NOW HERE THERE - Acelerador de Ideas, 100 Pedagogías Laterales. Imagen cortesía de UAR
El Pabellón de Rumanía en la 18ª Bienal de Arquitectura de Venecia exhibirá ideas innovadoras pero inusuales e innovaciones tecnológicas pasadas como fuente de inspiración para crear entornos urbanos más agradables y resistentes. Titulado “Now, Here, There”, el proyecto fue elegido tras un concurso nacional. El equipo curatorial compuesto por Emil Ivănescu, Simina Filat, Cătălin Berescu y Anca Păsărin sugiere recurrir a inventos olvidados de principios del siglo XX para abrir el campo de posibilidades para desarrollos futuros. El equipo también colabora con varios especialistas e instituciones, incluido el Museo Técnico Nacional en Buchares, que proporcionará una serie de artefactos originales que se exhibirán durante la exposición, del 20 de mayo al 26 de noviembre de 2023.
Studio KO como curador del Pabellón Nacional de Uzbekistán en la 18ª Bienal de Arquitectura de Venecia. La respuesta de Uzbekistán al tema general de este año, "Laboratorio del futuro", es una exposición titulada "Desconstruir juntos". Su objetivo es poner de relieve el rico patrimonio arquitectónico del país como una herramienta potencial e inspiración para desarrollar un futuro más sostenible. El equipo curatorial incluirá a Karl Fournier, Olivier Marty, Jean-Baptiste Carisé y Sophia Bengebara.
Proyecto Cuevas Civilizadas del arquitecto mexicano Carlos Lazo en la Ciudad de México. Imagen cortesía de The Isamu Noguchi Foundation and Garden Museum
El enfoque de la arquitectura contemporánea en relación al espacio es bastante lineal: se trata de un volumen específico dentro de alguna forma de construcción material. Pero si echamos un vistazo a las primeras viviendas intencionales de la humanidad, está claro que fueron mucho menos premeditadas.
En lugar de espacios hechos por el hombre para ser amoblados, nuestras primeras casas eran guaridas de cuevas naturales que ofrecían a los cazadores-recolectores protección temporal de los elementos y de los depredadores potenciales. Solo con el desarrollo de la agricultura nuestros antepasados comenzaron a construir residencias permanentes. Hasta el día de hoy, el "trogloditeísmo" — o la vida en cuevas — sigue conectado con ideas de disociación social y un deseo hermético de existir fuera de las normas arquitectónicas ortodoxas. Sin embargo, desde el norte de China hasta el oeste de Francia y el centro de Turquía, cientos de millones de personas todavía eligen pasar sus vidas, al menos parcialmente, bajo tierra.
La arquitectura tiene el poder de transformar las ciudades. Ya sea a través del uso innovador de materiales, la colaboración con otros despachos para realizar planes maestros de vecindarios o la transformación del transporte público para toda una población, el diseño puede influir e impactar significativamente la forma en que interactuamos con los lugares en los que vivimos. En una entrevista exclusiva con ArchDaily, Alan Pullman de Studio One Eleven habla sobre la visión de su firma para el futuro de Los Angeles y su enfoque de la arquitectura y la planificación urbana.
Las suscripciones se están convirtiendo rápidamente en una parte integral de la vida cotidiana. Por ejemplo, las plataformas de transmisión han reemplazado por completo la necesidad de tener un reproductor de DVD, mientras que los servicios de vehículo por aplicación satisfacen parcialmente la necesidad de tener un automóvil privado. Las suscripciones se han entendido ampliamente como servicios digitales, pero una nueva tendencia sugiere que el mismo concepto puede transferirse a objetos físicos en un futuro próximo. En lugar de tener una nevera, una lavadora o incluso bombillas, puedes comprar una suscripción para garantizar productos duraderos, ropa limpia y una casa bien iluminada.
El concepto se conoce como "economía basada en suscripción", una variante de la noción de "economía circular". Postula que, en lugar de poseer algunos de los objetos que se usan a diario, es posible suscribirse a un servicio para tener acceso a las mismas ventajas, pero sin necesidad de poseer, mantener o disponer del objeto en cuestión. Los consumidores ya no compran productos; compran el acceso a los servicios. A veces esto significaría simplemente alquilar el objeto en lugar de comprarlo, pero el modelo va un paso más allá. Trae un cambio en la responsabilidad y la mentalidad. Esto se debe a que los consumidores ya no son los dueños de los objetos, la responsabilidad de reutilizar y reciclar recae en los productores, quienes pasan a ser responsables de todo el ciclo de vida de los objetos que crean.