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Arquitectos: taller de arquitectura de bogotá
- Área: 19992 m²
- Año: 2020
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Fotografías:Alejandro Arango

Descripción enviada por el equipo del proyecto. El diseño de la nueva Facultad de Ciencias de la Pontificia Universidad Javeriana afrontó desafíos únicos, tales como lograr un equilibrio armónico con el edificio patrimonial Pablo VI, activar el borde urbano de la carrera Séptima y articular el campus de manera coherente. El proyecto integral se estructuró en torno a tres componentes fundamentales: A) Una plataforma lineal que establece un frente a escala humana sobre la carrera Séptima, B) Una torre de gran altura con una base amplia y fluida, que define una nueva entrada emblemática al campus, y C) Una extensa intervención paisajística y de espacios colectivos que actúan como conector entre las diferentes áreas del campus.


La simplicidad y contundencia de esta propuesta —basada en la sumatoria plataforma/torre— no solo resalta la presencia del edificio patrimonial Pablo VI (1967), obra del arquitecto Aníbal Moreno y único bien catalogado del conjunto universitario, sino que también refuerza su valor al integrarlo de forma respetuosa en el conjunto. La plataforma, al extenderse hacia el norte, revitaliza la antesala del edificio histórico, ofreciendo un espacio abierto que integra vegetación y amplifica el uso de su material predominante, el ladrillo. La torre, ubicada estratégicamente en el extremo norte del predio, se sitúa de manera que evita el enfrentamiento con Pablo VI, actuando como un telón de fondo visual que cierra el recorrido que inicia en la Biblioteca Central.


La plataforma lineal define y consolida un nuevo frente del campus hacia una de las avenidas emblemáticas de Bogotá, a la vez que alberga el programa de laboratorios de formación. Con el fin de garantizar espacios interiores de alta calidad, se optimiza la luz y ventilación natural mediante el uso de dos patios "ingleses", los cuales conforman un jardín longitudinal que recorre el interior del edificio.



En cuanto a la torre, se organiza mediante un sistema de cuatro grandes núcleos de concreto y cerchas Vierendeel en perímetro, lo que maximiza el área útil y contribuye significativamente a la flexibilidad del diseño. Este sistema facilita la adaptación futura del edificio a las necesidades cambiantes de los laboratorios especializados. Las cuatro fachadas se recubren con paneles metálicos cortasol con densidad variable en su micro perforación, que permiten mitigar la incidencia solar según la orientación de cada cara, y la vez proporcionan una imagen homogénea al edificio.



Por último, el gran espacio público situado en la cubierta transitable de la plataforma conecta las distintas áreas del campus con amplias zonas al aire libre para la permanencia y el encuentro. Esta estrategia permite aprovechar menos del 30% del área ocupada, logrando cumplir con los requerimientos funcionales del programa y promoviendo, a su vez, la idea de un campus verde que favorece el bienestar universitario.





















