
Los materiales para suelos a base de tierra comprenden elementos naturales como arcilla, arena, limo, cal y fibras orgánicas. Ofrecen tanto rendimiento estructural como compromiso sensorial cuando se utilizan en espacios exteriores e interiores. Debido a sus propiedades térmicas, durabilidad y cualidades sostenibles, estos materiales han evolucionado de técnicas de construcción vernáculas a elementos arquitectónicos de alto valor que siempre están siendo reinventados y optimizados. Existen varios tipos de pisos de tierra, cada uno ofreciendo beneficios únicos, y se utilizan cada vez más en entornos interiores.