Andrés Jaque: "Ya no queremos ser modernos"

El diseño es un acto crítico, y la arquitectura es una disciplina inevitablemente política, por mucho que uno intente negarlo. Esta es la opinión de Andrés Jaque, un arquitecto español, fundador de la Oficina de Innovación Política, con sede en Madrid y Nueva York, que se dedica a la práctica arquitectónica, la investigación y el activismo como si una cosa fuera inseparable de otra. En esta entrevista, realizada durante la XII Bienal Internacional de Arquitectura de São Paulo, Jaque analiza cómo la reflexión queer puede proporcionar aportes para la participación de la comunidad y cómo la arquitectura se ha "desplegado en una actividad transescalar y en una práctica multimedia".

"El proyecto es definitivamente una práctica crítica, los aspectos [...] básicos, como la elección de materiales o el acceso al edificio, son hoy cuestiones críticas que deben verse desde la perspectiva de los desafíos políticos contemporáneos", dice Jaque, cuyo trabajo en Europa, Estados Unidos y América Latina ha abordado cuestiones de sexualidad, género y activismo a partir de proyectos e investigaciones que buscan discutir el espacio ya no como un dato universal, sino con acciones específicas.

Lee la entrevista completa a continuación.

ArchDaily: ¿Puedes explicar mejor qué es la arquitectura queer y cómo se relaciona con la vida cotidiana? ¿Cómo puede ser diferente de la arquitectura binaria que vivimos hoy?

Andrés Jaque: Creo que hay una variedad de tradiciones políticas que están transformando totalmente las prácticas arquitectónicas. Tradiciones que no solo traen una pauta, sino que traen otras formas de describir la vida cotidiana y el papel de la arquitectura en la producción del día a día. Entre estas tradiciones políticas se encuentran el activismo y los estudios queer. La relevancia de esto debe tenerse en cuenta, porque las tradiciones queer han tenido éxito en detectar el papel del diseño en la producción de sujetos, comunidades e incluso la naturaleza. Sin embargo, esto no puede considerarse como algo "dado", sino algo diseñado y producido a partir de la ingeniería y la arquitectura.

Exposición Sex and the So-Called City / Andrés Jaque / Oficina de Innovación Política con Miguel de Guzmán (Imagen subliminal). Imagen © Miguel de Guzmán

Desde estas perspectivas, es muy claro que la arquitectura es una forma de promover poderes, y esta promoción es algo que podría estar produciendo una especie de hegemonía o desafiando los poderes hegemónicos. Tengo la impresión de que se está reflexionando mucho sobre la arquitectura y esto de alguna manera muestra el enorme papel que juega la disciplina en la producción de la vida cotidiana, la naturaleza y las relaciones que producen nuestras sociedades - pero ese papel también dice mucho sobre el poder y la política. Con esto podemos entender cómo el diseño no solo puede ser un vehículo para los poderes hegemónicos, sino también ayudar a producir alternativas y multiplicar el rango de posibilidades.

Estos aportes ecosistémicos que la arquitectura podría obtener al introducir e incorporar la reflexión queer también es algo que reconecta la disciplina a las otras áreas donde gana relevancia, por eso considero que la reflexión es importante.

Superpowers of Ten / Andrés Jaque - Oficina de Innovación Política. Imagen © Jorge López Conde

AD: ¿Cómo llevarías estas reflexiones al contexto latinoamericano?

AJ: Cuando se trata de arquitectura y América Latina, hay varios discursos que han estado circulando en los últimos años que, en mi opinión, son muy limitados; como la idea, por ejemplo, de que América Latina era un campo de pruebas para la modernidad, o la idea de que la modernidad se mezclaba con el tropicalismo. Ideas como estas subestiman de alguna manera la complejidad de las comunidades, territorios, sociedades, de la naturaleza en lugares como América del Sur, América Central, incluso América del Norte, el Caribe...Un vasto territorio que es muy diverso en sí mismo y ha pasado por trayectorias políticas muy agitadas.

Tengo la impresión de que necesitamos analizar cuidadosamente cómo la arquitectura latinoamericana proviene del interior y cómo estas historiografías se pueden producir internamente. También creo que hay una gran importancia en mencionar muchas cosas que hasta ahora se han considerado marginales. Entonces, para mí, lo que la arquitectura en general puede ganar al mirar a América Latina desde una perspectiva contemporánea es: mucha complejidad y la comprensión de que los clichés no funcionan.

La comprensión general de un contexto grande y complejo necesita ser reemplazada por acciones específicas. Además, hay un gran signo de interrogación cuando se trata de arquitectura y descolonización en cuanto a la metodología. Para mí, esta es una pregunta que no tiene nada que ver con ideas ya hechas, sino que con metodologías que podrían hacer que la arquitectura sea relevante. Esto podría ganar el peso de un gran ecosistema de prácticas arquitectónicas que, como disciplina, hemos transformado.

AD: En ese sentido, ¿cree que Europa y los Estados Unidos podrían aprender de América Latina sobre el método de descolonización de pensamiento? Estamos tratando de cambiar la forma en que pensamos sobre la arquitectura, ¿crees que esta podría ser una calle de doble sentido?

AJ: Existe la necesidad de construir colectivamente un terreno común que permita al planeta responder a los desafíos globales. Es importante hacer esto no dentro de la modernidad, no con conocimiento universal, sino creando una red de colaboraciones que permita la potencialización de una acción que necesariamente necesita anclarse en situaciones particulares. Creo que uno de los grandes desafíos que enfrenta la arquitectura hoy en día es cómo contribuir a producir una escala de acción no desde ideas modernas, ideales universales o realidades universales, sino, desde una red de colaboraciones y alianzas de conocimientos más puntuales, operados en territorios más específicos.

