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Arquitectos: Alberto Moletto, Sebastián Paredes
- Área: 2300 m²
- Año: 2021
Tras los 60 años de la icónica Casa en Jean Mermoz, una cierta antecesora de las ideas de Ciudad Abierta en Ritoque, el doctor en arquitectura Igor Fracalossi propuso una reconstrucción de su sistema de encofrado de madera. Lo conoce bien, desde el año 2012 que ha dedicado su carrera en estudiar "la vivienda más compleja que ha tenido Chile hasta hoy”.
Mientras caminamos por la exhibición de la reconstrucción en los jardines y sala de exposición del Centro Cultural las Condes este 2022, nos cuenta en detalle cada uno de los innovadores y particulares aspectos constructivos de la obra demolida proyectada originalmente por Fabio Cruz Prieto, arquitecto y maestro fundador de la Escuela de Arquitectura y Diseño de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
Cultivada de forma responsable, la madera es un recurso renovable y bajo en emisiones, que además de retener el carbono en su composición, presenta una baja conductividad térmica y una alta capacidad de absorción acústica, generando espacios confortables y bien aislados durante todo el año. Un edificio de madera bien diseñado no sólo potenciará estas propiedades, sino que será estéticamente agradable para sus habitantes, y energéticamente eficiente.
Normalmente los esfuerzos en la industria de la construcción están destinados a diseñar espacios permanentes y duraderos. Sin embargo, en algunas ocasiones crear espacios temporales puede ser de gran ayuda no solo a la hora de proveer infraestructura de rápido montaje tras los efectos de un desastre natural, sino también activar espacios residuales o abandonados de nuestra ciudad. Para ejemplificar el potencial de estas intervenciones, te presentamos 13 exitosos espacios públicos temporales.
Con sus farallones y acantilados, las costas rocosas de Perú componen un peculiar paisaje de superficies que se transforman intermitentemente ante la erosión de los mares y los vientos. En estos terrenos heterogéneos y de gran pendiente, realizar una arquitectura integrada al contexto no es una tarea fácil. Desde volúmenes que se incrustan en las laderas hasta casas que incorporan las formaciones minerales en sus espacios interiores, los proyectos que abordan este desafío nos permiten reflexionar acerca de cómo es posible establecer una relación con el entorno natural, diluyendo o tensionando los límites entre arquitectura y paisaje.
Cuando miro la arquitectura de Guillermo Acuña rápidamente recuerdo esas conocidas casas chilenas de madera que se dispersan en el territorio, las que marcan puntos lejanos sobre los cerros y desdibujan apenas las orillas de las costas, las que se elevan ligeras y se mezclan con la naturaleza, las que nos enseñan sobre la honestidad material y la conexión con el paisaje. Las que nos recuerdan de dónde venimos y lo que hace el humano.
Es por esto que nos acercamos con una breve entrevista a la oficina de GAAA, para que nos cuente la historia sobre sus inspiraciones, sus propósitos, sus exploraciones y sus proyecciones.
Si bien la construcción en piedra es una técnica constructiva ancestral, el potencial expresivo, las texturas, la eficiencia y la perdurabilidad en el tiempo de este material han fomentado su continua utilización a través del tiempo. La robustez, rusticidad, integridad y el gran abanico de tramas y variaciones que permiten generar, han producido que muchos arquitectos valoren a los elementos pétreos y los incorporen como recursos constructivos en sus proyectos.
¿Puede una obra construida manifestarse como el reflejo honesto de los pensamientos de un arquitecto? Es notorio que en el campo de la arquitectura, en muchos casos, los procesos de diseño se encuentran condicionados por cuestiones asociadas a la cultura de los clientes, a sus requerimientos, a sus hábitos o a su presupuesto, excediendo las búsquedas personales de los propios proyectistas.