Si bien la economía circular involucra otros principios como la regeneración de los sistemas naturales, la reutilización o el reciclaje de materiales juega un papel importante al contribuir en la disminución de generación de residuos dándole una segunda vida útil a elementos que podrían ser considerados como desperdicios. Maderas, chapas, ladrillos, piedras, entre otros, pueden reutilizarse aportando criterios de sustentabilidad y eficiencia a los proyectos, ayudando a consolidar este concepto que aún tiene un largo camino por recorrer.
Dentro del territorio latinoamericano, numerosos profesionales de la arquitectura se han propuesto aplicar en sus procesos proyectuales y constructivos la implementación de estrategias que colaboren con el aprovechamiento de los recursos, ya sea reutilizando, reciclando o restaurando diferentes materiales y elementos en búsqueda de satisfacer las necesidades y preocupaciones de quienes habitan los espacios.
El proceso de materialización de las ideas arquitectónicas involucra tener en cuenta diversos factores constructivos, económicos, entre otros que, de alguna manera u otra, terminarán repercutiendo en la calidad de vida de sus futuros habitantes o usuarios. Lograr el mayor confort térmico en los espacios interiores y lograr el menor impacto ambiental posible son solo algunos de los objetivos que los profesionales de la arquitectura se establecen al momento de diseñar y definir que materiales acompañarán sus proyectos.
El diseño de interiores de locales gastronómicos se está volviendo cada vez más importante debido a la exigencia de mejorar en los ámbitos de la competencia, la experiencia del cliente y la identidad de marca. La capacidad de adaptarse a las tendencias y necesidades actuales, es un punto que los profesionales de la arquitectura y el interiorismo argentino han estado enfrentando con innovación y flexibilidad tanto en el uso de materiales como de colores y texturas.
Tablero Vesto Roble Rústico con técnica de ranurado, conseguida mediante router. Posteriormente se maquillan las ranuras para disimular el sustrato MDP del tablero. Diseño de Vardeco. Image Cortesía de Arauco
Existen distintas formas de acentuar y darle vida a un espacio, desde agregar mobiliario o una pieza decorativa hasta pintar un muro de un color llamativo. Pero cuando se trata de elevar un interior de una manera sencilla, rápida y que agregue textura, profundidad y calidez, dar un acabado ranurado con apariencia de madera parece ser una conveniente solución de vanguardia. Es más, se ha impuesto como tendencia en el diseño contemporáneo de muebles y muros interiores, incluso asumiendo un rol protagónico en la reconocida Feria Salone del Mobile de Milán este 2022.
Mientras lanzamos nuestro primer libro, The ArchDaily Guide to Good Architecture, actualmente disponible para su compra, revisamos durante el mes de septiembre las diferentes definiciones de la buena arquitectura. Explorando la materialidad, el contexto y el enfoque, nuestros editores desarrollaron artículos que invitan a la reflexión y buscan cuestionar y describir algunos de los aspectos que hacen que una arquitectura sea buena.
Descubre en esta pieza una selección de escritos editoriales que pretenden responder a este interrogante, agrupados bajo los temas: ciudades, materiales, historia, contexto y espacios interiores. Además, encuentra al final un extracto del libro de ArchDaily.
Con un aire de sencillez y sabiduría el ingeniero Julio Vargas Neumann nos recibe. Sus dos canes acompañan el descenso después del ascenso necesario para ingresar y nos acompañan también los muros de piedra que definen el lote. Nos sentamos e iniciamos -o continuamos- la entrevista y conversación en relación al valor de las shicras, los materiales locales y la construcción en tierra. Dialogamos también sobre las críticas al cemento, aluminio y al acero así como las perspectivas sobre el futuro de los materiales en el Perú y en el mundo. Asimismo, discutimos sobre el largamente inatendido y recursivo problema rural sudamericano y la necesidad de cambiar inexorablemente de paradigmas y prioridades.
La fundación ProtierraChile ha trabajado desde 2014 en la certificación de sistemas constructivos mixtos en base a madera, paja de trigo y tierra, poniendo a prueba estos materiales en parámetros de resistencia al fuego, transmitancia térmica y transmitancia acústica. En 2018, se inicia el proceso de certificación de la técnica constructiva en Quincha seca y húmeda, bajo los parámetros nombrados anteriormente, con el fin de construir respetando las normas y términos de construcción en Chile.
En los últimos años, la madera ha ganado terreno como un material de construcción renovable, versátil y estéticamente atractivo. Su resistencia, facilidad de manipulación y propiedades aislantes le otorgan ventajas que otros materiales no consiguen, convirtiéndola en una alternativa cada vez más utilizada por diseñadores, arquitectos y constructores. Sin embargo, tal como presenta múltiples beneficios, también es susceptible a procesos de degradación y pudrición, requiriendo cuidados de preservación ante el paso del tiempo u otras amenazas externas.
Como respuesta a aquellos problemas de durabilidad, antiguamente existían dos posibilidades: aplicar tratamientos químicos o utilizar maderas duras tropicales. Mientras el primer camino genera toxinas dañinas, el segundo incentiva la deforestación en un contexto de cambio climático. De este modo – y en vista de una mayor demanda por el material – se han desarrollado métodos alternativos para protegerlo. Uno de ellos es la acetilización, un proceso no tóxico que, además de ofrecer un alto rendimiento, reduce significativamente el impacto medioambiental.
