Equipamientos progresivos en los pueblos jóvenes de Lima, Perú

¿Es posible concebir una mejora integral del hábitat en los asentamientos humanos informales de la ciudad de Lima a través de intervenciones progresivas articuladas?

En el marco de una tendencia económica de crecimiento sostenido en los últimos años en el Perú, existe la preocupación de cómo transformar unas ciudades desbordadas a lo largo de los últimos 50 años bajo crecimientos descontrolados de vivienda precaria y carencia de servicios e infraestructuras. 

Si bien Lima fue fundada en 1535, como metrópoli moderna es una ciudad joven todavía, con apenas medio siglo de crecimiento vertiginoso y en gran medida al margen de los marcos institucionales que regulan el desarrollo urbanístico formal. Hoy día, esa ciudad informal y autoconstruida supone el 70% de la ciudad limeña.

Al margen de los problemas que puede representar la autoconstrucción, las trazas urbanas de estos asentamientos presentan cierta organización, aprendida en muchos casos de las experiencias previas, y que las diferencia de otros fenómenos urbanos latinoamericanos como las favelas brasileñas por ejemplo. Ese conocimiento acumulado ha derivado en el desarrollo de ciertas pautas urbanas características que a día de hoy, ante la escala de enorme magnitud del problema, permiten plantear posibilidades de transformación parcial a través de intervenciones puntuales articuladas. La solución no es, por tanto, la tábula rasa.

Es necesaria la aparición de otros modelos alternativos que planteen nuevas estrategias de intervención, y que contemplen aspectos de sostenibilidad social, económica y ambiental.

Propuesta: Estrategia de Equipamiento Progresivo

Desde los años 50 hasta nuestros días (*1), la ciudad de Lima se ha visto transformada por nuevas dinámicas urbanas y sociales que han configurado su situación actual, afectando a toda su estructura social, política, económica y cultural. Definido por el antropólogo peruano Matos Mar como “desborde popular de las pautas institucionales tradicionales” (*2), las movilizaciones espontáneas de los sectores populares recurrieron a estrategias paralelas. Los pueblos jóvenes se convirtieron, incluyendo y a pesar de todas sus carencias, en la principal alternativa al problema de la vivienda para todas las personas que migraban a la ciudad, y con los años ha pasado a ser una estrategia de creación de ciudad regida por patrones y parámetros propios cuyas experiencias se heredan de invasión en invasión, y que a día de hoy supone más del 60% de la ciudad (*3).

Cortesía de Elisabet Olivares Zapiain

El tejido informal sigue por tanto patrones y vínculos distintos a los parámetros establecidos en un tejido formal. Es la vivienda en este tipo de tejido el instrumento del poblador para generar ciudad a través de sistemas de agregación, tanto a escala de la vivienda como a escala urbana.

La vivienda, unidad de agregación, es capaz de incorporar en este contexto los diferentes estratos que en una ciudad formal aparecerían zonificados por separado y en grandes superficies. La misma semilla inicial de vivienda, según las posibilidades y circunstancias del poblador, se transforma y crece dentro de un proceso evolutivo, sea en comercio, sea en casa de alquiler, sea en zona verde, sea en pequeña dotación de guardería para la comunidad.

Desde 5m2 delimitados por cuatro esteras hasta el alquiler de un tercer piso o el paso a convertirse en multifamiliar, esta unidad de vivienda atraviesa distintos estados de consolidación, tanto la vivienda en sí misma como el tejido que ésta conforma. Esta idea de proceso es importante porque supone un cambio frente a las dinámicas urbanas de la ciudad tradicional: no se trata de un tejido “terminado” en la concepción formal del término, y de ahí la impresión de hallarse en edificación permanente, sino de procesos simultáneos de ocupación‐construcción‐urbanización (*4). Parte importante de ese tejido “hoy” es el valor potencial que caracteriza el origen de todo asentamiento humano. Frente al tejido formal planificado, cuyas etapas clasifica el arquitecto Manuel de Solà-Morales (*5) en urbanizaciòn-parcelación-edificación, en el proceso informal es la vivienda la unidad de agregación. Su proceso y consolidaciòn es asì mismo el de la ciudad, superponiendo y solapando dichas etapas, y siempre a pequeña escala, lo que caracteriza su granulometría.

Cortesía de Elisabet Olivares Zapiain
Cortesía de Elisabet Olivares Zapiain

Es a lo largo de ese proceso de consolidación cuando aparecen vínculos sociales, comerciales, urbanos… Relaciones que, al igual que el tejido del que forman parte, cambian, mutan y evolucionan. Con grandes dosis de autogestión, las comunidades introducen dentro de esa vivienda híbrida pequeños puntos dotacionales que tratan de suplir, a la espera de la legalización, la falta y carencia de dotaciones externas. Esas dotaciones heredan la granulometría base del tejido que las origina, articulando saltos de escala e introduciendo límites ambiguos e intermedios entre lo privado y lo público a través de operaciones de cesión y de apropiación (*6). 

Un salón puede ser biblioteca; una sala abierta a un patio, guardería. Son espacios capaces de adaptarse al uso específico de una necesidad, incorporándose de nuevo al régimen de la vivienda.

