Comparando a Mies van der Rohe y Rem Koolhaas

¿Qué pasa si hacemos una yuxtaposición entre dos obras de dos reconocidos arquitectos, Mies van der Rohe y Rem Koolhaas que tienen 25 años de diferencia? La respuesta la encontramos a continuación en el artículo realizado por el Colectivo Arkrit.

Umbrales. Izq: Neue Nationalgalerie. Mies van der Rohe, 1968. Dcha: Kunsthal. Rem Koolhas, 1992.. Image Cortesía de Jorge Cárdenas

Entre la semejanza, la influencia y la copia hay un gradiente de significados: si bien parecen términos cercanos su acepción es muy distinta. Presentamos una realidad espacial conformada por un principio básico de yuxtaposición. Como cadavre exquis, esta operación toma los umbrales de dos obras relevantes para someterlos a condiciones gráficas equivalentes, estructuradas por la posición del observador, la altura de la cubierta y la profundidad de la imagen. A la izquierda aparece la Neue Nationalgalerie (1968) de Mies van der Rohe, el espacio dedicado al arte del siglo XX en la zona del Kulturforum berlinés. Del lado derecho el Kunsthal (1992), centro de arte contemporáneo en Rotterdam, obra de Rem Koolhaas/OMA.

Imagen de cubierta. Izq: Neue Nationalgalerie. Mies van der Rohe, 1968. Dcha: Kunsthal. Rem Koolhas, 1992.. Image Cortesía de Jorge Cárdenas

Este ejercicio es progresivo en la línea temporal, o con mayor precisión:la lectura comienza con el discurso moderno de Mies y concluye en los términos (pos)modernos de Koolhaas. La idea se basa parcialmente en la compatibilidad de una planta cuadrada, el límite vertical acristalado y el pórtico que define el escenario de la analogía. La Neue Nationalgalerie es una oda a la síntesis espacial propia de la etapa final de Mies, así como un recordatorio de la dialéctica definitiva para la modernidad: la relación -o tensión- entre el interior y el exterior. El adentro establece su frontera física por medio de un perímetro ortogonal acristalado, retranqueado y paralelo a la techumbre. La cubierta es la pieza dominante para el proyecto. Allí "dentro", la gran galería permite adaptar el espacio y dejarlo prácticamente sin nada, una ordenación simétrica organiza las escaleras que conducen al nivel inferior donde el programa se desarrolla de modo convencional.

Sin embargo, la oscilación de la mirada nos permite descubrir otra versión como reflejo de una imagen que aunque proyectada en el espejo emerge distorsionada, asimétrica o irregular en contenido. Así, el umbral del edificio de Koolhaas rompe con el orden de la estructura que en la obra de Mies van der Rohe tiene un sentido espacial clásico, periférico y equidistante. Para emplearla -según refiere Roberto Cargiani en “The Construction of Merveilles”- con un pronunciado carácter escultural[i]. En la foto se aprecian tensores metálicos, una columna cuadrada de concreto, un enorme pilar negro, la columna cruciforme (miesiana) pintada de blanco y una viga perforada que hace las veces de apoyo vertical. En este punto, la disposición de las columnas se distancia de las alineaciones reticulares de su contraparte: la estructura del Kunsthal responde a una voluntad muy distinta de la que determina la envolvente moderna, una complejidad estructural interior que en esencia no pierde el sentido moderno del todo, sino que lo replantea radicalmente por medio del programa.

Sin embargo a Koolhaas la integridad (moral) no le interesa: esos elementos de soporte no están ahí por una razón necesariamente lógica o poética, sino por una voluntad más irónica o incluso escenográfica. La ruptura entre los casos se detalla por la desarticulación de la coherencia material, formal y funcional concluyente, o ¿por qué utilizar como apoyo vertical otro que originalmente es horizontal?. En palabras de Antonio Miranda: "la diversidad en la estructura esquelética (del Kunsthal) debe hacernos dudar de su autenticidad. Por ejemplo: (con) el chiste lelo de utilizar una viga Boyd (...) como pilar"[ii].El cristal y el acero, otrora materiales insignia de la revolución constructiva moderna, conforman un punto de encuentro con una identidad más bien estética. En ese sentido, Koolhaas transforma el peso de la cubierta reticular miesiana al cubrir con policarbonato el techo de su proyecto y permite que lo oculto sea hasta cierto punto visible: es el caso de la trabe metálica anaranjada que sobresale de la fachada nororiente del edificio. Otro contraste está en suelo modular de piedra que rodean la plataforma en la que se desplanta la galería de Berlín y el aligeramiento logrado por una rejilla industrial en el acceso del Kunsthal.

Finalmente, en este ejercicio también subyacen las posibilidades de configurar un espacio “completo” por medio del montaje. La cubierta, sometida a las condiciones de control y equivalencia iniciales, unifica el espacio generando una lectura nueva: la parcialidad de las imágenes enfrenta la solemnidad de Mies contra la irreverencia de Koolhaas, un tránsito que pasa por el tamiz del tiempo donde lo estrictamente arquitectónico no puede desligarse del turbulento juego de los significados. Lo que antes parecía ser incompatible -diversos criterios estructurales en un mismo proyecto- aquí es replanteado por OMA como un catálogo de posibilidades formales y funcionales.

Posdata

Cortesía de Jorge Cárdenas

En continuación con el procedimiento descrito, otra yuxtaposición es posible. En este caso con una imagen en la que aparecen los dos arquitectos sentados y dándose las espaldas. Del lado izquierdo Mies van der Rohe descansa sobre una silla tubular en el interior del apartamento que ocupara en Chicago hacia 1964, fuma un puro que sostiene con la mano derecha, tiene la mirada baja y gesto escéptico, luce impecable traje y corbata. El brazo izquierdo se arquea ligeramente por detrás del respaldo de la silla. A la derecha se encuentra Rem Koolhaas, también sentado en una silla tubular aunque distinta a la de Mies. Su postura, que es más relajada, exhibe el brazo derecho colocado en una posición semejante pero no exacta a la del arquitecto alemán; la mano casi toca el suelo, su actitud es extraña: ¿acaso cínica?. Sirva el choque gráfico para reflejar esa evolución entre una modernidad canónica, con su lejano discurso épico, y la realidad contemporánea que nunca ha tenido miedo de retomar, ironizar y deformar a conveniencia las fuentes de ese discurso "original".

[i] CARGIANI, Roberto. Rem Koolhaas/OMA The Construction of Merveilles. EPFL Press. 2008. p. 156

[ii] MIRANDA, Antonio. Arquitectura y Verdad. Un curso de crítica. Madrid: Ediciones Cátedra, 2013. p. 279

Este artículo fue originalmente publicado como 'Cadáver exquisito' en el blog de ARKRIT, Grupo de Investigación perteneciente al Departamento de Proyectos Arquitectónicos de la ETSAM de Madrid que se dedica al desarrollo de la crítica arquitectónica entendida como fundamento metodológico del proyecto. Lee más de sus artículos aquí.

Sobre este autor/a
Cita: Jorge Cárdenas del Moral. "Comparando a Mies van der Rohe y Rem Koolhaas" 03 abr 2018. ArchDaily en Español. Accedido el . <https://www.archdaily.cl/cl/891818/comparando-a-mies-van-der-rohe-y-rem-koolhas> ISSN 0719-8914

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