
Al exhibir lo que coleccionamos, mostramos tanto –o más– de nosotros mismos que de lo exhibido. Nuestras obsesiones, fetiches y preocupaciones se ven reflejadas en la pequeña colección de objetos, aparentemente inservibles, recolectados con tesón como cuando éramos niños. A partir de esta idea, el reconocido diseñador madrileño Valentín Garal ha creado Stilleven, un escritorio con vitrina que se apoya directamente al muro para recibir diversas funciones.