7 principios en la construcción de una escuela sustentable

El pasado 19 de abril se inauguró oficialmente la primera escuela pública sustentable de Argentina en la localidad de Mar Chiquita.

El proyecto se materializó bajo el programa Una Escuela Sustentable, iniciativa de la organización uruguaya Tagma que propone construir una verdadera red de símbolos en la región -con una escuela pública sustentable en cada país de América Latina-, en conjunto con el asociado guerrero de la basura Michael Reynolds y su equipo de Earthship Biotecture.

Siete principios fundamentales y el proceso constructivo de este caso en unas palabras de los organizadores, a continuación.

© Lorena Presno - Una Escuela Sustentable

Bajo el método constructivo Earthship, desarrollado por el reconocido arquitecto Michael Reynolds, se construyó en tan sólo 45 días la primera escuela pública sustentable del país en la localidad de Mar Chiquita, provincia de Buenos Aires.

© Lorena Presno - Una Escuela Sustentable

La construcción de este edificio de 300 metros cuadrados destinado a la actual escuela N°12 del partido de Mar Chiquita, se desarrolló en tres etapas bien diferenciadas y contó con la participación de alrededor de 500 voluntarios.

A -  La primera etapa de preparación de obra fue liderada por el equipo de Tagma entre el 15 y el 28 de febrero e incluyó la recolección de los materiales reciclados a utilizarse en la construcción ( +2,000 cubiertas, +4,000 botellas de vidrio, +2,000 botellas plásticas, +14,000 latas y +2,000 metros cuadrados de cartón), su limpieza y clasificación, la preparación del terreno y la logística de compra y acopio de materiales de obra.

© Lorena Presno - Una Escuela Sustentable

B - El 1° de marzo dio comienzo la construcción de la nueva escuela, liderada por el equipo de Earthship Biotecture y el propio Michael Reyndols. Durante cuatro semanas, cerca de 100 voluntarios de más de 30 naciones del mundo llegaron a Mar Chiquita para aprender el método constructivo Earthship (navetierra en español) y ayudar a construir la escuela en un formato que intercala clases teóricas y prácticas en terreno. Los estudiantes se sumaron así a decenas de voluntarios, el equipo de Earthship, el de Tagma, el de N4VE (equipo argentino especializado en construcción de navetierras) y el de Amartya (socio local del proyecto).

© Lorena Presno - Una Escuela Sustentable

C - A continuación, tuvo lugar la etapa de terminaciones de obra, que tomó algo más de dos semanas y que incluyó dos talleres constructivos desarrollados por Tagma y N4VE y un trabajo fuerte en la obra, también articulado por Tagma, que convocó a vecinos, familias de la escuela N°12, voluntarios de todo el país, e instituciones que trabajaron en fechas particulares también de forma voluntaria. El pasado 17 de abril se realizó la entrega oficial de llaves de la primera escuela sustentable de la Argentina a los niños y niñas que la habitarán y el 19 de abril el Municipio de Mar Chiquita procedió a inaugurar la obra oficialmente.

Principios de Una Escuela Sustentable

Este tipo de construcciones cumple con siete principios fundamentales:

1. Utilización de energía renovables

En este caso, paneles fotovoltaicos que aportan toda la energía eléctrica que consume el edificio.

2. Acondicionamiento térmico pasivo

La posición del edificio, con su cara vidriada totalmente orientada hacia el norte, y cara sur rodeada por un grueso muro de neumáticos enterrado en un gran terraplén atravesado por 9 tubos de ventilación hacen que el edificio mantenga una temperatura estable entre los 18° y los 25° durante todo el año sin necesidad de recurrir a fuentes de calefacción o refrigeración artificiales.

© Lorena Presno - Una Escuela Sustentable

3. Captación de agua de lluvia

El techo inclinado de los salones capta el agua de lluvia que se almacena en 10 tanques con capacidad total de 28.000 litros que abastecerán al edificio por completo.

