Desde 1987 a 1993, el arquitecto Pablo Tomás Beitía se propone transformar el antiguo conjunto de vivienda y casas de alquiler del artista argentino Alejandro Xul Solar en un museo, dando lugar a un nuevo espacio que se adaptaría a sus requerimientos expositivos y dialogaría a nivel de vanguardia con la preexistencia. Ubicado en el barrio de Palermo dentro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el Museo Xul Solar debía transformarse en un espacio de encuentros culturales. Su proyecto de remodelación y ampliación fue concebido interpretando la cosmovisión pictórica del artista manteniendo la fachada intacta mientras una nueva arquitectura en su interior abraza la casa del pintor.
Estudio Reynals, basado en Mendoza, Argentina, nació en el año 2018, fundado por Laia y Cristina Reynals, dos profesionales de la arquitectura y del diseño, socias y hermanas.
La Biblioteca Nacional Mariano Moreno, emplazada en el barrio de Recoleta de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se enmarca dentro de un llamado a concurso nacional que data del año 1961. Alzándose en el predio de la ex Quinta Presidencial de la República Argentina durante la presidencia de Juan Domingo Perón (Palacio Unzué), el concurso que cerró en abril de 1962 se propuso agitar el campo cultural de la arquitectura convirtiéndose no solo en una instancia obligatoria para desarrollar la obra sino también viéndose como un momento de experimentación formal y programática.
Desde el año 1968, el estudio Mariani – Pérez Maraviglia – Cañadas Arquitectos lleva desarrollando su actividad profesional dentro de la ciudad de Mar del Plata en Argentina. Una ciudad que vive frente al mar y que, con el tiempo, ha ido creciendo y expandiéndose. Tras más de 50 años de trayectoria, la extensa producción del estudio, con obras y proyectos no sólo en Mar del Plata sino también en Santa Fe, Asunción, Punta del Este y demás, es una muestra de cómo su mirada del pasado se pone al servicio del presente y del futuro.
Ubicado en el barrio de Retiro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se alza el edificio IBM del Estudio Mario Roberto Álvarez y Asociados. Concebido para albergar la sede central de la compañía IBM en el país, este edificio de oficinas fue proyectado hacia 1979 y se compone de una torre sostenida por dos grandes núcleos estructurales de hormigón sobre un basamento, que se separa del suelo y del fuste de la torre para alojar la planta baja y un nivel de áreas comunes con el propósito de mantener la escala urbana. El lenguaje del edificio se reconoce a distancia al quedar conformado por un cerramiento de bandas horizontales de vidrio y antepechos-parasoles de hormigón a la vista, que logran un diálogo y equilibrio en la proporción de llenos y vacíos.
Edificio SOMISA / Mario Roberto Álvarez y Asociados. Image Cortesía de Estudio MRA+A
Ubicado sobre un terreno triangular en pleno centro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se alza el edificio Teniente General Castiñeiras, uno de los más emblemáticos de la arquitectura moderna de la ciudad. Más conocido como Edificio SOMISA, su origen se dio en el marco de un concurso de proyectos convocado para el diseño de la nueva sede social de la empresa Sociedad Mixta Siderúrgica Argentina. La propuesta ganadora del primer premio resultó ser la de MRA+A, Mario Roberto Álvarez y Asociados, y su construcción inició hacia el año 1966 contando con las obras finalizadas en 1977.
Sobre la avenida Corrientes, se alza entre medianeras el Teatro Municipal General San Martín (TGSM) en pleno corazón del centro de la Ciudad de Buenos Aires. Proyectado por Mario Roberto Álvarez y Macedonio Oscar Ruiz en 1954, este edificio llega para resolver un problema de orden artístico y cultural, común a las grandes ciudades de América. Se trata de los teatros más importantes de Argentina que cuenta con espacios para obras escénicas, cinematográficas y también exposiciones de arte. Reuniendo 30.000 metros cuadrados, conforma un complejo teatral junto al Centro Cultural General San Martín, pero funcionando de manera independiente.
1. Casa de Estudios para Artistas / Antonio Bonet. 2. Terrace Palace / Antonio Bonet, Roberto Luna, Raúl Fernández y Alejandro Zamudio. 3. La Obra Urbana de Togo Díaz / José Ignacio Díaz. 4. Colegio Manuel Belgrano / Bidinost+Chute+Gasó+Lapacó+Meyer. 5. Biblioteca Nacional Mariano Moreno / Testa, Bullrich y Cazzaniga. 6. Facultad de Arquitectura de Mendoza / Enrico Tedeschi. Image
Dentro del territorio sudamericano, se han establecido diferentes fechas para homenajear y honrar la trayectoria, vida y obra de los profesionales de la arquitectura. Mientras en Uruguay se celebra cada 27 de noviembre en relación a la creación de la primera Facultad de Arquitectura, en Brasil cada 15 de diciembre en homenaje al nacimiento de Oscar Niemeyer o en Chile cada 4 de agosto por la fundación del Colegio de Arquitectos, la Federación Argentina de Entidades de Arquitectos (FADEA) mantuvo el 1° de julio para conmemorar el Día del Arquitecto/a Argentino/a respetando la instauración del Día Internacional de la Arquitectura, constituido por la Unión Internacional de Arquitectos (UIA) en 1985.
