El croquis final en carbonilla del edificio Kavanagh, presentado a Cora Kavanagh en marzo de 1943. Foto: CdA. Image Cortesía de Díaz Ortiz Ediciones
Quizás sin siquiera buscarlo, Cora Kavanagh dejaría uno de los edificios más emblemáticos de la arquitectura racionalista de Argentina. Inaugurado en enero de 1936, con sus casi 120 metros de altura, el Edificio Kavanagh se alza frente a la barranca de la Plaza San Martín, ubicada en el céntrico barrio de Retiro en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
“Cora Kavanagh y su edificio”se titula el nuevo libro de Marcelo Nougués que reúne toda esta historia, dando a conocer desde su edificio y sus viajes hasta su colección de arte y las diferentes casas que ha habitado durante un período que comprende casi 50 años. En compañía de Díaz Ortiz Ediciones, este volumen impreso de 572 páginas recopila textos, fotografías y documentos pertenecientes a la colección de su autor y, a su vez, expone imágenes e ilustraciones seleccionadas durante un extenso trabajo de investigación. Conoce una parte de esta historia, a continuación.
La oficina Olson Kundig, con sede en Seattle, es un ejemplo de cómo el contexto y la cultura pueden influir en el enfoque de diseño de una empresa. Fundada en 1966 por Jim Olson y ahora compuesta por cientos de colaboradores y otros trece directores/propietarios, incluyendo a Tom Kundig, la oficina cuenta con un extenso y diversificado portafolio que abarca diferentes escalas y presupuestos. En conferencias y entrevistas, Kundig en particular, a menudo habla sobre cómo haber crecido en una región de fuerte tradición minera y maderera influyó en la estética industrial y racional de sus proyectos, el uso de materiales durables y de baja mantención, así como una atención especial en la artesanía. En muchos de los proyectos de la oficina, sin embargo, llama la atención la ingeniosidad y el destaque dado a las partes móviles, difuminando los límites entre dentro y fuera. Esto se logra a través de la incorporación de dispositivos manuales que permiten que los usuarios activen directamente el edificio, conectándolos al mismo tiempo al contexto, pero también con la propia edificación y los mecanismos dinámicos presentes allí.