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Arquitectos: Oficina Conceito Arquitetura
- Área: 437 m²
- Año: 2025
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Fotografías:Marcelo Donadussi
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Proveedores: Acervo Furniture, Backes Madeiras, Ecovale Acabamentos, Esquadrias Sheid, Ovoo, Portobello

Descripción enviada por el equipo del proyecto. Toda la volumetría de la Casa RJ se configura a partir del concreto aparente paginado, que se extiende hasta las losas de cubierta del primer piso, componiendo un preciso juego de líneas y perforaciones previstas desde la etapa de concretado. Este gesto constructivo prescinde de revestimientos: el propio concreto funciona como acabado final, transmitiendo la fuerza de la materia en su expresión más pura.

Implantada en un terreno de esquina de 22 × 35 metros, con un desnivel de 3 metros desde la fachada norte, la residencia fue concebida en diálogo con la topografía. En lugar de recurrir a cortes excesivos, una única excavación en el centro del lote permitió generar un pavimento semienterrado —que alberga garaje, taller, depósito y bodega—, mientras que la tierra extraída se redistribuyó en los alrededores, suavizando los desniveles del jardín.


El acceso vehicular se realiza por la fachada norte, a través de un portón de chapa de acero galvanizado pintado de negro. El acceso peatonal, en cambio, se ubica en la porción oeste, conduciendo directamente al piano nobile. El visitante es recibido por un vestíbulo de escala humana, revestido en listones de madera ecológica, que se abre a un corredor iluminado por tres generosas aberturas de piso a techo orientadas al sur. El recorrido revela el jardín lateral en fragmentos y articula el acceso a la oficina, el lavabo y la suite de huéspedes, hasta culminar en el gran espacio social.

En este espacio, el concreto aparente define una atmósfera brutalista, matizada por la calidez de la madera natural y por el verde que se infiltra en la arquitectura. En la fachada norte, un gran pórtico integra la chimenea de doble cara y las aberturas principales, actuando como filtro solar: bloquea la radiación en verano y acoge la luz en invierno. La sala se prolonga hacia un balcón-jardinera al norte y hacia la piscina al este, reforzando la continuidad entre interior y exterior. Junto a la piscina, el quiosco retoma la materialidad de la casa: una pared de concreto cuidadosamente paginada sostiene la cubierta ligera de acero y madera ecológica, que sombrea la parrilla y la mesa de convivencia.


En el piso superior se concentran los ambientes íntimos. Una escalera de cumarú conecta con el piso de tablones de la misma madera, que recorre todo el nivel. A un lado se ubica la suite principal; al otro, la sala íntima con un jardín suspendido. Entre ambos, dos habitaciones infantiles comparten un baño.


Los baños cumplen un papel inesperado: se transforman en puntos de color que contrastan con la sobriedad brutalista de la casa. Destaca el baño de la suite principal, donde dos tonalidades de porcelanato enmarcan la bañera de inmersión frente a una amplia abertura orientada al este, que inunda el espacio con la luz suave de la mañana.

El confort térmico se refuerza mediante piso radiante: instalado directamente en el concreto del pavimento social y bajo la madera del pavimento íntimo, ambos con apoyo de paneles fotovoltaicos (a la espera de activación). La residencia también incorpora sistemas de reutilización de aguas pluviales y brises de madera ecológica, que filtran la radiación solar en las fachadas norte, este y oeste del piso superior.




