Martha Levisman en su estudio, 1990. Image vía Un Día | Una Arquitecta
Arquitecta y archivista. Fue autora de los tres edificios de la Fundación Antorcha en Buenos Aires. Realizó el diagnóstico, propuesta de refuncionalización, presupuesto y estudio de equipamiento de la Biblioteca Nacional en Buenos Aires para su terminación y puesta en marcha. Fue Directora del Centro ARCA (Asociación Civil para el Archivo de Arquitectura Contemporánea Argentina) entre 1998 y 2002.
Lograr el mayor aprovechamiento de los espacios, reducir la pisada de las edificaciones que se construyen y diseñar una distribución óptima que pueda suplir las necesidades de sus habitantes resultan ser de los requerimientos y desafíos que afrontan, día tras día, arquitectos y arquitectas alrededor del mundo. A través de la implementación de determinados materiales, la definición de la morfología o mismo las condiciones geográficas y naturales del terreno es posible llevar a cabo diversas estrategias que permitan proyectar viviendas con el confort que sus usuarios necesitan y en la menor cantidad de metros cuadrados posible.
Hacia fines de la década de 1970, la oficina de arquitectura de Flora Manteola, Javier Sánchez Gómez, Josefina Santos, Justo Solsona y Rafael Viñoly (MSGSSV) junto a Carlos Sallaberry comenzó a idear el proyecto para el Edificio Prourban, que se convertiría en uno de los más emblemáticos de la ciudad de Buenos Aires y sería apodado popularmente como “El Rulero”.
El ingreso de luz natural, la mejora de las condiciones de ventilación y la posibilidad de potenciar la conexión con la naturaleza sin que esto implique una pérdida de la privacidad, han generado que los patios internos se transformen en elementos adoptados e incorporados con frecuencia en muchos planteos arquitectónicos.
Los patios interiores se caracterizan por ser zonas descubiertas o semicubiertas, localizadas en el interior de los edificios y con sus perímetros delimitados por paredes, galerías u otros elementos. Estos espacios, exteriores pero contenidos, cumplen en muchos casos un rol crucial en la configuración y organización de la planta de los proyectos y, en algunos casos, representan el único punto de conexión de los usuarios con el exterior.
Independientemente del diseño que se adopte para los espacios de las cocinas, desde hace ya algunos años y cada vez con mayor frecuencia son muchos los arquitectos y arquitectas que deciden proyectarlas integrándolas a otros ambientes del hogar. Libres de muros o carpinterías divisorias, las cocinas integradas se implementan con el objetivo de dejar a la vista de todos las actividades que allí se llevan a cabo fomentando la interacción y la comunicación entre los habitantes.
Durante los últimos años, las terrazas han cobrado un gran protagonismo en la vida urbana actuando como refugio, espacio de disfrute y reunión, de contemplación o bien como espacio de trabajo al aire libre. Producto de los períodos de confinamiento dados hacia el inicio de la pandemia de Covid-19, estos espacios exteriores donde poder hacer ejercicio físico, conectar con la naturaleza, estudiar o trabajar se volvieron aclamados en especial por quienes viven en las grandes urbes.
Cortesía de Museo Cooperativo de la ciudad de Eldorado
El contexto global de crisis energética y ecológica ha hecho que, desde hace varios años, estos temas se empiecen a hacer eco en varias disciplinas. La arquitectura no ha quedado al margen de ello. Es entonces cuando aparece el interrogante acerca de qué aportan nuestros edificios para contribuir en la mitigación de estos problemas. En este contexto, invadieron la escena global de producción arquitectónica edificios que atienden al problema con una alta dependencia tecnológica. Con el objetivo de atender los problemas del ambiente hay quienes olvidaron que la arquitectura puede asumirlos en una respuesta sintética, a través del entendimiento del lugar y la manipulación de la forma, la materia y la energía.
Fue diseñada y construida entre 1943 y 1946 por Amancio Williams y Delfina Galvez Bunge sobre el Arroyo Las Chacras en la ciudad de Mar del Plata. Se convirtió con el tiempo en “La casa sobre el arroyo” o “La casa del puente”. Pero dejo de tener arroyo y de ser puente en 1957 cuando el curso de agua sobre el que se posaba fue interrumpido por cuestiones de saneamiento. Hizo de radio entre 1970 y 1977. Pero la última dictadura militar vivida en Argentina la terminó clausurando. Permaneció cerrada, mantenida por su propietario hasta su muerte en 1991. Estudiada por todos, pero cuidada por ninguno. Sufrió dos grandes incendios, en 2004 y 2008. Abandonada durante todo el proceso de sucesión, fue recuperada por el Municipio de General Pueyrredón en 2012.
La madera como recurso constructivo es una cuestión milenaria, tuvo su origen incluso antes de que se desarrollaran las herramientas necesarias para trabajarla y explotar su potencial. Este material se caracteriza principalmente por su gran versatilidad, donde sus ilimitadas formas de uso y su gran capacidad para dotar a los espacios de atmósferas acogedoras, lo convierten en una materia prima frecuentemente elegida en la arquitectura.