El estudio de arquitectura Parabase ha sido elegido para el desarrollo de varios terrenos en Areal Walkeweg, Basilea, con el objetivo de crear apartamentos asequibles y un centro de migración integrado. La solución de diseño, titulada "Elementa", reutiliza componentes de propiedades cantonales desmanteladas, transformando las antiguas columnas y placas de piso en paredes y elementos de fachada. El proyecto fue elegido después de un concurso abierto, donde el jurado internacional favoreció la solución de Parabase por su estética combinada con la reutilización creativa de elementos de concreto prefabricados.
Hace dos años, el 18 de septiembre de 2021, se inauguró L'Arc de Triomphe, Wrapped, 1961-2021 de Christo y Jeanne-Claude. La monumental obra de arte pública envolvió el monumento parisino con más de 25,000 metros cuadrados de tela plateada sujeta con 7,000 metros de cuerda roja. Los materiales, todos hechos de polipropileno tejido, un tipo de termoplástico, ahora están siendo reutilizados, regenerados y reciclados, siguiendo la visión de los artistas. La mayoría de los materiales se transformarán para servir usos prácticos en futuros eventos públicos en París. La Fundación Christo y Jeanne-Claude también está colaborando con Gagosian para llevar las primeras obras de Christo al East End de Londres en una exposición abierta del 6 al 22 de octubre de 2023.
La rehabilitación y la reutilización adaptativa han estado a la vanguardia del discurso arquitectónico en los últimos años. Esto demuestra que la profesión es cada vez más consciente de su impacto en el medio ambiente y de las oportunidades que presenta la reutilización de lo que ya se ha construido. Architecture 2030 lanzó recientemente CARE o Carbon Avoided Retrofit Estimator, una nueva herramienta digital que permite a los diseñadores, propietarios y comunidades cuantificar los beneficios de carbono de la reutilización adaptativa. Al ingresar un conjunto simplificado de información del proyecto, como objetivos energéticos y posibles intervenciones en el edificio, los usuarios pueden estimar rápidamente tanto las emisiones de carbono operativas generadas por el uso del edificio como las emisiones de carbono incorporadas, que están vinculadas a los materiales de construcción empleados.
Si bien la economía circular involucra otros principios como la regeneración de los sistemas naturales, la reutilización o el reciclaje de materiales juega un papel importante al contribuir en la disminución de generación de residuos dándole una segunda vida útil a elementos que podrían ser considerados como desperdicios. Maderas, chapas, ladrillos, piedras, entre otros, pueden reutilizarse aportando criterios de sustentabilidad y eficiencia a los proyectos, ayudando a consolidar este concepto que aún tiene un largo camino por recorrer.
Dentro del territorio latinoamericano, numerosos profesionales de la arquitectura se han propuesto aplicar en sus procesos proyectuales y constructivos la implementación de estrategias que colaboren con el aprovechamiento de los recursos, ya sea reutilizando, reciclando o restaurando diferentes materiales y elementos en búsqueda de satisfacer las necesidades y preocupaciones de quienes habitan los espacios.
Las suscripciones se están convirtiendo rápidamente en una parte integral de la vida cotidiana. Por ejemplo, las plataformas de transmisión han reemplazado por completo la necesidad de tener un reproductor de DVD, mientras que los servicios de vehículo por aplicación satisfacen parcialmente la necesidad de tener un automóvil privado. Las suscripciones se han entendido ampliamente como servicios digitales, pero una nueva tendencia sugiere que el mismo concepto puede transferirse a objetos físicos en un futuro próximo. En lugar de tener una nevera, una lavadora o incluso bombillas, puedes comprar una suscripción para garantizar productos duraderos, ropa limpia y una casa bien iluminada.
El concepto se conoce como "economía basada en suscripción", una variante de la noción de "economía circular". Postula que, en lugar de poseer algunos de los objetos que se usan a diario, es posible suscribirse a un servicio para tener acceso a las mismas ventajas, pero sin necesidad de poseer, mantener o disponer del objeto en cuestión. Los consumidores ya no compran productos; compran el acceso a los servicios. A veces esto significaría simplemente alquilar el objeto en lugar de comprarlo, pero el modelo va un paso más allá. Trae un cambio en la responsabilidad y la mentalidad. Esto se debe a que los consumidores ya no son los dueños de los objetos, la responsabilidad de reutilizar y reciclar recae en los productores, quienes pasan a ser responsables de todo el ciclo de vida de los objetos que crean.
