
Ingrid Quintana presenta un balance crítico de las celebraciones del centenario de Bauhaus, apuntando hacia aspectos inexplorados de la relación entre la mítica escuela alemana y Latinoamérica: los difusos contactos transatlánticos, tejidos por los flujos migratorios de maestros y discípulos, y su pertinencia como categoría historiográfica para el examen de estéticas transicionales en el diseño regional.
















