
En 1968, la pequeña ciudad de Gibellina en Sicilia fue arrasada por el terremoto de Belice, un sismo de magnitud 5.5 que mató a cientos y dejó a 100.000 personas sin hogar. Los planificadores no pudieron reconstruir Gibellina en su sitio original, por lo que la nueva ciudad, Gibellina Nuova, se construyó a 11 kilómetros de distancia. Anticipándose al diseño y construcción de Gibellina Nuova, y tras la tragedia del terremoto de Belice, el alcalde de Gibellina convocó a varios artistas para que presentaran propuestas de proyectos para decorar la nueva ciudad. Uno de los artistas fue el prolífico pintor y escultor italiano "polimaterialista" Alberto Burri (1915-1995).














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