Los pabellones e instalaciones temporales que son utilizados en eventos, exposiciones o festivales, representan un gran reto al momento de plantear prácticas de economía circular en arquitectura, debido a su condición efímera. Parece contradictorio plantearse una gestión de recursos para obtener el mayor valor de los materiales, minimizando residuos y contaminación, al momento de diseñar una estructura que está pensada para ser utilizada por un período de tiempo limitado. Sin embargo, existen varias estrategias para repensar la forma en que estamos diseñando estas estructuras para promover la circularidad.
Primer Premio. “Protect Me from What I Love”, Lorenzo Maritan, Anna Serio (Italia). Image Cortesía de TerraViva Competitions
Sobre el lado este de Puerto Madero en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se alza la estructura monumental de los Silos que representa una de las pocas construcciones portuarias que aún persisten en la zona. Con el objetivo de imaginar la rehabilitación de los Silos de la Junta General de Granos de forma creativa, TerraViva Competitions organizó este concurso de ideas de carácter no vinculante planteando la revitalización del edificio a través de conceptos originales que fueran capaces de revalorizar los espacios interiores y también la imagen del mismo hacia la ciudad.
Ahora bien, fueron varios los interrogantes planteados desde un principio con respecto a qué tipo de intervención podría desarrollarse, qué programa podría adaptarse al edificio, cómo podría transformarse una estructura obsoleta en un espacio de usos mixtos abierto a la comunidad, qué funciones podrían enriquecer al barrio y potenciar el espacio público que lo rodea y demás.
Los informes muestran que las autoridades han comenzado a desmantelar el Estadio 974 después de que albergara siete partidos durante la FIFA World Cup, con seis partidos de la fase de grupos y uno de octavos de final. También fue el único estadio construido para la Copa del Mundo sin aire acondicionado, por lo que solo acogió partidos vespertinos. Según la BBC, los trabajadores de la construcción se trasladaron al sitio el 9 de diciembre para "sacar el estadio del modo torneo". La estructura fue diseñada para ser el primer estadio compatible con la FIFA que se puede desmantelar por completo y reutilizar después de que termine el torneo. Si bien Qatar llamó a esto un "faro de sostenibilidad", los expertos advierten que la sostenibilidad real del esquema depende de varios factores, incluido cuándo y dónde se reutilizará el estadio.
El estudio de arquitectura con sede en Barcelona, Sanmartín Guix, se propone la puesta en valor del patrimonio edificado mediante la rehabilitación y adaptación acorde a las necesidades de las nuevas generaciones, brindando servicios integrales de arquitectura como así también de asesoría inmobiliaria. De esta manera, se mejoran las condiciones y la estética de las edificaciones, buscando que se adapten a los requerimientos de todo aquel que desee visitar o habitar estos espacios.
La reinvención es uno de los mitos fundacionales de los Estados Unidos de América. Para aquellos que tuvieron la suerte de venir aquí en las cubiertas de los barcos en lugar de estar encadenados en la bodega, este país ofrecía la oportunidad de ser otra persona, en otro lugar. Para ellos y las generaciones de inmigrantes que les siguieron, Estados Unidos parecía poner una distancia segura entre su pasado y un futuro sin límites.
Pero la ilusión finalmente se volcó de cabeza. Alrededor del cambio de milenio, la reinvención era un tema predominante para los personajes de películas que intentaban salir de los pequeños pueblos de Estados Unidos; en arquitectura, ese sentimiento tomó la forma de construir ciudades de ensueño en cualquier lugar menos aquí. En Dubái y Shanghái, nuestras mentes de diseño más brillantes conjuraron torres, centros comerciales y museos herméticamente cerrados, desconectados en gran medida de la historia, la comunidad y el clima.
El equipo multidisciplinar encabezado por el estudio holandés WEST 8, junto con el estudio español Porras Guadiana como socio local, ha sido anunciado ganador de la competencia internacional para el diseño del nuevo Parque Central de Madrid Nuevo Norte. La noticia se anunció el día 13 de junio de 2022, en una ceremonia liderada por José Luis Martínez-Almeida, el alcalde de la ciudad de Madrid. Tras recibir la noticia, el equipo ganador continuará con el diseño de este espacio público que se transformará en un nuevo ícono de la ciudad, en “la nueva puerta de bienvenida a Madrid” para los visitantes que vengan desde los nodos de transporte público, en especial, de la futura estación de Chamartín y su intercambiador de transportes.
