
El Lingotto es uno de los edificios industriales más espectaculares que se hayan construido durante el siglo XX. Esta fábrica de automóviles fue encargada por la FIAT al arquitecto Giacomo Mattè Trucco, empezando la obra en 1916 y abriendo sus puertas 7 años más tarde. Lo revolucionario del diseño está en que todo el edificio fue entendido como una gran cinta de producción (muy en sintonía con las ideas de Frederick W. Taylor y Henry Ford), ya que las piezas entraba por la planta baja y se iban armando los automóviles a medida que iban subiendo en espiral por el interior de las 5 plantas del edificio, terminando en la cubierta donde un piloto de pruebas realizaba una vuelta por la pista y comprobaba el correcto funcionamiento del auto.
Sus 355.160 m2 de acero y hormigón la trasnformaron en su día en la fábrica más grande de automóviles del mundo, donde se llegaron a fabricar más de 80 modelos de la casa italiana. La estructura está modulada en piezas de 5 metros distribuidas en 5 plantas y repetidas hasta 200 veces. Pero lo que sin duda hace único a este edificio es su pista de pruebas, de 24,4 mts de ancho por 2.4 km de largo, a 21,3 mts sobre el suelo, y con unos peraltes muy pronunciados en sus extremos.
