La historia de los materiales en la construcción es un recorrido de innovación y adaptación a las necesidades del entorno. En sus formas más rudimentarias, por ejemplo, los primeros adhesivos se fabricaban a partir de fuentes naturales, como mezclas de resinas de árboles, cal y agua. Más adelante, culturas como la egipcia refinaron estos métodos, utilizando almidón y caseína (proteína de la leche) para unir elementos en sus edificaciones. Esta evolución alcanzó un hito con la Revolución Industrial, cuando la industrialización y la introducción de compuestos sintéticos sentaron las bases de los productos avanzados que conocemos hoy. Los métodos de producción de estos materiales han transformado la construcción, optimizando procesos y promoviendo avances significativos en pro de la sustentabilidad.
https://www.archdaily.cl/cl/1023195/adhesivos-arquitectonicos-un-recorrido-de-innovacion-hacia-un-futuro-sostenibleEnrique Tovar
"Maurice and I" de Rick Harvie y Jane Mahoney (Nueva Zelanda) y "Spaces written by light" de Judith Oláh (Hungría) ganaron los premios a mejor largometraje y cortometraje. También se galardonó el mejor registro de arquitectura, se destacó una película chilena y la obra más representativa de la arquitectura emocional. Eso y mucho más, durante la 6ª versión del Arquitectura Film Festival Santiago.
Las antiguas civilizaciones indias alguna vez prosperaron a lo largo de las orillas de los muchos ríos del país, solidificando una conexión entre el agua y la cultura que perdura hasta el presente. Los ríos han sido parte integral de las diversas comunidades de India, sirviendo como recursos esenciales para la vida diaria y la práctica espiritual. Históricamente, estos cuerpos de agua experimentaron un arraigado sentido de custodia; siendo cuidados colectivamente por las comunidades que dependían de ellos. Hoy en día, la responsabilidad por los ríos se transfiere entre las manos de múltiples partes interesadas, lo que exige un esfuerzo conjunto que reconozca su significado cultural.
Tree House. Image: Courtesy of Fletcher Crane Architects
El primer interruptor de luz ha recorrido un largo camino desde su invención en 1884 por John Henry Holmes en Newcastle, Inglaterra. La ingeniosa tecnología de "ruptura rápida" de Holmes transformó la forma de gestionar la electricidad, garantizando un control de la iluminación más seguro y eficiente. Desde entonces, los interruptores han evolucionado tanto en forma como en función, adoptando diversos diseños: desde palancas y osciladores hasta modelos con iluminación LED y elegantes sensores táctiles. Además, su funcionalidad se ha diversificado, permitiendo gestionar mucho más que la iluminación con un simple toque, revolucionando la comodidad y adaptabilidad de nuestros espacios interiores.