Si bien la economía circular a menudo se observa en relación con el objeto arquitectónico, a través del enfoque del reciclaje de materiales, el análisis del diseño para el desmontaje y los fletes de materiales, el marco completo se promulga a escala de vecindario y ciudad. Ya se trate de visiones de comunidades circulares que insinúan cierto nivel de autosuficiencia o de políticas puestas en marcha por las ciudades, los proyectos a escala urbana ejemplifican los principios rectores de la economía circular, proporcionando un vistazo de lo que podría ser una versión completa de la misma. A continuación, se exploran las estrategias utilizadas en los entornos urbanos circulares, desde la arquitectura y los materiales de construcción hasta la producción de energía, la gestión de residuos y la producción de alimentos, así como los procesos y operaciones que rigen estos diseños, proporcionando información sobre las condiciones que informan la circularidad.
Hoy en día, el rol de los arquitectos y arquitectas excede los límites de la construcción alcanzando campos muchas veces impensados, pero que así todo, demuestran tener una estrecha relación con la profesión. Si nos retrotraemos en el tiempo, lo cierto es que múltiples edificios, viviendas, monumentos y hasta ciudades se han levantado de manera intuitiva sin planes urbanísticos o arquitectos de renombre de por medio. Sin dudas, los arquitectos y arquitectas de hoy estamos ante un gran desafío que va más allá de demostrar nuestras habilidades y conocimientos, y se extiende a otras áreas que nos involucran, pero aún no lo sabemos. Nos preguntamos entonces ¿cuál será el perfil del arquitecto del futuro?
Casa Collage / S+PS Architects. Image Cortesia de S+PS Architects
Las reformas y las adaptaciones de los espacios representan una parte significativa de los proyectos encargados a los estudios de arquitectura, y la reutilización de estructuras preexistentes no es una novedad. Las funciones y necesidades van cambiando con el correr del tiempo y, en consecuencia, se necesitan adaptar para satisfacer las nuevas demandas. Sin embargo, por más de que, en la mayoría de los casos, el mantenimiento de un edificio sea preferible desde el sentido económico y ecológico antes que su demolición y construcción nueva desde cero, la lógica de reutilizar un espacio no suele extenderse a sus partes constituyentes, que finalmente se convierten en escombros.
Debido a la necesidad, diferentes tipos de edificios han cambiado de uso. Iglesias que ahora son bibliotecas, almacenes abandonados que ahora son centros culturales - y si bien mucho se ha escrito sobre el tema, desde el concepto Open Building de N. John Habraken en los '70 hasta el contemporáneo From Mixed-Use to Diff-Use de Adamo Faiden, hoy en día tenemos más que nunca un interesante debate global en torno a la adaptabilidad en la vivienda. ¿Es necesario tener tantos metros cuadrados dedicados a oficinas cuando durante la pandemia nos dimos cuenta de que gran parte de los trabajos se pueden realizar de forma remota? Esta fue una de las preguntas principales durante las cuarentenas de estos últimos años.
Cuando un material queda obsoleto porque deja de cumplir correctamente su función original o simplemente queda relegado a causa de una reforma, una ampliación o una demolición -sumándose a la pila de escombros que se convertirán en desechos-, en la gran mayoría de los casos puede repararse, reutilizarse y reciclarse para volver a comenzar un nuevo ciclo de vida útil. Sin embargo, con algunos elementos de la construcción esta recuperación representa un desafío mayor que con otros y su reutilización puede no ser siempre tan simple. En el caso de las puertas y ventanas, por ejemplo, la demolición o desmontaje debe ser mucho más cuidadosa si se tiene interés en reciclar dichos objetos, sumado a que posteriormente se deben realizar inspecciones para verificar el estado de las piezas y considerar posibles gastos para su acondicionamiento. También es real que este interés por recuperar los elementos antiguos no siempre está presente, ya que en muchos casos los propietarios priorizan la utilización de piezas nuevas y regulares que le otorguen cierta uniformidad a todo el proyecto.
Para la edición de este año de la Bienal de Arquitectura de Venecia, el Pabellón de Japón nos invita a reflexionar sobre el movimiento de bienes y mercancías, el consumo masivo, la sostenibilidad y la reutilización de materiales en la arquitectura. Titulado Copropiedad de Acción: Trayectorias de Elementos, el pabellón japonés para la Bienal de este año fue comisariado por Kadowaki Kozo y se construirá a partir de la estructura de una casa de madera tradicional japonesa, que será desmantelada, enviada a Venecia y luego reconstruida y resignificada a través de el uso de nuevos materiales y soluciones constructivas. De esta forma, el Pabellón de Japón busca demostrar que los materiales y estructuras existentes pueden tener una segunda vida, cuestionando la creciente demanda de nuevos insumos y materias primas, abrazando la reutilización a expensas del consumo.