4. Reutilización de aguas

Se maximiza el recurso agua dentro del edificio mediante un sistema de distribución que filtra y limpia el agua para habilitarla para el consumo humano en las piletas de los baños. Desde allí, el agua recorre la huerta interior regando sus plantas y el restante se destina a las cisternas de los baños, desde donde termina enviándose a través de los inodoros a una fosa séptica conectada a una celda botánica que hará el tratamiento final de aguas de forma natural.

© Lorena Presno - Una Escuela Sustentable

5. Producción de alimentos

Tanto la huerta interior que recorre el pasillo frontal del edificio como una huerta exterior, producen alimentos orgánicos y saludables para el consumo de las personas que habitan el edificio.

6. Utilización de materiales reciclados

Se introducen en la construcción materiales considerados de residuo junto a materiales tradicionales y naturales.

© Lorena Presno - Una Escuela Sustentable

7. Factor humano

El último principio, incorporado por Tagma especialmente para el programa Una Escuela Sustentable,
es el factor humano. Un edificio de estas características necesita ser habitado y cuidado para su óptimo funcionamiento. Para esto, es importante trabajar sobre distintos valores que atraviesan el proyecto tanto desde el punto de vista constructivo, educativo y comunitario y que promueven el trabajo en equipo, la colaboración, la participación diversa, el cuidado del medio ambiente y el uso responsable de los recursos.

© Lorena Presno - Una Escuela Sustentable

La escuela construida en Argentina corresponde a la tipología Global Model. El Global Model es el tipo de Earthship mas utilizado en climas templados y fue el elegido tanto para la construcción de la primera escuela pública sustentable del continente en Uruguay en 2016, como para su primera réplica en Argentina en 2018. Se trata de una planta rectangular, larga y estrecha, alineada en el eje este-oeste para maximizar la exposición solar en la cara norte (en el hemisferio sur), y rodeada de un talud de tierra en toda su altura al este, oeste y sur.

© Lorena Presno - Una Escuela Sustentable

La planta rectangular se divide en su eje longitudinal en dos zonas bien diferenciadas, la de confort térmico y la del invernadero (fachada norte vidriada). La zona de confort térmico soporta las actividades inherentes al programa y la del invernadero cumple la doble función, de invernadero propiamente dicho y de circulación y vínculo entre las diferentes áreas de la zona de confort y el exterior.

Con este esquema general como base se pueden proyectar luego configuraciones y programas arquitectónicos diversos.

© Lorena Presno - Una Escuela Sustentable

La Escuela Sustentable No 12 de Mar Chiquita, provincia de Buenos Aires, Argentina, tiene capacidad para albergar aproximadamente 100 estudiantes, el Earthship cuenta con 3 aulas de 45m2 cada una, 2 baños, 2 salas técnicas, dos ingresos laterales techados y un invernadero de unos 90m2.

El Earthship tiene 3 puertas de acceso principal (al invernadero) que coinciden con las de cada aula y dos ingresos laterales. Los salones, baños y salas técnicas se ubican en la zona de confort térmico. Las aulas tienen capacidad para aproximadamente 30 estudiantes cada una. Entre dichas aulas se ubican los baños que cuentan con 3 lavatorios y 3 gabinetes de inodoros, 1 de ellos teniendo en cuenta las normas de accesibilidad universal. Detrás de cada baño se encuentran las salas técnicas de agua y energía, llamadas Módulo de Organización de Agua (MOA) y Módulo de organización de Energía (MOE), respectivamente.

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Sobre este autor/a
Cita: Fabian Dejtiar. "7 principios en la construcción de una escuela sustentable" 02 may 2018. ArchDaily en Español. Accedido el . <https://www.archdaily.cl/cl/893477/7-principios-en-la-construccion-de-una-escuela-sustentable-de-michael-reynolds-en-argentina> ISSN 0719-8914

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