En el contexto del diseño contemporáneo, las divisiones de cristal han ganado espacio en el mundo del interiorismo gracias a su versatilidad para combinar elegancia, funcionalidad, luminosidad y amplitud de manera armoniosa. Una de las principales ventajas que presentan es su transparencia, reflejada en la capacidad para crear divisiones espaciales sin obstruir la luz natural, brindando una sensación de apertura y conectividad entre áreas, lo que resulta especialmente beneficioso en espacios pequeños donde la luminosidad puede marcar la diferencia en el ambiente interior.
A su vez, los métodos constructivos se ven también simplificados por la limpia y rápida instalación de tabique y puertas de cristal, así como sus múltiples opciones de fijación, adaptándose a las condiciones estructurales y secuencias de una obra. Además, aunque la transparencia es una característica destacada, las divisiones de cristal también pueden incorporar opciones para garantizar privacidad, cuando sea necesario, utilizando diferentes opciones de cristales aplicando impresión digital, serigrafía o satén.
Sumando a su atractivo estético, las divisiones de cristal también pueden contribuir a mejorar el aislamiento acústico, mediante el uso de cristales laminados o laminado acústico, en composición monolítica o termopanel, lo que reduce la transmisión acústica creando espacios más tranquilos, cómodos y seguros. En paralelo, las divisiones de cristal contribuyen a la eficiencia energética al permitir el paso de la luz natural y reducir la necesidad de iluminación artificial y mantener la temperatura interior ahorrando en calefacción. El uso de materiales como el vidrio y el aluminio, reciclables en gran medida, aportan a la sostenibilidad.
En general, el uso de separaciones vidriadas dispone de una amplia variedad de elementos, desde tabiques y puertas templadas, hasta sistemas corredizos, sistemas apilables y sistemas plegables que pueden adaptarse a diferentes estilos y necesidades. Y considerando el escenario post-pandémico, la forma en que diseñamos y organizamos los espacios de oficina ha experimentado una transformación significativa, siendo las divisiones de cristal una solución clave que ha proporcionado un equilibrio entre la privacidad y flexibilidad del uso del espacio, para mantener un entorno de trabajo colaborativo y luminoso.
Los sistemas modulares y paneles deslizantes permiten reconfiguraciones rápidas, facilitando la adaptación a las dinámicas de trabajo, la expansión de equipos, la creación de zonas específicas según las actividades laborales e incluso utilizarlas para proyectar imágenes o como pizarra. Además, la facilidad de mantenimiento de estos elementos aportan un entorno de trabajo seguro y saludable.
Dadas sus cualidades y entre los numerosos productos para crear un proyecto con elementos de cristal, sobresalen diversas alternativas. Dentro de la gama de opciones de la marca Glasstech, es posible combinar entre uno o más modelos de los siguientes:
Divisiones de cristal: amplitud y luminosidad
Consiste en tabiques que pueden ser de antepecho o de piso a techo, cuyos componentes son desmontables y fáciles de limpiar. En cuanto a la seguridad, los cristales se presentan en diversas tipologías, tales como templado, laminado, termopanel, antirreflejo y cortafuegos, ofreciendo resistencia tanto a golpes como a cambios de temperatura. Los espesores varían desde los 10 mm, aumentando según el tipo de división requerida. Estos sistemas proporcionan vistas continuas al permitir dimensiones y modulación ajustadas a cada proyecto.
En general, las divisiones de cristal no solo influyen en el ambiente interior a través de sus dimensiones, sino que también ofrecen opciones entre variedades incoloras, satinadas o extra claro. Además, se pueden serigrafiar o aplicar impresión digital, ya sea por motivos estéticos o funcionales. Esta característica las hace adecuadas para configuraciones que requieren conexión visual, agregando un gesto que permite privacidad total o parcial, algo muy común en espacios de trabajo.
Puertas templadas: soluciones para espacios de uso intensivo
Como elementos de interior, los cristales presentan características técnicas destacadas, siendo a prueba de golpes, resistentes a cambios de temperatura, con bajo mantenimiento y variedad de anclajes. Estas cualidades las posicionan como soluciones duraderas de alto tráfico. Dentro de esta gama, las puertas Templex abatir se presentan como una opción tradicional, con una altura máxima de 3.00 m y una modulación de 1.50 m. Están fabricadas con componentes duraderos que requieren un mantenimiento mínimo. Ofrecen tres modos de funcionamiento: mediante un mecanismo basado en quicio hidráulico, pivotes o bisagras.
Por otro lado, las puertas correderas colgantes Inox, con una altura máxima de 2.50 m y un ancho máximo de 1.00 m, constituyen una variante frente a las puertas correderas convencionales. Funcionan mediante un sistema de soporte de acero inoxidable y un riel tubular por donde se desplaza la puerta, abriendo y cerrando con suavidad.
Como alternativa, las puertas correderas TC (altura máxima de 2.50 m, ancho máximo de 1.00) minimizan el espacio utilizado al abrirse, gracias a su sistema de rieles que se coloca delante o dentro de muros y tabiques. Su herrajería está disponible en acero inoxidable satinado, mientras que los colores de su cristal varían desde incoloro hasta impresión digital, entre otras opciones.
Cierres de cristal: sistemas corredizos y apilables
La gran ventaja que ofrecen estos sistemas es la posibilidad de liberar tanto física como visualmente los espacios, potenciando la flexibilidad en el diseño. A través de ellos, los umbrales entre espacios pueden abrirse para favorecer la continuidad o cerrarse buscando una atmósfera que brinde privacidad.
Un ejemplo de ello es Sunflex SF20, con una altura máxima de 3 m y un ancho máximo de 1 m. Este sistema permite deslizar horizontalmente cada uno de los paneles corredizos en paralelo hacia uno o ambos lados, y puede adaptarse a espacios rectos y en ángulo. Los perfiles pueden estar a nivel de piso o pueden ocultarse para crear vistas libres sin la interferencia de los sistemas de soporte. Al cerrar los primeros paneles del mecanismo, el resto se cierra automáticamente gracias al sistema de arrastre integrado, logrando un desplazamiento suave.
Sistemas como Sunflex SF25 son capaces de apilarse en uno o ambos extremos según su configuración de diseño y pueden adaptarse a espacios rectos, curvos o en ángulo. Pueden estar cerrados, abiertos o semiabiertos. Los perfiles pueden estar a nivel de piso o sobrepuestos.
Destaca el mecanismo de cierre del sistema apilable Sunflex SF35, que permite la incorporación de cristal termopanel, proporcionando una mayor aislación térmica y acústica. Estos sistemas ofrecen opciones de diferentes espesores de cristal, con una altura y modulación máxima recomendada de 2.80 m y 0.75 m por hoja, respectivamente.
En general, las soluciones de cristal permiten reconfiguraciones rápidas, facilitando la adaptación a las dinámicas de trabajo, la expansión de equipos, la creación de zonas específicas según las actividades laborales e incluso utilizarlas para proyectar imágenes o como pizarra. Además, la facilidad de mantenimiento de estos elementos aportan un entorno de trabajo seguro y saludable.
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