Los comedores al aire libre han demostrado ser una especie de salvavidas para los restaurantes, ya que habitar los interiores públicos siguen estando muy lejos del alcance de las personas en este punto de la crisis por la pandemia del coronavirus. Sin embargo, frente a mandatos restrictivos, los arquitectos, planificadores y restauradores de Estados Unidos se han visto obligados a idear formas creativas de mantener clientela activa sin riesgo de contagio en áreas de comedor al aire libre estéticamente agradables.
María Cristina Cravino, a la cabeza de numerosos proyectos de investigación y publicaciones sobre asentamientos informales y políticas públicas del hábitat, supo desde la antropología convertirse en una referente a la hora de pensar sobre derecho a la ciudad y conflictos urbanos.
Es por este motivo, que realizamos una entrevista que revela tanto sus entendimientos y la urgencia del asunto -especialmente en la situación de confinamiento- como sus reflexiones sobre qué hacer desde el ámbito académico e investigativo.
Desde el brote de COVID-19, yo, como la mayor parte del mundo, he pasado los últimos meses en cuarentena en casa, perturbado e inseguro acerca de las ramificaciones de todo esto. Les ahorraré mis predicciones para el futuro pospandémico de la ciudad africana (actualmente no hay escasez de ellas), pero en cambio, quiero ofrecer algunas observaciones sobre nuestra situación actual. Como africano, mi perspectiva es única en nuestro continente y universal para todos. Después de todo, es una pandemia mundial.
https://www.archdaily.cl/cl/945974/carta-desde-nigeria-covid-19-y-la-ciudad-africanaMathias Agbo, Jr.
La inercia de la política y la gobernanza en una época en la que los grandes cambios sociales se producen a un ritmo cada vez más rápido, sin mencionar la insatisfacción con el proceso de decisión deja espacio para acciones de abajo hacia arriba, activismo y esfuerzos audaces. A la luz de tantos ejemplos de activismo social, ¿tienen los arquitectos las herramientas para hacer su propio stand? ¿Tiene la arquitectura el poder de alterar el status quo?
La densidad ha sido por mucho tiempo una consideración esencial para los arquitectos y planificadores urbanos, sin embargo, su importancia aumenta a medida que la población urbana del mundo se dispara y las ciudades se vuelven más y más densas. Durante gran parte de la historia de la planificación urbana, este término ha estado plagado de asociaciones negativas: hacinamiento, pobreza, falta de seguridad y los llamados 'barrios marginales'. El movimiento de la ciudad jardín, iniciado por Ebenezer Howard en 1898, intentó remediar estos problemas al abogar por cinturones verdes y una planificación anti-densidad. La Ville Radieuse de Le Corbusier es uno de los planes urbanos más famosos basados en estos ideales. Sin embargo, en la década de 1960, la socióloga Jane Jacobs anuló estos influyentes conceptos de planificación urbana, señalando que la densidad de los edificios no tenía porque ser igual a una superpoblación. Además, sugirió que algunas áreas urbanas muy densas, como su vecindario en Greenwich Village, eran más seguras y atractivas que los proyectos cercanos de ciudad jardín, y destacó cómo la concepción estadounidense de los "barrios marginales" habitualmente se basaba en ideologías racistas. La densidad no es intrínsecamente mala, sugirió, pero debe pensarse bien. Hoy en día, continuamos lidiando con la cuestión de cómo diseñar para nuestras ciudades cada vez más densas: ¿cómo promover un habitar colectivo sin perder la privacidad? ¿cómo crear espacios de libertad pero permitir el control cuando sea necesario? Y frente al contexto actual, ¿cómo mantenemos seguros y saludables?
https://www.archdaily.cl/cl/945583/evolucion-del-espacio-compartido-privacidad-v-s-apertura-en-una-arquitectura-cada-vez-mas-densaLilly Cao
A medida que la pandemia mundial COVID-19 se ha ido desarrollando en los últimos meses y expandiéndose alrededor del mundo, han aparecido anecdóticamente en Internet historias de personas que han tenido que cumplir su cuarentena en ciudades abarrotadas y han mostrado preocupación por su futuro. Cuando el virus recién estaba comenzando, fue común que la gente escapara a sus segundas viviendas, o que regresara a la casa de sus padres en donde tendrían más espacio y un patio amplio en comparación con sus casas en la ciudad.
Es difícil imaginar la ciudad de Nueva York sin los vagones del metro abarrotados, las largas colas y las abrumadoras multitudes de turistas que se sentían esenciales para la vida diaria. Una vez que el miedo a la pandemia de COVID-19 haya disminuido, la ciudad, como otras en todo el mundo, se nublará y se alterará fundamentalmente incluso después de que se haya restablecido la prosperidad económica. En lo que parece una discusión de puerta giratoria, excepto que ahora se pregunta con urgencia, ¿cómo queremos que sean las ciudades en los años venideros?
Townscaper es un nuevo videojuego de construcción que permite a los usuarios crear su propia ciudad de una manera muy simple, gracias a elementos que surgen de un mar al hacer un clic. Sin un objetivo aparte del aspecto del diseño, este videojuego, lanzado muy recientemente, ya ha recibido bastantes críticas positivas.
