El arquitecto y educador chino Liu Jiakun ha sido anunciado como el ganador del Premio Pritzker de Arquitectura 2025, el más alto reconocimiento en el campo de la arquitectura. Fundador de Jiakun Architects (1999), Jiakun es reconocido por su habilidad para fusionar elementos tradicionales chinos con el diseño contemporáneo y por su compromiso con la equidad social en el entorno construido. Nacido en Chengdu, China, donde aún vive y trabaja, se convierte en el segundo arquitecto chino en recibir este galardón, después de Wang Shu en 2012. De este modo, Jiakun se une a una distinguida lista de laureados recientes, como Riken Yamamoto (2024), David Chipperfield (2023) y Francis Kéré (2022). La ceremonia de entrega del premio se celebrará en los próximos meses en el Louvre Abu Dhabi, diseñado por Jean Nouvel, con un lanzamiento mundial en video en otoño, seguido del Simposio y Conferencia de los Galardonados 2025 en mayo.
Serpentine Gallery Pavilion 2011, diseñado por Peter Zumthor. Imagen de Walter Herfst
En 1902, el físico Philipp Lenard descubrió que la ruptura de las gotas de agua en olas, cascadas, lluvia o niebla libera iones negativos en el aire. Esto ocurre porque, al romperse, las gotas separan sus cargas eléctricas: los electrones, que son más pequeños y ligeros, se adhieren a partículas suspendidas en el aire, mientras que las cargas positivas permanecen en el agua o se disipan rápidamente. Este fenómeno aumenta la concentración de iones negativos en el ambiente, lo cual puede influir directamente en nuestro cuerpo y mente, interactuando con neurotransmisores y funciones celulares esenciales. No es casualidad que muchas personas reporten sensaciones de bienestar, energía y claridad mental después de pasar tiempo en playas, cascadas o bosques. En Japón, esta conexión con la naturaleza se explora en la práctica de Shinrin-Yoku, o "baño de bosque", que promueve la relajación y revitalización simplemente a través del contacto con el entorno natural.
Guerras, descolonización, crisis económicas, movimientos civiles y revoluciones industriales y tecnológicas: el siglo XX fue un periodo de transformaciones radicales y de gran alcance. Estos cambios reconfiguraron las sociedades y redefinieron el modo en que las personas expresaban sus aspiraciones, con la arquitectura a la cabeza. Las máquinas y la industrialización prometieron progreso tecnológico y modernización, abogando por una ruptura tajante con los estilos ornamentados e históricamente arraigados del pasado y adoptando una visión centrada en la funcionalidad, la eficiencia y la innovación. Este cambio, encarnado en el movimiento moderno, introdujo nuevos conceptos, métodos y usos de materiales, todos moldeados a través de la experimentación.
https://www.archdaily.cl/cl/1026329/experimentacion-formal-y-material-lecciones-clave-de-los-pioneros-del-movimiento-moderno-en-arquitecturaEnrique Tovar
Park Hill, un gran complejo de viviendas sociales en Sheffield, destaca como uno de los ejemplos más ambiciosos de arquitectura moderna en Gran Bretaña de la posguerra. Diseñado en 1961 por Jack Lynn e Ivor Smith, su concepto innovador de "calles en el cielo" tenía como objetivo combinar viviendas de alta densidad con el espíritu comunitario de los barrios tradicionales. A finales del siglo XX, el complejo había caído en un grave abandono, marcado por problemas sociales y una degradación estructural que socavaba tanto su funcionalidad como su reputación. Poco a poco, Park Hill se convirtió en sinónimo del fracaso del movimiento moderno, cargando con un fuerte estigma social y marginando a sus residentes. A partir de la década del 2000, se iniciaron esfuerzos significativos para revertir esta narrativa a través de un proceso de revitalización de dos fases.
