El concepto de "ciudades esponja" ha ganado relevancia desde que fue introducido por el arquitecto paisajista chino Kongjian Yu, fundador de Turenscape, y fue adoptado oficialmente como una política nacional en China en 2013 para combatir las inundaciones urbanas. Este enfoque prioriza la infraestructura basada en la naturaleza como humedales, jardines de lluvia y pavimentos permeables, creando paisajes con suelo poroso donde las plantas nativas pueden prosperar con un mantenimiento mínimo. Cuando llueve, estos sistemas absorben y ralentizan el flujo de agua, reduciendo los riesgos de inundación. En contraste, las soluciones de drenaje tradicionales basadas en concreto y tuberías, aunque ampliamente utilizadas, son costosas, rígidas y requieren mantenimiento frecuente, a veces incluso haciendo que las ciudades sean más vulnerables a las inundaciones debido a bloqueos y desbordes.
Más allá de tratarse de un material prefabricado que en la actualidad se produce en grandes masas, la aplicación de los bloques de concreto en la arquitectura continúa evolucionando para satisfacer las demandas y necesidades de las sociedades contemporáneas que se transforman constantemente. Ya sea tanto en espacios interiores como exteriores, su uso es capaz de alinearse con conceptos de economía circular, eficiencia de recursos, sustentabilidad y demás con el objetivo de dar lugar a espacios habitables y al mismo tiempo conocer sus ventajas y desventajas constructivas, sus cualidades expresivas y estéticas, etc.