Área: 138 m²
- Año: 2024
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Proveedores: Deceuninck, Masisa, Cutek, Droptec, Linolie, +1
La Asociación de Arte de Japón ha nombrado al arquitecto portugués Eduardo Souto de Moura como el Laureado del Praemium Imperiale 2025 en Arquitectura. En su 36ª edición, el premio honra a artistas por sus logros de vida en los campos de la Pintura, Escultura, Arquitectura, Música y Teatro/Cine. El Praemium Imperiale fue establecido en 1988 para reconocer a individuos cuyo trabajo ha contribuido significativamente al enriquecimiento del paisaje cultural global. Souto de Moura fue reconocido por producir arquitectura que se compromete reflexivamente con el momento presente mientras mantiene una calidad atemporal.
Se espera que el entorno construido reduzca las emisiones de carbono, apoye la biodiversidad y responda a las condiciones ecológicas cambiantes, todo mientras proporciona vivienda para las comunidades y refleja sus valores culturales. En este paisaje cambiante, un estilo arquitectónico que alguna vez fue mal visto surge en una nueva forma sorprendente. El brutalismo, durante mucho tiempo asociado con la gravedad institucional y la austeridad material, ahora se está reformulando a través de un lente ecológico. Este movimiento híbrido, conocido como eco-brutalismo, combina el poder del concreto con la vegetación y estrategias de diseño sensibles al clima. El resultado es un conjunto de espacios que son visualmente impactantes, conceptualmente complejos y cada vez más populares entre diseñadores, urbanistas y el público en general.
Andanzas y visiones españolas es el libro en el que Miguel de Unamuno recoge sus vivencias durante excursiones por ciudades y paisajes del territorio español, acompañado de amigos y colegas. Más que una descripción geográfica precisa, el texto se compone de narraciones en las que cada región y cada rasgo del territorio deja una huella profunda en su pensamiento. El discurso literario entreteje activamente la diversidad del entorno, el clima y el contexto como hilos fundacionales, presentando el territorio no solo como un lugar físico, sino también como un espacio para la reflexión y la contemplación. Esta mirada atenta al paisaje —tan diverso dentro de la arquitectura española— también resuena en el entorno construido, fomentando en la práctica contemporánea una adaptación sensible a las variadas condiciones climáticas del país, tanto a través de estrategias de diseño como mediante la elección de materiales.