
-
Arquitectos: Gui Mattos
- Área: 991 m²
-
Proveedores: Arteal, Carlos Motta, Dpot, Estúdio Bola, Luís Hermano, +5



La arquitectura siempre ha jugado un papel clave al momento de dar refugio y protección a los seres humanos. En tiempos prehistóricos buscábamos protección en cuevas, aprovechando las estructuras rocosas para resguardarnos del clima y los depredadores. Con el tiempo, los refugios comenzaron a fabricarse con materiales que se encontraban en la naturaleza, como ramas, hojas y pieles de animales, evolucionando hacia viviendas más permanentes y complejas, con paredes de piedra, ladrillos o madera, techos para protegerse de la lluvia y el sol, y puertas para controlar el acceso. A medida que desarrollamos habilidades de construcción más avanzadas, la arquitectura ha evolucionado significativamente, levantando templos, palacios y fortificaciones que no solo proporcionaban refugio, sino que también simbolizaban poder, estatus e identidad cultural. Aun así, nuestros edificios pueden seguir siendo vistos como corazas que nos protegen del mundo exterior.
Desde las enormes piedras de los templos griegos hasta los rascacielos acristalados, trabajamos con una variedad de posibilidades y espesores para separar lo que consideramos interior y exterior. En este artículo exploramos la diversidad de espesores en la arquitectura, desde materiales simples hasta técnicas de construcción complejas, destacando cómo esta variación no solo entrega protección sino que también influye en nuestra percepción e interacción con el entorno construido.



El oficio de la arquitectura es definitivamente una práctica de aproximarse al otro. Si bien el producto que se espera del arquitecto es un elemento materializado, este debe responder de la manera más sensible a los habitantes que van a usar dicho elemento, es decir, a las personas que van a habitar ese espacio.
Alrededor de los años 80s y 90s se evidencia un momento de ruptura en la comprensión de ciertos fenómenos sociales que eran estudiados desde las Ciencias Sociales; es así que la espacialidad se convierte en un tema clave para ubicar los fenómenos sociales en espacios materiales. Esto dio paso a que surja una nueva perspectiva de investigación desde el llamado “Giro espacial en las Ciencias Sociales”. El cual, tiene como fin, ubicar en espacios materiales y concretos a los fenómenos sociales como el habitar, reconociendo que existe una agencia del espacio material sobre la vida social de las personas y viceversa.
*Este artículo fue enviado por Andrea Henríquez a través de nuestra convocatoria para publicación de investigaciones en arquitectura.





Los estudios de arquitectura suelen comenzar su proceso de diseño con un cliente, que proporciona un programa y un sitio. Alejandro Haiek, fundador de The Public Machinery, aborda las cosas de otra manera. The Public Machinery se describe a sí misma como una red de arquitectos y diseñadores que trabajan colectivamente, observando, imaginando y proponiendo intervenciones urbanas públicas de manera activa. Sus propuestas se encuentran en la intersección del arte, la arquitectura y la ingeniería, y entrelazan el compromiso comunitario, la ecología y las nuevas tecnologías en formas innovadoras de infraestructura social. Obtienen financiación a través de investigación y subvenciones públicas, lo que les permite crear espacios públicos que desafían las expectativas tanto en su proceso de diseño como en la forma que adoptan sus proyectos.
