Más allá de tratarse de un material prefabricado que en la actualidad se produce en grandes masas, la aplicación de los bloques de concreto en la arquitectura continúa evolucionando para satisfacer las demandas y necesidades de las sociedades contemporáneas que se transforman constantemente. Ya sea tanto en espacios interiores como exteriores, su uso es capaz de alinearse con conceptos de economía circular, eficiencia de recursos, sustentabilidad y demás con el objetivo de dar lugar a espacios habitables y al mismo tiempo conocer sus ventajas y desventajas constructivas, sus cualidades expresivas y estéticas, etc.
En el afán de impulsar una construcción más sostenible y donde el uso de materiales naturales contribuya en la transmisión de tradiciones y culturas locales, cada vez más proyectos de arquitectura exploran diferentes recursos y técnicas buscando hacer frente a las preocupaciones ambientales, económicas o sociales. Conocer los beneficios y cualidades de los materiales tal como su color o textura influye en la experiencia final de quienes habitan, recorren o visitan los espacios, por lo que entender sus propiedades técnicas, constructivas, estéticas y funcionales debiera formar parte del proceso de diseño desde los inicios de su concepción.