
Este lunes se inauguró oficialmente el Paseo del Bajo: una de las obras más esperadas -y costosas- de los últimos tiempos en Buenos Aires.

Este lunes se inauguró oficialmente el Paseo del Bajo: una de las obras más esperadas -y costosas- de los últimos tiempos en Buenos Aires.

Como parte de las celebraciones correspondientes al Bicentenario de la Independencia del Perú, el Ministerio de Cultura, la Municipalidad de Lima y el Grupo Centenario, anunciaron el lanzamiento de un concurso internacional de arquitectura y paisajismo para el diseño de un parque metropolitano en el perímetro del Santuario de Pachacamac, en el distrito de Lurín, Lima. Este concurso se realizó para invitar a reflexionar sobre la relación que debe tener Lima con su patrimonio histórico y paisajístico ya que el Santuario alberga algunas de las estructuras más importantes del patrimonio arqueológico nacional, al lo largo de más de quince siglos de ocupación humana.


El enfoque arquitectónico del ganador del Premio Pritzker 2011, Eduardo Souto de Moura, puede ser difícil de resumir. Sus convicciones sobre cuestiones de estética y diseño son sólidas, pero también muy individuales y, en ocasiones, incluso inusuales. En su trabajo, esto se traduce en edificios enigmáticos, pero no llamativos —en palabras del jurado del Pritzker Prize 2011 sus edificios "tienen una capacidad única para transmitir características aparentemente conflictivas: poder y modestia, valentía y sutileza, autoridad pública audaz y sentido de intimidad, al mismo tiempo”. En la última entrevista de su serie “City of Ideas”, Vladimir Belogolovsky habla a Souto de Moura para probar su mente arquitectónica y comprender el pensamiento detrás de estas obras poderosas pero modestas.
Miguel Eyquem camina con una mano apoyada en su bolso y se lleva el paño a la nariz. Dice estar resfriado y espera que no sea un problema para conversar. Como todas esas personas que encarnan la historia, a Eyquem se le atropellan las ideas. Camina, habla, se detiene, piensa, vuelve a hablar, cambia de tema y camina.



A más de alguna persona le sorprendió que en esta edición del BBConstrumat en Barcelona los 34.000 metros cuadrados de exhibición no contaran con alfombrado (moqueta) o que el programa de actividades solo estuviera disponible en la app del evento. A medida que el cambio climático —o emergencia climática— se vuelve irreversible y nuestra adaptación nos exige medidas más dramáticas, el sector de la construcción también se ha visto presionado a reinventarse.


El canal the slowdown ha lanzado el último episodio de su serie de podcast Time Sensitive, con una entrevista de Andrew Zuckerman al fundador de BIG Bjarke Ingels. El episodio, titulado "Bjarke Ingels to Cities: Take a Longer View", hace que Ingels comunique el valor y el potencial de la arquitectura que cambia el mundo, y reflexione sobre su propia carrera.

El Royal Architectural Institute of Canada (RAIC) anunció la lista de finalistas para el Premio Internacional RAIC 2019 que destaca la arquitectura socialmente transformadora.
En esta ocasión, el jurado compuesto por Anne Carrier, Stephen Hodder, Barry Johns, Eva Matsuzaki, Diarmuid Nash, Gilles Saucier y David Covo eligió -de presentaciones de 12 países de los seis continentes- un edificio universitario en Perú, una residencia de artistas con centro cultural en Senegal, y un templo en Chile.

Desarrolladas por Tecno Fast y pensadas para formar parte de una comunidad colaborativa de alojamiento turístico sustentable, las Tiny Cabins diseñadas por los arquitectos chilenos Mathias Klotz y Felipe Assadi tienen 24.5 metros cuadrados de superficie y pesan aproximadamente 5 toneladas, incluyendo al menos un dormitorio, cocina, baño, y espacios de almacenamiento.
La cabina diseñada por Felipe Assadi está pensada para 4 personas y centra su diseño en el dormitorio, enfrentando la cama a un gran ventanal, y sumando 2 literas naúticas y un deck sobre su techo. La cabina de Mathias Klotz está diseñada para 3 personas, y prioriza la ocupación de la sala de estar, conectándola con la cocina y el exterior.

Abandoibarra es hoy el el corazón de la ciudad de Bilbao. Años atrás las construcciones de los antiguos astilleros y los depósitos de Renfe impidieron que dicha porción de terreno cercana a la ría bilbaína se nos presentase con la plenitud de la que goza actualmente. Una parte de esa porción, el ya exento astillero de Euskalduna, supo plantar cara al paso del tiempo hasta 1992, año en el que se acometieron las demoliciones generalizadas de las instalaciones del astillero que le da nombre. Un total de 8,40 hectáreas de terreno liberadas en aras de un nuevo uso y disfrute para la zona, más concretamente el de la búsqueda de “sistemas generales de equipamientos”. Comenzando finalmente en 1993, la intervención fue subvencionada por el Programa de Demolición de Ruinas Industriales del Gobierno Vasco, con un monto económico de 83.403.157 pesetas. La construcción del museo Guggenheim, en un extremo; la del propio Palacio de Congresos y de la Música [1994-1998] o Palacio Euskalduna en estos terrenos vacíos; y el abierto diálogo iniciado así con la Universidad de Deusto y el Museo de Bellas Artes, generó una relación entre cuatro piezas que tensionan fuertemente el lugar configurando un nuevo enclave cultural.