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Arquitectos: Francisco Mangado
- Área: 22000 m²
- Año: 2024
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Fotografías:Juan Rodríguez

Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto plantea la construcción de un recinto ferial de 21.300 m² en la ciudad belga de Lieja, ubicado en un área de transición entre una zona industrial y un barrio de torres de viviendas de los años sesenta, habitadas mayoritariamente por emigrantes del sur de Europa.

El solar, antes ocupado por edificios industriales y sometido a intensas operaciones de descontaminación, se encuentra en un entorno urbano poco cualificado pero con potencial de transformación gracias a la presencia de piezas destacadas de arquitectura moderna. Aunque los recintos feriales suelen responder a criterios de eficacia, con grandes espacios anodinos y funcionales sin pretensiones arquitectónicas, este proyecto apuesta por una visión más ambiciosa. Sin renunciar a los requisitos logísticos y de movilidad masiva de visitantes, el edificio busca contribuir activamente a la mejora urbana del entorno inmediato.

La estrategia proyectual diferencia claramente las zonas de acceso. Hacia el sector de viviendas, desde donde llegará el público, se ubican los espacios de carácter más ciudadano: accesos principales, restaurantes, cafeterías, oficinas y áreas de exposición menos masivas. En cambio, los accesos logísticos, necesarios pero generadores de interferencias, se sitúan en el extremo opuesto, junto a la zona industrial. De este modo, las grandes áreas de exposición quedan en el centro, aisladas de los flujos más conflictivos.


Una decisión clave es la creación de una plaza de acceso abierta hacia la ciudad y cerrada en tres de sus lados por los brazos del edificio. Esta plaza no solo mejora la escala urbana del recinto ferial, sino que también ofrece un espacio para eventos públicos como conciertos o espectáculos, reforzando el vínculo entre el recinto y la vida de la ciudad. Además, la llegada del tranvía, que conecta esta nueva plaza con el centro de Lieja, refuerza aún más el carácter urbano del proyecto.

La plaza, cuyos perímetros albergan cafeterías y restaurantes, se concibe como un nuevo centro de vida para los vecinos, ofreciendo servicios de los que actualmente carecen, y generando oportunidades económicas tanto para la gestión del recinto como para el barrio. El edificio, por tanto, no solo cumple con su función como espacio ferial, sino que se convierte en un "embajador" de la ciudad ante los visitantes.


En cuanto a la solución constructiva, las áreas de exposición, de gran tamaño y flexibilidad (pudiendo unirse en un solo espacio), permiten la entrada de camiones hasta su interior para facilitar el montaje de eventos, como el reciente campeonato nacional de hípica. La estructura metálica salva luces de hasta ochenta metros, mientras que las instalaciones, vistas, se ordenan de manera rigurosa. El interior se caracteriza por el uso predominante del hormigón visto y el exterior se resuelve mediante paneles metálicos prelacados en fachadas y cubiertas, subrayando la sobriedad y funcionalidad del conjunto.

