
El hormigón en sus distintas facetas exhibe una interesante dualidad gracias a sus cualidades estéticas y técnicas, las cuales han sido exploradas por arquitectos y diseñadores en distintas tipologías y contextos. Por un lado, el hormigón armado muestra suficiente robustez y durabilidad para facilitar la construcción de obras de gran envergadura, capaces de resistir eficientemente condiciones climáticas adversas. Por otro lado, la maleabilidad del hormigón estampado le permite adaptarse con elegancia a formas complejas y plasmar patrones en la superficie, haciendo uso de las texturas y patrones para desarrollar una atmósfera en el entorno construido.
















