
El Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO) –localizado en la esquina clave de la Macro Plaza y flanqueado por la Catedral y el Palacio Municipal– se diseñó para integrarse al paisaje urbano tomando como base la planta tradicional de las casas mexicanas que se estructuraban a partir de un patio central rodeado de arcadas que dan acceso a las galerías.