Creo que este es un desafío que no solo cubre la arquitectura; todas las disciplinas se enfrentan a esto porque ya no queremos ser modernos, no creemos que esto funcione, ese sistema se está derrumbando. Pero al mismo tiempo, necesitamos producir una especie de forma alternativa de colectividad y acción conjunta. Y esta acción conjunta no significa unificación, no es colonizar grandes territorios con pequeñas ideas, sino crear interacciones entre agentes y situaciones que enfrentan condiciones diferentes y específicas. Y esto es algo que obliga a la arquitectura a mirar hacia atrás en su pasado de ecosistemas de referencia, experiencias, y reconstruirlos con el conocimiento que tenemos sobre los desafíos contemporáneos.

COSMO / Andrés Jaque - Oficina de Innovación Política. Imagen © Miguel de Guzmán

AD: ¿Puedes hablar sobre tu experiencia laboral en el contexto latinoamericano y brasileño?

AJ: He estado trabajando en proyectos que básicamente son formas fáciles y desafiantes de describir geografías. Ahora, por ejemplo, estamos trabajando con Thyssen-Bornemisza Art Contemporary (TBA21) para desarrollar un proyecto que ayuda a los humanos a renegociar sus lazos con las dimensiones del océano. Veo esto como un proyecto que no es fácil de vincularlo a un territorio específico, básicamente su geografía es más una alianza y un conflicto donde los humanos dependen del futuro del océano.

De alguna manera, incluso podemos conocer la enorme complejidad del océano y cómo podemos contribuir a que sea duradero. Asimismo, por ejemplo, recuerdo haber desarrollado un proyecto con la Escuela de arquitectura (Escola da Cidade) que era una alianza entre los alumnos, el cuerpo estudiantil, la universidad y la forma en que funcionaba en la ciudad; y el equivalente ocurrió en la ETSAM (Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid). Estábamos desarrollando una transformación espacial temporal en la Escuela de arquitectura y en la ETSAM en Madrid, por lo que la conversación podría tener lugar durante todo el año. Para mí, este es un tipo de arquitectura que puede hacer esto, mediar y renegociar alianzas, recomponer, rearticular sociedades específicas que operan simultáneamente en diferentes escalas, que requieren acciones arquitectónicas que pueden ocurrir al mismo tiempo en diferentes medios: en el entorno en línea y en operaciones que pueden basarse y transformarse en un determinado espacio, en un patio, en la Escuela de Arquitectura o en la ETSAM en Madrid.

Creo que la arquitectura tiene la capacidad de rearticular la sociedad a través de operaciones que son multimedia y que trabajan simultáneamente a diferentes escalas, gracias a esto la práctica logra tener la relevancia que necesita para abordar los desafíos contemporáneos.

Casa del Clero Plasencia / Andrés Jaque / Oficina de Innovación Política con Miguel de Guzmán y Enrique Krahe. Imagen © Miguel de Guzmán

AD: Su enfoque de la arquitectura muestra un gran poder político y crítico. ¿Podrías hablar de eso?

El diseño es definitivamente una práctica crítica. En el pasado, cuando la arquitectura implicaba críticas, siempre estaba en el plano teórico. Creo que el diseño de hoy – qué hacer y qué no hacer – tiene relevancia; los aspectos básicos, como la elección de los materiales o el acceso al edificio, son hoy cuestiones críticas que deben verse desde la perspectiva de los desafíos políticos contemporáneos. Si bien esto transforma la manera en que practicamos la arquitectura, tengo un gran interés en ver cómo el diseño ahora está vinculado a la investigación y el activismo.

Entonces, si en el pasado pensábamos que cuando se trataba de decidir cosas prácticas, los arquitectos básicamente tenían que evitar hablar de política; ahora veo que para ser relevante, para poder trabajar en la profesión, necesitas involucrarte en la investigación - ¿Por qué otra razón elaborarías un plano de situación, por ejemplo? Ese plano, hoy en día, no es solo una imagen satelital: es una forma de comprender las tensiones sociales en las que intervendrá tu acción, y esto está transformando las oficinas de diseño arquitectónico, dándoles una nueva relevancia.

Proyecto "Sales Oddity. Milano 2 y The Politics of Direct-To-Home TV Urbanism" para la 14ª Bienal de Arquitectura de Venecia. Cortesía de Andrés Jaque / Oficina de Innovación Política

La discusión de los arquitectos más famosos, o la discusión del estilo, es muy aburrida y parte del pasado, porque entendemos que la discusión del diseño ahora es una discusión de poderes, minorías, cómo desafiamos las realidades heteronormativas y podemos introducir alternativas en la vida cotidiana y reorganizar las sociedades para que los que de alguna manera estén excluidos puedan incorporarse - y no solo estoy hablando de humanos, sino de humanos en relación con más humanos y otras categorías que estamos llamando a proyectar en los tiempos contemporáneos.

Entrevista realizada por Romullo Baratto y Victor Delaqua. Transcripción y traducción de Susanna Moreira. ArchDaily agradece a la organización de la 12ª Bienal Internacional de Arquitectura de São Paulo por hacer posible la entrevista.

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Sobre este autor/a
Cita: Baratto, Romullo. "Andrés Jaque: "Ya no queremos ser modernos"" ["Não queremos mais ser modernos": entrevista com Andrés Jaque] 29 sep 2019. ArchDaily en Español. (Trad. Caballero, Pilar) Accedido el . <https://www.archdaily.cl/cl/925640/andres-jaque-ya-no-queremos-ser-modernos> ISSN 0719-8914

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