PATRIMONIO MODERNO y el desafío de la reconstrucción

Horacio Torrent- Presidente Docomomo Chile

Conjunto Habitacional Matta-Viel, Bresciani-Valdés-Castillo-Huidobro 1954

La arquitectura moderna se desplegó sobre el territorio chileno en una dimensión sin precedentes e involucró grandes transformaciones urbanas. Hoy, la población de Chile es mayoritariamente urbana, sin embargo, la reflexión sobre las formas para alojar esa creciente población no están al nivel de la que se promovió en los años 50s y 60s. Las formas del crecimiento urbano masivo tienen hoy menor calidad que la de los grandes conjuntos. El patrimonio urbano moderno representa en este contexto un valor demostrativo de las posibilidades y necesidades de la sociedad. Las arquitecturas modernas configuraron imágenes de esperanza urbana, que hoy se nos revelan con condiciones y calidades acordes a la sociedad actual.

Los conjuntos habitacionales han soportado el terremoto con mejor calidad que muchos de los grandes edificios que algunas inmobiliarias construyeron recientemente.

El desarrollo material, arquitectónico y urbano desplegado durante un período extenso del siglo XX, no tenía hasta hace un tiempo mayor significación pública. Pero al reconocimiento de las condiciones materiales, se ha sumado también el correspondiente a las historias de vida de miles de ciudadanos que desarrollaron sus cotidianos en los ambientes nuevos que la arquitectura moderna propuso. La divulgación de los valores del patrimonio moderno y la revalorización por parte de los ciudadanos de ambientes urbanos donde este patrimonio predomina es una realidad creciente. La colaboración con estudios rigurosos históricamente es entonces una necesidad para la preservación del patrimonio moderno. Sobre todo porque las interpretaciones sobre la arquitectura moderna en Chile fueron bastante negativas durante la década de los ochenta, incluso llegando a proponer un claro desprestigio.

La institucionalidad del patrimonio en Chile, ha hecho su reconocimiento parcial al patrimonio moderno en algunas obras singulares. Algunos otros edificios modernos han quedado involucrados en Zonas Típicas o en zonas de conservación en los planes urbanos. La diferenciación entre el tipo de patrimonio moderno de obra singular y el de complejidad urbana -aunque parezca primaria-, resulta fundamental para que la intención cierta de conservación del acervo cultural-arquitectónico no se convierta sólo en una valorización de los edificios más reconocidos de la modernidad y se desechen aquellos conjuntos que su complejidad presentan dificultades y requieren de nuevos instrumentos más específicos.

Las dificultades se nos presentan a la hora del reconocimiento de aquellas obras que cambiaron la escala de la ciudad; en parte por contenidos de los mismos conjuntos arquitectónicos, en parte por las implicancias que tendrán en la vida de sus habitantes. Pero también porque habitualmente ronda a la noción de patrimonio una idea asociada a un pensamiento romántico que entra a veces en contradicción plena con la abstracción que la arquitectura moderna propugnaba.

Las formas de enfrentar el estado actual del patrimonio moderno son complejas y en parte la configuración misma de este patrimonio dificulta la aplicación de las políticas, técnicas e instrumentos de conservación o preservación urbana más tradicionales.

Los grandes conjuntos que entraron en conflicto con los trazados urbanos preexistentes requieren formas institucionales de preservación y conservación que todavía no están ni siquiera inventadas. Por el carácter de este patrimonio moderno, las estrategias de preservación estarán necesariamente vinculadas a las políticas urbanas, a la planificación y sobre todo a la gestión y las políticas públicas en relación con el bienestar de sus habitantes. La labor próxima estará fundamentalmente en ese campo.

El terremoto nos ha propuesto un avance inmediato sobre las posibilidades de disponer de instrumentos para la reparación de las condiciones materiales. Las comunidades que viven en ellos saben lo que tienen que hacer; por lo mismo rechazan las ofertas de algunos inescrupulosos que pretenden hacer negocios con la desgracia ajena. El mantenimiento de las condiciones de estas partes de ciudad, es hoy un desafío de conservación, porque mucha de la oferta actual tiene menor calidad espacial, material y de vida comunitaria que los ejemplos de la modernidad. El debate sobre la reconstrucción, no podrá dejar de prestar atención a estos testimonios vitales de lo que las ciudades pueden ser. La conservación deberá, como en todo conjunto patrimonial ser parte del nuevo estado de la ciudad reconstruida.

Sobre este autor/a
Cita: Invitado. "PATRIMONIO MODERNO y el desafío de la reconstrucción" 29 mar 2010. ArchDaily en Español. Accedido el . <https://www.archdaily.cl/cl/02-39668/patrimonio-moderno-y-el-desafio-de-la-reconstruccion> ISSN 0719-8914

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