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Arquitectos: AT Arquitetura
- Área: 455 m²
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Fotografías:Alcindo Dedavid Junior
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Proveedores: Esquadrias Prata, Nova Marcenaria Brasileira, Uniflex

Descripción enviada por el equipo del proyecto. Ubicada en Uruguaiana, en la frontera entre Brasil y Argentina, la Casa DC es un reflejo del vivir contemporáneo en el campo. La casa de una sola planta se extiende en un amplio terreno, donde los límites visuales son definidos por la naturaleza que rodea el espacio en el que se implanta el proyecto. Inspirada en la arquitectura vernácula del Sur, la casa incorpora elementos que remiten a las tradiciones constructivas de la región, sin dejar de adoptar características y tecnologías de la arquitectura contemporánea.

La composición espacial se basa en formas simples y líneas rectas. Un juego de planos y volúmenes otorga claridad y orden al conjunto. Así, se percibe una transición suave entre el interior y el exterior. Dos volúmenes están dispuestos paralelamente: uno alberga las áreas íntimas y el otro contiene la zona de servicio y la cocina. Entre ellos se encuentra el corazón de la casa: un amplio espacio de estar que conecta estos dos volúmenes y establece una relación directa con las áreas exteriores que rodean la casa. Sobre este espacio central, una ligera cubierta metálica parece flotar entre los dos robustos volúmenes.

El proyecto busca una conexión armoniosa con el paisaje natural, aprovechando la vegetación existente para crear una arquitectura que se integre suavemente en el entorno. Las aberturas y los espacios de convivencia fueron posicionados estratégicamente para ofrecer vistas panorámicas del entorno, permitiendo que la naturaleza sea protagonista en todos los ambientes.



La elección de los materiales estuvo guiada por la búsqueda de una conexión con la cultura y la tradición de la región. La piedra, extraída localmente, aporta solidez y rusticidad, mientras que la madera aporta calidez y confort a los interiores. El hormigón armado conforma los volúmenes que estructuran y delimitan la casa.


En el diseño de interiores, la simplicidad se exalta a través de texturas naturales que crean una atmósfera serena y acogedora. El mobiliario fue seleccionado para valorizar el espacio y ofrecer comodidad sin renunciar a la sofisticación. La luz natural, que penetra generosamente a través de las amplias aberturas, baña los ambientes, resaltando las sutilezas de los materiales y creando una conexión directa con el exterior.

La elección de los elementos decorativos refleja un respeto por las tradiciones locales, al tiempo que incorpora un toque contemporáneo. Objetos artesanales, como cerámicas y tejidos regionales, se combinan con piezas de diseño moderno, logrando un equilibrio armonioso entre lo antiguo y lo nuevo. El mobiliario, de líneas puras, se complementa con piezas de arte y objetos personales que añaden una capa de emoción y personalidad a los espacios. Este diálogo entre el pasado y el presente enriquece la narrativa del proyecto, haciendo de cada ambiente una expresión única de identidad.


