Propuesta

La propuesta parte del estudio local del tejido informal-autoconstruido en proceso de consolidación, en el cual el desarrollo de la vivienda depende directamente del desarrollo económico particular de cada una de sus familias ocupantes, y que viene definido por parámetros propios, ajenos al proceso convencional de urbanización. Esta situación, convierte al tejido informal de los pueblos jóvenes en un tejido vivo y en constante construcción, de acuerdo al propio desarrollo de sus pobladores. Ese constante estado "inacabado" es una oportunidad para incorporar al mismo proceso, antes de que este colmate el espacio disponible, células equipadas a modo de acupuntura en un tejido falto de equipamientos públicos.

Cortesía de Elisabet Olivares Zapiain

A través de cesiones e intercambios sucesivos, se consigue reducir el déficit de equipamientos y zonas verdes progresivamente en los sectores, a cambio de beneficios particulares para el poblador-propietario en mejoras sustanciales en su vivienda, o bien de una vivienda nueva, según el análisis previo, las necesidades y la cesión realizada. Un intercambio de recursos entre el poblador-privado y las instituciones públicas que reduciría el déficit de equipamientos y servicios públicos y así como la falta de seguridad y garantías estructurales de la vivienda, reduciendo su riesgo de colapso y garantizando su viabilidad estructural.

Cortesía de Elisabet Olivares Zapiain

Introducción del parámetro de equipamiento progresivo

El tejido informal de los pueblos jóvenes es un tejido vivo en proceso de consolidación, de acuerdo al propio desarrollo de sus pobladores. Ese constante estado "inacabado", es una oportunidad para incorporar al mismo proceso, antes de que este colmate el espacio disponible, células equipadas a modo de acupuntura en un tejido falto de equipamientos públicos.

La introducción progresiva de estas "inyecciones" generará una red de espacios vinculados entre sí e insertos en el tejido, una acupuntura urbana progresiva que permita incorporar los patrones característicos del tejido informal identificados, como la escala o la granulometría, y conformar unidades híbridas integradas. 

Estas dotaciones progresivas capaces de ser incorporadas a modo de semillas, son un sistema abierto capaz de desarrollarse y consolidarse en paralelo al tejido en el que se han inyectado, empezando como dotaciones locales y alcanzando una entidad sectorial-metropolitana que aporte servicios de carácter urbano a esa parte de la ciudad, sin modificar la escala y granulometría del tejido.

Un sistema integrado por partes, que conformar una unidad urbana variable a las necesidades a través de la zonificación temporal (un mismo espacio, distintos usos de acuerdo a las necesidades del horario). Una suma de pequeñas inyecciones que termina por sumar un todo, traducido en pequeñas inversiones públicas en un proceso mayor de regeneración del tejido. 

Cortesía de Elisabet Olivares Zapiain

Frente a la expropiación directa de una gran superficie, la propuesta trata de incorporar los patrones del tejido donde se introduce - escala, agregación, vínculos y proceso. De ese modo se plantea la posibilidad de introducir en el tejido dotaciones progresivas capaces de ser incorporadas a modo de semillas, que se desarrollen y consoliden en paralelo al tejido en el que se han inyectado, ampliando progresivamente su alcance y radio de servicio urbano.

Proceso de consolidación 

El proceso de consolidación de la vivienda condiciona las posibilidades de la intervención. La sección de calle ya establecida condiciona una altura máxima en las viviendas, las cuales van expandiéndose y consolidando con materiales más duraderos con el tiempo y el desarrollo de sus pobladores. La anticipación previa a la colmatación de la parcela permite la introducción del equipamiento y el esponjamiento del tejido a futuro a través de la introducción de espacios libres que de otra forma se colmatarían con la vivienda.

Zonas de oportunidad de intervención

El análisis del estado de cada edificación de forma puntual permite su catalogación según las posibilidades de intervención que permitan cada uno de ellos.

-Edificaciones precarias con estructuras en riesgo

-Zonas baldías en el fondo de la parcela

-Aires no ocupados

-Estados de vivienda poco consolidada

Las intervenciones se adelantan por tanto a la colmatación del tejido identificando espacios oportunidad donde ir introduciéndose poco a poco e ir generando un tejido híbrido a través de una red de equipamientos superpuestos a la trama espontánea de vivienda. Siguen por tanto una doble estrategia solo aparentemente contradictoria: densificación a tiempo presente, al introducir equipamientos en los vacíos existentes, pero un esponjamiento a futuro, ya que estas inyecciones están adelantándose a la colmatación de los lotes e introduciendo nuevos espacios abiertos en el interior de la manzana.

El desarrollo en el tiempo de la gestión, generará una red de equipamientos superpuesta al tejido preexistente de vivienda que permitirá configurar un tejido híbrido que afronte las necesidades públicas de equipamientos y dotaciones, así como una garantía estructural en las unidades de vivienda intervenidas.

Sistema vs forma

La agregación progresiva de intervenciones no constituye una forma predefinida, sino un sistema. Un sistema capaz de “procesar” datos, de modificar su forma atendiendo a parámetros urbanos, sociales y económicos generando una red versátil y maleable. “(...) Frente al artefacto como diseño cerrado, plantear disposiciones asociadas a lógicas en un entorno abierto(...)” (*7).

