
En pleno barrio de Recoleta de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se alza el edificio de Clorindo Testa, Héctor César Lacarra y Elena Acquarone sobre un lote de 8.66 m de frente por 42 m de fondo. Proyectado entre 1975 y 1978, posteriormente a la sanción de la ley de propiedad horizontal, la fachada del edificio deja entrever una serie de balcones aterrazados, vacíos y pasarelas accesibles que dan lugar a un juego alternado y de dobles alturas aportando una mayor iluminación y ventilación natural a los diferentes ambientes de las viviendas.