La primera fase, dirigida por Urban Splash en colaboración con los estudios de arquitectura Hawkins\Brown y Studio Egret West, se centró en preservar y mejorar los elementos históricos del edificio al tiempo que introducía intervenciones modernas para crear un espacio habitable, funcional y atractivo. Esta etapa demostró el potencial de la reutilización adaptativa para revitalizar comunidades y recuperar íconos arquitectónicos. La segunda fase de la renovación, llevada a cabo por la firma Mikhail Riches, buscó aprovechar este trabajo inicial introduciendo nuevos elementos que profundizaron la conexión entre los espacios existentes y la vida contemporánea. Con un enfoque que combinaba sensibilidad histórica e innovación arquitectónica, Mikhail Riches continuó el proceso de transformar Park Hill en un ejemplo histórico de cómo la arquitectura moderna puede adaptarse para satisfacer las necesidades actuales sin perder su identidad original.
Prompt: Una imagen que encarna la esencia de las redes sociales: una pantalla gigante mostrando fotografías de proyectos arquitectónicos e interiores, con una persona en el centro, de espaldas, absorta en la escena. Imagen cortesía de Enrique Tovar usando DaVinci AI
¡Lo vi en Instagram! Es una frase que oímos a menudo en diversos contextos, desde las últimas recomendaciones de restaurantes hasta el hotel de moda en la ciudad. La ventana para observar y exponernos al mundo exterior está ahora en nuestros smartphones. Esto no significa necesariamente que todo sea pesimismo. Sin embargo, refleja que estamos constantemente inundados de datos e información segmentada por algoritmos, todo ello en un formato muy fácil de consumir. En el mundo actual, solo se necesitan unos pocos segundos para formarse una impresión duradera de un edificio y su atmósfera, y esas primeras impresiones importan más de lo que a menudo imaginamos.
https://www.archdaily.cl/cl/1026081/diseno-amigable-con-las-redes-sociales-se-esta-adaptando-la-arquitectura-a-las-tendencias-virales-y-los-algoritmosEnrique Tovar
En muchas culturas, el fuego es un elemento sagrado utilizado en rituales de renacimiento y renovación. Lleva un doble simbolismo: es a la vez creador y destructor, capaz de iluminar caminos o consumir todo a su paso. En la mitología griega, por ejemplo, Prometeo robó el fuego a los dioses y se lo dio a la humanidad, marcándolo como símbolo de progreso, conocimiento y poder creativo. Sin embargo, el fuego también evoca destrucción, como se ve en relatos bíblicos como el de Sodoma y Gomorra, donde se utilizaba como castigo divino. Esta dualidad también fue evidente en el incendio de 2019 en la catedral de Notre-Dame, que devastó su estructura histórica. El desastre desató una ola de solidaridad y condujo a avances tecnológicos sin precedentes, con esfuerzos de restauración que utilizaron herramientas digitales como el escaneo láser y el modelado de información de construcción (BIM) para recrear detalles intrincados y preservar el patrimonio arquitectónico.
Durante décadas, el ciclo de vida de los edificios fue una fórmula sencilla: planificación, diseño, construcción, demolición y, por supuesto, el gran villano de esta historia: el vertedero. Con el tiempo, la práctica arquitectónica comenzó a adoptar conceptos como reutilización, desmontaje y demolición circular, pero a menudo como elementos secundarios, parte del cambio gradual hacia una economía circular en la construcción. Pero ¿y si estos principios ya no fueran excepciones? ¿Qué pasaría si diseñáramos o eligiéramos cada componente del edificio para mantener su valor y propósito más allá de su uso original? La verdad es que hay vida después de la demolición. Esta transición (de la demolición a prácticas centradas en la reutilización, la recuperación y el desmantelamiento sostenible) se está acercando cada vez más a la realidad. Para cuando llegue 2030, podremos remodelar fundamentalmente la forma en que abordamos los procesos, los edificios y el mercado mismo. A medida que se desarrollan estos cambios, debemos evaluar cómo nuestras estrategias se alinean con los objetivos y desafíos en evolución relacionados con la sostenibilidad y, por supuesto, las nuevas oportunidades que brindan.
https://www.archdaily.cl/cl/1025784/y-si-cada-ladrillo-tuviera-futuro-repensando-la-demolicion-y-la-reutilizacion-de-materiales-en-la-economia-circularEnrique Tovar
Jardín Nativo Adriana Hoffmann, Museo Interactivo Mirador (MIM) en Santiago de Chile. Image Cortesía de Bosko
Durante el siglo XIX, los esfuerzos por mejorar la calidad de vida urbana se centraron en la creación de jardines y parques, comenzando así la evolución del paisajismo como la disciplina moderna que conocemos hoy. Sin embargo, aunque existen ejemplos notables alrededor del mundo, la excesiva estructura y artificialidad de los jardines urbanos ha ido en contra de las motivaciones que les dieron origen. En muchos casos, su diseño ha resultado en espacios públicos descontextualizados e ineficientes, altamente demandantes en recursos y alejados de una verdadera sostenibilidad.