Si bien hace años que la industria de la construcción viene avanzando en campos nuevos como la nanotecnología e impresión 3D, sigue al mismo tiempo siendo una de las más atrasadas en los términos del uso de la tecnología. Muchas de las innovaciones quedan solo en una etapa experimental, y mientras se pretende constantemente revertir esta situación, al mismo tiempo conocemos un dato preocupante: la industria de la construcción es una de las que mayores contaminantes y residuos produce a nivel mundial.
Sistema BENO: un sistema constructivo conformado por placas prefabricadas de bovedilla armada que incluyen la instalación eléctrica, muro y estructura de hormigón armado. Image Cortesía de Centro Experimental de la Vivienda Económica-AVE-CEVE-CONICET
Reflexionando sobre cómo serán los materiales del futuro, hablaremos de un material que se encuentra en auge en Barcelona y que quizás nos lleva a responder sugiriendo que, como ocurre siempre, todo vuelve.
Los mosaicos hidráulicos, desde hace algunos años, han vuelto a ser tendencia, generando interés por su alto valor artesanal y por sus diversos diseños, perfectos para combinar ambientes tradicionales con detalles de vanguardia.
Actualmente el conocimiento de las propiedades de los materiales empleados en la construcción de edificaciones vernáculas es importante si se quiere garantizar una mejor calidad de vida en la habitabilidad de los espacios que han ido evolucionando conforme nuevas tecnologías aparecen en el mercado. Hoy en día, el diseño de espacios representa un compromiso con el medio natural y por ende, un compromiso con el mejoramiento en la calidad de vida.
La industria de la construcción es una de las que mayores contaminantes y residuos produce a nivel mundial en su quehacer cotidiano. Por mencionar algunas cifras, a mediados de 1990 en Gran Bretaña los procesos constructivos generaron cerca de 10 millones de toneladas de desechos post-industriales, hace aproximadamente una década, se usaron más de 3,500 millones de ladrillos nuevos por año y alrededor de 2,500 millones fueron derribados en demoliciones; del total, solo cerca de 140 millones fueron reutilizados, el resto fueron enviados a vertederos.
Reforma en Sants, Un oasis en el corazón del Poblenou, Departamento THE DUKE, Reforma de vivienda en la calle Calabria. Montaje con fotografías de reformas en Barcelona. Image vía ArchDaily
Actualmente, la reforma integral de pisos en Barcelona es una de las actividades a la que más se dedican tanto arquitectas y arquitectos autónomos como estudios de arquitectura locales. Este dato no es sorprendente tratándose de una ciudad con más de 4000 años de historia en la que hay mucho edificio construido y poco sitio para construir obra nueva.
De acuerdo a la estética que se busque brindarle a un espacio, la economía de los materiales o mismo su mantenimiento a largo plazo, existen diversos tipos de cielorrasos que son capaces de resolver las necesidades técnicas y funcionales de los proyectos de arquitectura. Independientemente de su método de fabricación, sea industrializado o artesanal, los cielorrasos, o también llamados falsos techos, representan un elemento constructivo que constituye el acabado o revestimiento interior de las cubiertas.
Más que una tendencia, la industrialización es una necesidad en el rubro de la construcción. Durante los últimos años, hemos sido testigos de su importancia en el aumento de la productividad y la velocidad de ejecución – así como la reducción de mermas – en obras de arquitectura. Aparte de agilizar los procesos constructivos, esta producción serial, mecánica y estandarizada aumenta la calidad y disminuye plazos de entrega. Si las primeras decisiones en un proyecto consideran modulaciones de las distintas partidas que se pueden industrializar en parámetros verticales y horizontales, el resultado es más eficiente que si aquello se evalúa en el momento de la ejecución de las partidas (cuando ya no es posible reducir las mermas a través de la modulación). Además, al minimizar residuos y disminuir el consumo de recursos energéticos e hídricos, también se contribuye a una industria más sustentable.
Con más de 11.000 años de historia, el ladrillo es uno de los materiales de construcción más antiguos. Es más, reemplazando los bloques de barro secados al sol, los romanos fueron los primeros en experimentar con masas de arcilla cocida en nuevas formas constructivas como arcos, bóvedas y cúpulas. Si bien las dimensiones y métodos de fabricación de este pequeño módulo han evolucionado a lo largo de los años, sus componentes y clásica forma rectangular han experimentado pocos cambios, en especial considerando su larga historia. La explicación es simple: el ladrillo, con su calidez, versatilidad y destacadas propiedades estructurales, es un material atemporal que no pasa de moda.
Como parte del festival de diseño de 14 días que tuvo lugar en la Ciudad de México, SPACE10 presentó la muestra “Deconstructed Home”, con la intención de llevarla a distintos lugares de México. Se convocó a cinco diseñadores quienes a través de seis semanas intensivas de investigación y experimentación de diseño, identificaron y exploraron nuevas posibilidades y usos para el biomaterial de su elección.