No se pretende generar formas predefinidas, resultados acabados, sino un sistema abierto capaz de adaptarse a las condiciones específicas de cada momento. DIS-posiciones abiertas a recibir una información variable frente a las COM-posiciones. Un proyecto capaz de adaptarse a procesos abiertos.

Cortesía de Elisabet Olivares Zapiain

Gestión colaborativa en la mejora progresiva del tejido urbano - Administración pública + Poblador

Se plantea un programa público de gestión colaborativa entre la administración y los pobladores, con el fin de contribuir a una mejora progresiva del tejido urbano. La introducción de cada una de las unidades en el proceso de formación del organismo supondrá un nuevo propietario dentro del programa, que gestionará la cesión del uso del suelo al programa de dotaciones estatal/municipal, estableciendo un intercambio entre el uso de los recursos (el suelo) y beneficios para sus propietarios, a través de mejoras y controles en sus viviendas particulares.

De este modo se consigue conservar la estructura de propiedad, en una sociedad donde las dificultades para acceder a una hipoteca de la mayoría de la población convierten a la vivienda en una inversión poco a poco consolidada con los ahorros obtenidos. Al mismo tiempo se consigue mejorar las posibilidades del tejido a través de la reducción del déficit de equipamientos y servicios. Con este sistema, cada nueva agregación introduce parámetros que mejoran de forma progresiva el tejido de la ciudad, como su nivel de permeabilidad, la cantidad y la calidad de los espacios verdes, o su densidad y esponjamiento.

Por otro lado las mejoras particulares que reciben los pobladores mejoran las condiciones básicas de las viviendas, así como se pueden ir introduciendo progresivamente nuevas tipologías que respondan a las nuevas necesidades.

Cortesía de Elisabet Olivares Zapiain
Cortesía de Elisabet Olivares Zapiain
Cortesía de Elisabet Olivares Zapiain

Densificar y esponjar - Sin trasladar

El sistema permite esponjar las manzanas (introducir vacíos) así como equipar el tejido urbano, a través de la densificación de los lotes. Las unidades introducidas pueden combinarse de modo tal que permitan incorporar bien equipamientos, bien viviendas, compensando el número de viviendas intervenidas con la incorporación de nuevas unidades residenciales, evitando el traslado de los pobladores a otro lugar de residencia.

Cortesía de Elisabet Olivares Zapiain
Cortesía de Elisabet Olivares Zapiain
Cortesía de Elisabet Olivares Zapiain
Cortesía de Elisabet Olivares Zapiain
Cortesía de Elisabet Olivares Zapiain

Elisabet Olivares Zapiain es arquitecta por la ETSA de Madrid (ETSAM) Universidad Politécnica de Madrid (UPM), España. Miembro del estudio de arquitectura, urbanismo y renovación urbana URBes (www.urb-es.com) enfocado en la propuesta y reflexión, desde una mirada integral, de la transformación de las ciudades, tanto consolidadas como emergentes. Ha desarrollado consultorías para instituciones públicas nacionales (MINAM-Parque Ecológico Nacional Antonio Raimondi), metropolitanas (Plan de Espacios Abiertos e Infraestructura Ecológica - SERPAR) y municipales (Preparación para el Plan Urbano Distrital del Municipio de Ancón, Lima), además de otros trabajos en colaboración con distintos profesionales como el Plan Estructurador para el Río Rímac, o el Plan de Recuperación para el Canal Prehispánico Surco.

Notas

(*1) Según el antropólogo peruano José Matos Mar en su libro “Las barriadas de Lima, 1957”(IEP, Lima, 1966), los primeros antecedentes de lo que denominamos hoy como pueblo joven son fechados en los años 20-30 (Armatambo-1924, Puerto Nuevo-1928, Mendocita-1931, Leticia-1933). Sin embargo, las primeras en suponer gran impacto mediático y urbano comenzaron a mediados de los 40 y la década de los 50 (San Cosme-1946, El Agustino-1947).

(*2) “Desborde popular y crisis del Estado (1984), José Matos Mar.

(*3) “Desborde popular y crisis del Estado, veinte años despúes (2008), José Matos Mar (Fondo Editorial del Congreso del Perú, Lima).

(*4) y (*6) Arq. Elia Saez, Tesis de Doctorado: “La ciudad progresiva. AAHH en lima 1950-2012”, ETSAM UPM.

(*5) “Las formas de crecimiento urbano” (1997), Manuel de Sola-Morales i Rubió. Universidad Politécnica de Cataluña.

(*7) "Open. Arquitectura y ciudad contemporánea" (2009). Manuel Gausa. Actar D.

Sobre este autor/a
Cita: Elisabet Olivares Zapiain. "Equipamientos progresivos en los pueblos jóvenes de Lima, Perú" 08 feb 2016. ArchDaily en Español. Accedido el . <https://www.archdaily.cl/cl/781649/equipamientos-progresivos-en-los-pueblos-jovenes-de-lima-peru> ISSN 0719-8914

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