
Aún con poca cobertura por los medios internacionales, la producción arquitectónica contemporánea de Angola enfrenta, como la mayoría de sus vecinos africanos, realidades sociales y económicas que no contribuyen a su difusión. Cuando las dificultades habituales de la arquitectura se suman a otras, derivadas de un intenso proceso de neocolonialismo, es realmente difícil sacar buenas ideas del papel y construirlas realmente. Tensionando la relación entre lo concreto y lo digital, el grupo angoleño Banga utiliza el espacio virtual para dar vida a proyectos que combinan arquitectura, experiencias sensoriales y arte.




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