Con una espectacular estructura amorfa, Bloodlust Wine Bar se encuentra ubicado en el Ejido El Porvenir, en el corazón del Valle de Guadalupe, Baja California, México. Sus orígenes se remontan a finales del 2019 bajo el ingenio de Juliette Cheanne, Poncho Muriedas y Yuri Muriedas, tres mentes sumamente creativas con una única misión en común: darle vida a un espacio gastronómico, en donde además de contar con una fachada arquitectónica inimitable concebida por el ilustrador surrealista Jaime Zuverza, el espacio también ofrecería una experiencia sonora y visual a todo aquél que visite el sitio.
El diseño del espacio y sus estructuras nacieron de la percepción del ilustrador Jaime Zuverza, cuyas obras psicodélicas fueron proyectadas al plano físico con el uso de materiales tradicionales de construcción, utilizando una técnica comúnmente conocida como ferrocemento. Al ser una habilidad poco conocida en la costa bajacaliforniana, se tomó la decisión de sumar al proyecto a un grupo de artesanos originarios del estado de Veracruz, quienes ya habían diseñado sistemas constructivos junto con el celebrado arquitecto Danilo Veras Godoy en su obra “La Casa de los Milagros”, ubicada en el estado jarocho.
Cabe mencionar que, aunque muchas personas han asumido que la obra imita la forma de un ajo, en realidad no podrían estar más equivocados. Al ser un restaurante-bar de vinos, el diseño está inspirado en la forma que adopta una gota de vino al caer, mejor conocida como una deposición. Dadas las dimensiones planas del terreno, la distribución espacial se dividió en diversas secciones a lo largo, separadas por un pasillo libre que las conecta; por un lado, una cúpula que lleva hacia los sanitarios; otra micro-cúpula en donde se encuentra el área de servicios que aloja a la cocina y bodega; y por último, tres pilares amorfos que abrazan el área del escenario.
Una vez dentro del espacio, lo primero que uno percibirá será la clase de píleo o sombrerillo en el techo que alberga el lugar. Al ser un diseño circular, el espacio permite que se aprecie cada detalle que se encuentra en su interior: lámparas colgantes de porcelana imperfectamente perfectas elaboradas por artistas plásticos locales y por supuesto, un sound system montado sobre una mesa de caoba, que además de haber sido elaborada especialmente para el lugar, es un elemento sumamente peculiar que cautivará la mirada de cualquiera que camine por ahí.
Más que ser otro proyecto que abre sus puertas en el Valle de Guadalupe, el conjunto de Bloodlust Wine Bar busca ofrecer alternativas gastronómicas locales y disciplinas creativas puedan coincidir a través de la música, el arte, la gastronomía y por supuesto, la arquitectura.
