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Arquitectos: Partner4Build
- Área: 155 m²
- Año: 2025
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Fotografías:Pedro Machado Photographer
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La casa de Espinheira fue concebida a partir de un concepto que une el pragmatismo de la forma y del material que le da resistencia o la protege de los elementos naturales, resultando en una obra de lenguaje depurado. Su génesis reside en un gesto inicial de plegado, un origami arquitectónico surgido de la simplicidad de una servilleta de papel, explorando la relación entre la forma y la función.
La composición volumétrica refleja una pureza formal que se manifiesta en la honestidad de los materiales utilizados. El concreto aparente conforma las superficies de las paredes y de la losa de cobertura, otorgándole a la construcción una robustez atemporal y un carácter escultórico. El concreto, con su textura cruda, se convierte en protagonista, realzando la materialidad y evidenciando la presencia del tiempo en su superficie.
La madera natural introduce un contrapunto térmico y sensorial, aplicándose en el revestimiento del pavimento, calentando visualmente el espacio y proporcionando un diálogo equilibrado entre lo artificial y lo orgánico. La piedra natural, utilizada en algunos puntos estratégicos, ancla la vivienda al terreno, reforzando la relación con el paisaje circundante y remitiendo a la materialidad primaria de la arquitectura.
El terreno del jardín está modelado por un único muro de concreto aparente que se prolonga desde la casa, donde apoya una escalera exterior, creando una continuidad del cuerpo construido y permitiendo el acceso al sótano destinado al estacionamiento. Estos elementos no solo estructuran el desnivel del terreno, sino que también refuerzan el lenguaje minimalista de la construcción, integrándola en el paisaje.
La organización programática de la casa privilegia la fluidez espacial y la interacción entre los ambientes. En la planta baja, se disponen las tres habitaciones y las zonas sociales, mientras que la sala de estar y la cocina en open space se abren en un doble techo, ampliando la percepción espacial y permitiendo la existencia de un entrepiso destinado a una oficina suspendida sobre el volumen de la cocina. Esta solución no solo potencializa la verticalidad del espacio, sino que también establece nuevas perspectivas y relaciones visuales internas.
La vivienda se desarrolla en torno a su propio terreno, volviéndose hacia el interior de forma que maximiza la incidencia y la calidad de la luz natural. Las aberturas están dispuestas estratégicamente para captar luz directa e indirecta, modulando la iluminación y creando atmósferas dinámicas a lo largo del día, en una paleta de colores que "pintan" el gris del concreto aparente. Los laterales de la casa, por su parte, son opacos, resguardándose de los terrenos vecinos.
El elemento agua, representado por la piscina, asume un papel fundamental en la composición del espacio exterior. La piscina está inserta en un escenario marcado por un muro de piedra natural preexistente, que dialoga con los demás materiales y refuerza la identidad del lugar. Este elemento rústico establece una relación de contraste y continuidad con el concreto aparente y la madera, componiendo un equilibrio entre lo artificial y lo natural, lo antiguo y lo nuevo.
Al reducir la arquitectura a su esencia, este proyecto destaca los materiales como elementos primordiales de la experiencia habitacional. La casa, en su aparente simplicidad, trasciende la mera función de abrigo, convirtiéndose en una expresión sensorial y plástica de la materia, la luz y el espacio.