La creación de prototipos es un elemento esencial en sectores como el diseño automotriz y la tecnología, donde el desarrollo iterativo permite probar, perfeccionar e innovar. Implica crear versiones preliminares o modelos iniciales para validar ideas y ajustar soluciones antes de la producción final de una pieza, siendo un paso crucial para identificar fallas, optimizar diseños y reducir riesgos, ahorrando tiempo y recursos en la implementación final. En la arquitectura, sin embargo, la creación de prototipos sigue siendo una práctica infrautilizada. Aunque la disciplina involucra proyectos marcados por particularidades únicas (ya sean programáticas, climáticas o relacionadas con la implantación), su aplicación podría ser transformadora. La creación de prototipos permite a los arquitectos/as experimentar con materiales innovadores, validar técnicas de construcción y probar configuraciones espaciales de una manera práctica y mensurable. Esto no sólo reduce las incertidumbres en el proceso creativo, sino que también promueve soluciones audaces y eficientes, impulsando un equilibrio más sólido entre estética, funcionalidad y viabilidad.
La arquitectura navega cuidadosamente por la delgada línea que separa el arte de la artesanía, la creatividad de la funcionalidad y la expresión personal de las demandas sociales o industriales. Esta dualidad está cada vez más influida por la urgente necesidad de enfrentar los desafíos medioambientales. En la vanguardia de esta evolución se encuentran los materiales y los sistemas de construcción, pilares fundamentales del diseño y la ejecución, cuya historia está ligada al uso de materias primas naturales como la madera, la piedra y los metales. Estos materiales definieron los espacios construidos, aunque a menudo tuvieron un impacto negativo en los ecosistemas. Hoy en día, la disciplina parece estar atravesando una transformación profunda, dejando atrás la simple mitigación de impactos negativos para fomentar activamente la regeneración del planeta.
https://www.archdaily.cl/cl/1025115/adaptar-respirar-regenerar-imaginando-un-nuevo-capitulo-en-los-materiales-arquitectonicosArchDaily Team
La industria de la construcción, tradicionalmente dependiente del uso intensivo de materiales naturales no renovables, se encuentra en un momento decisivo para reevaluar sus procesos y mitigar su importante impacto ambiental. ¿Cómo se puede satisfacer la creciente demanda de infraestructura, vivienda, atención sanitaria y educación sin agotar los recursos naturales? Si bien las iniciativas de reciclaje están ganando terreno, siguen siendo insuficientes. En este contexto, están surgiendo soluciones más innovadoras, que proponen el uso de residuos agrícolas, como el bagazo de caña, para crear alternativas sostenibles y disruptivas para la construcción.
El bambú, conocido por su resistencia y respeto al medio ambiente, a menudo se enfrenta a un adversario formidable: insectos y hongos. A pesar de su resiliencia, estas plagas pueden comprometer su durabilidad con el tiempo. Sin embargo, existe una solución sencilla pero eficaz para reforzar la longevidad y robustez del bambú. En este artículo, presentamos el método de difusión por remojo vertical (VSD), un enfoque económico que garantiza que los proyectos de bambú resistan la prueba del tiempo.
