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Arquitectos: Studio 804
- Área: 1 ft²
- Año: 2018
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Proveedores: Duravit, VELUX Commercial, Dornbracht, AutoDesk, Barney Schwabauer, +25



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La megaciudad china de Shenzhen muestra todas las características de una metrópolis moderna en auge. Las concurridas (y ruidosas) autopistas de cinco carriles se abren paso a través de islas de brillantes rascacielos de vidrio, que se elevan desde podios llenos de tiendas de diseñadores, frente a vastas plazas, activadas por jóvenes profesionales que alimentan la floreciente economía tecnológica de la ciudad. Tal escena es realmente notable teniendo en cuenta que antes de 1980, Shenzhen no era más que un pueblo pesquero provincial de 60,000 personas. Hoy, esa cifra ha aumentado a 13 millones.
Esto plantea la cuestión de cómo el entorno urbano acogió una explosión demográfica tan rápida en tan poco tiempo. La respuesta se encuentra en las "Aldeas Urbanas" de la ciudad, manifestaciones notables del pasado y el presente de Shenzhen, aunque probablemente no de su futuro.




Si bien la tecnología y la construcción han progresado rápidamente en los últimos años, permitiendo que las estructuras se construyan más altas y rápidas que nunca, las ruinas de los colosales edificios antiguos nos recuerdan que las técnicas de construcción de hace cientos de años también tuvieron grandes méritos. De hecho, muchas de las innovaciones de la antigüedad sirven como fundamentos para la construcción moderna, con el concreto romano como un ejemplo potente. Otras antiguas técnicas constructivas esenciales, como el arco y la cúpula, ahora se consideran ornamentos estilísticos, con diseños como el Met Opera House que reinterpreta las tipologías clásicas en un contexto moderno. Sin embargo, quizás las reinterpretaciones más relevantes de la construcción antigua en la actualidad son aquellas que lo hacen en búsqueda de la sostenibilidad, renunciando a los métodos de construcción modernos de alta energía en favor de técnicas más antiguas y más naturales.