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Arquitectos: Estúdio Cacau
- Área: 242 m²
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Fotografías:Joana França

Descripción enviada por el equipo del proyecto. Este proyecto consiste en la reforma integral de una vivienda de la década de 1970, ubicada en la tradicional W3 Sur, en Brasilia. La residencia fue elegida como nuevo hogar por una familia formada por una pareja, dos hijos y dos gatos. El principal desafío presentado al Estúdio Cacau fue transformar la casa original —oscura, compartimentada y con poca ventilación— en un espacio integrado, luminoso, ligero y lleno de vida.


Las casas de la W3 siguen una tipología estandarizada: viviendas adosadas de dos plantas, con una planta estrecha y profunda (aproximadamente 8 x 30 metros), lo que generalmente resulta en fachadas bien iluminadas, pero interiores oscuros y sin ventilación cruzada. Para resolverlo, se propusieron vacíos en las losas que funcionan como patios de luz y ventilación.


Eje Verde y Luz como Estrategia de Diseño. El concepto inicial del Estúdio Cacau fue la creación de dos vacíos centrales que funcionan como patios interiores y constituyen el eje principal del proyecto. Estos jardines organizan toda la dinámica de la casa: además de aportar ventilación e iluminación natural a los espacios centrales, ofrecen confort ambiental y una calidad estética que enriquece la vida cotidiana de los residentes.

Integración y Fluidez Espacial. La planta fue reorganizada para reflejar el estilo de vida de la familia: social, acogedor y dinámico. Se eliminaron compartimentaciones innecesarias, generando espacios amplios, integrados y permeables a la luz y a la mirada. Un antiguo cuarto de servicio fue transformado en garaje; al invertir su ubicación en planta, se liberó el acceso principal a la casa, creando una transición fluida entre exterior e interior.


La sala de estar es el primer ambiente de recepción: amplio y cómodo. Desde allí, se recorre visualmente toda la casa hasta el jardín posterior, reforzando la noción de transparencia y continuidad espacial.


Corazón de la Casa: Cocina integrada y Expresión Artística. La cocina, ubicada en el centro de la vivienda, está totalmente integrada con el resto de los ambientes, permitiendo tanto el uso social como el familiar. Su configuración práctica y su conexión con el área de servicio facilitan la rutina diaria. El espacio cuenta con un hermoso mural de baldosas del artista João Henrique, además de un lucernario que aporta sol y ventilación. Una cubierta retráctil permite abrir o cerrar el espacio según la necesidad del momento.

Jardín Posterior y Espacio de Ocio. En la parte posterior —considerada originalmente la fachada principal según el plan de preservación urbana—, el jardín fue resignificado como un área de ocio al aire libre. Grandes puertas correderas integran la sala con este espacio, donde se encuentran la piscina (un deseo compartido de la familia), la barbacoa y una pequeña zona de césped. El portón que conecta este jardín con la franja verde pública de la W3 fue diseñado para abrirse por completo cuando se desee, difuminando los límites entre lo privado y lo público.

Sobre la zona de la barbacoa, las arquitectas propusieron un pequeño “club infantil”— el sueño de cualquier pequeño cliente —. La pasión de la familia por el arte urbano también se materializó allí: los hijos decoraron el espacio con un mural propio y, con el apoyo de sus padres, invitaron al artista Gurulino —referente de la escena urbana de Brasília— para intervenir con un gran mural en la escalera principal.

Arquitectura Afectiva: Memoria y Significado. La escalera original de mármol blanco fue preservada como elemento de memoria. Para realzarla, se abrieron pequeños lucernarios que iluminan tanto el mural como el espacio de circulación vertical.


A lo largo del proyecto, se utilizaron paneles metálicos blancos como recurso versátil y multifuncional: actúan como cerramientos ligeros, filtros visuales, barreras de seguridad e incluso como soporte para plantas trepadoras.
Planta Superior: Luz e Intimidad. En la planta superior, la distribución también gira en torno a los patios interiores, garantizando iluminación natural en todos los ambientes. El antiguo dormitorio interior, antes oscuro, ganó un encantador balcón compartido, con una hamaca. Los baños de los niños fueron completamente reconfigurados, con una nueva distribución, acabados coloridos y luz cenital mediante lucernarios. A pedido de los clientes, el baño en suite se integró al dormitorio, manteniendo la bañera original, ahora ubicada en el espacio de la antigua terraza.
Una escalera metálica conecta con la azotea, hoy utilizada como mirador y espacio de contemplación familiar.
Fachada: Color, Textura y Vegetación. La fachada combina ladrillo a la vista, hormigón, estructuras metálicas y vegetación exuberante. Tonos de azul y naranja aparecen puntualmente, aportando vitalidad y carácter a la composición. Esta paleta se convirtió en la marca del proyecto —sutil y a la vez memorable—, reflejando la personalidad vibrante y acogedora de sus habitantes.




