¿Quién iba a imaginar que una pared recién pintada, tan lisa y brillante, podría esconder un gran problema? La pintura es uno de los acabados finales que aportan belleza y protección a los ambientes, ya sean internos o externos. Pero detrás de este toque de color, hay una capa invisible que se acumula silenciosamente en nuestros ecosistemas e incluso en nuestros cuerpos. Según una investigación reciente realizada en Suiza, la pintura de construcción es una de las mayores fuentes de contaminación por microplásticos en océanos, ríos y otros entornos. Estos, de menos de 5 mm de tamaño, ingresan a los ecosistemas a través de la erosión y dichos residuos se acumulan en los cuerpos de los animales marinos y terrestres (y, en última instancia, en los humanos), cuyos impactos a largo plazo en la salud humana aún se están estudiando. Hasta el momento, las evidencias indican que la exposición continua puede contribuir a una variedad de problemas, tanto físicos como metabólicos.
La arquitectura romana, célebre por su grandeza, precisión e innovaciones técnicas, ha fascinado a historiadores y entusiastas durante siglos. Al combinar funcionalidad y estética, transformó los paisajes urbanos de la antigüedad y dejó un legado que continúa influyendo en la arquitectura contemporánea. Estructuras icónicas como el Coliseo, el Panteón y los acueductos romanos ejemplifican el ingenio romano al utilizar materiales como el hormigón e implementar técnicas avanzadas, como el arco y la bóveda, que aseguraban durabilidad y eficiencia en sus construcciones. Sin embargo, gran parte de la teoría y el conocimiento que sustentaron estas hazañas notables se han perdido con el tiempo, dejando lagunas intrigantes en nuestra comprensión de sus métodos y prácticas.
Para algunos, la perfección de la naturaleza revela la firma de una fuerza divina, algo que desafía las explicaciones racionales. Como resultado de millones de años de adaptación y evolución, las estructuras y organismos naturales operan con una eficiencia que es difícil no admirar. Cada forma parece tener un propósito preciso, mostrando ingenio donde la funcionalidad y la belleza coexisten armoniosamente. Desde las hojas hasta los organismos más pequeños, la naturaleza sigue una lógica impecable de economía y precisión, eliminando los residuos. Demuestra que la simplicidad es a menudo la expresión más pura de sofisticación. Los árboles, por ejemplo, crecen para maximizar la fuerza y la estabilidad mientras al mismo tiempo minimizan el uso de recursos. Esta eficiencia estructural se logra alineando las fibras a lo largo de caminos de máxima tensión y dando forma a troncos y ramas para distribuir las cargas de manera óptima. Es un testimonio del hecho de que la naturaleza, por encima de todo, es una ingeniera magistral.
Toda innovación trae consigo fricciones, disrupciones y, sobre todo, aprendizajes. En la construcción civil, un sector históricamente resistente al cambio, los nuevos sistemas constructivos a menudo se reciben con cierta extrañeza, lo que requiere un análisis cuidadoso de los desafíos que surgen. El sistema wood frame, ampliamente adoptado en países como Estados Unidos, Japón y Alemania, nunca llegó a ser popular en Brasil, debido a factores que mantienen al sector intensivo en mano de obra y fuertemente vinculado a los métodos convencionales de albañilería y hormigón.
Aunque hoy en día hay más equilibrio entre mujeres y hombres en la arquitectura, el panorama era bastante diferente hace unas décadas. Las arquitectas pioneras se han resistido en una profesión dominada por hombres y se han enfrentado al escepticismo en contextos desafiantes, como las obras de construcción en sí. Zaha Hadid comentó sobre la dificultad de inclusión en lo que llamó el "club de chicos", enumerando las dificultades para llegar a acuerdos o crear asociaciones. Lina Bo Bardi, por su parte, utilizó su fuerte personalidad para superar el sexismo de su época. A pesar de estas dificultades, las mujeres siempre han encontrado la manera de destacarse y aportar contribuciones invaluables a la profesión.
La relación entre el hombre y la máquina ha sido durante mucho tiempo compleja y llena de matices, especialmente para los artesanos modernos. Aunque las máquinas se consideran a menudo herramientas que pueden aumentar la productividad, la comparación entre las manos y la eficacia mecánica puede ser engañosa. Las máquinas, con su capacidad para realizar tareas con precisión y sin fatiga, pueden eclipsar las cualidades únicas que definen la artesanía humana.
https://www.archdaily.cl/cl/1022345/roboceramic-humanos-contra-maquinas-o-humanos-junto-a-maquinasDinorah M. Schulte