Dubrovnik, Croacia. Foto de Drone por @spencerdavisphoto
Algunas de las características más comúnmente atribuidas a las plazas están relacionadas con la presencia de personas en el espacio y los usos que se le atribuyen, como por ejemplo, lugares públicos, prácticas deportivas, turismo y eventos. Estos diferentes usos, que a menudo van más allá de los previstos en el proyecto, están directamente vinculados al nivel del suelo, donde las personas circulan y experimentan el espacio. Visto desde una perspectiva aérea, por otro lado, las plazas pueden revelar otras características relacionadas con su diseño arquitectónico y su inserción en el contexto urbano.
Cuando se utiliza el espacio urbano como lienzo o soporte para la expresión, la manifestación, la crítica y la denuncia, los receptores se multiplican. Peatones y transeúntes de diversas edades e ideologías se convierten en espectadores de intervenciones que plantean un nexo entre arte y activismo, apropiándose de la ciudad y utilizando sus calles, muros, aceras y medianeras como soporte gráfico para la comunicación de ideas y la difusión de mensajes a gran escala. Dicen que alguna vez Banksy declaró que “una pared es un arma muy grande, es una de las cosas más desagradables con las que puedes golpear a alguien” y no fueron pocos los que siguieron su línea de acción y encontraron en los rincones de sus ciudades una oportunidad para alzar su voz.
Luanda, Angola. Imagem de mbrand85, via Shutterstock
Este artículo es un ejercicio de observación y análisis de las diferentes formas de uso y ocupación del suelo en tejidos urbanos informales o de auto producción alrededor de Luanda, y su relación con el centro urbano consolidado de la capital angoleña.
Collage realizado con fotografías de Matias Romero y Raquel Aviani / Secom UnB. (bajo licencia Creative Commons Attribution-Share Alike 2.0 Generic y Creative Commons Attribution 2.0 Generic) a través de Wikimedia Commons
¿Qué sería de todo el entorno construido sin sus usuarios? Esta pregunta puede facilitar la comprensión de que la arquitectura y el urbanismo no sólo se conforman por el espacio físico, sino que, por el contrario, se vuelven relevantes con el movimiento, así como con los vínculos humanos y no humanos que, junto con los trazos arquitectónicos que conforman el paisaje urbano, provocan sensaciones que cada individuo experimenta de forma única.
Con la mayor parte del mundo viviendo en ciudades y pueblos en crecimiento, las personas tienden a pasar la mayor parte de su tiempo en espacios interiores. Cuando no estamos en casa, estamos trabajando, aprendiendo o incluso participando en actividades de esparcimiento en entornos cerrados. Sumando todo, pasamos el 90% de nuestro tiempo en el interior. Por lo tanto, es esencial garantizar una calidad ambiental interior cómoda, productiva y saludable, siguiendo parámetros bien regulados y prácticas de diseño que consideren la temperatura, la iluminación, la contaminación acústica, la ventilación adecuada y la calidad del aire que respiramos. Esto último es especialmente importante, ya que, al contrario de lo que podríamos pensar, la contaminación del aire es mucho mayor en interiores que en exteriores.
Publicado originalmente como "Caminando hacia la descolonización urbano-arquitectónica" en la tercera edición de la Revista CLEA —una publicación anual de la Coordinadora Latinoamericana de Estudiantes de Arquitectura (CLEA)—, este artículo plantea que una introducción a la descolonización de espacios como crítica política, social y metodológica a la praxis territorial, urbana y arquitectónica que se ha consolidado en las ciudades.
El pasado 17 de junio, la Suprema Corte de Justicia de la Nación de México (SCJN) emitió una sentencia histórica en la cual le ordena al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) generar información estadística desagregada sobre la población en asentamientos informales o precarios en todo el territorio nacional. Esta resolución pone sobre la mesa la discusión sobre el papel que pueden y debieran tener las y los jueces al adoptar decisiones que impactan de manera directa en el urbanismo, el ordenamiento territorial, nuestras ciudades y nuestras viviendas.
En general, a los arquitectos y arquitectas les gusta hablar sobre cuánto influyen sus diseños en las comunidades, y tiene total sentido que lo hagan. Al final, los espacios físicos y diferentes factores sociales influyen en cómo se siente cada individuo al habitar la ciudad o al ocupar un edificio. Sin embargo, ¿todos los proyectos responden a todos los usuarios de la misma forma?
Nos propusimos cuestionar la manera en que la arquitectura se aproxima a la comunidad LGBTQIA+, a través de una convocatoria abierta en nuestras redes sociales, recogiendo el testimonio de nuestros lectores sobre cómo viven estos espacios y cómo sería posible representar, también, a la propia comunidad en el campo arquitectónico.
Publicado originalmente como "El espacio público en asentamientos de origen informal: una construcción colectiva del espacio social" en la tercera edición de la Revista CLEA —una publicación anual de la Coordinadora Latinoamericana de Estudiantes de Arquitectura (CLEA)—, este artículo plantea que el factor más importante del espacio público es la posibilidad de construirnos como ciudadanos.
La producción y significación del espacio público en asentamientos de origen informal es asumido por las personas que lo habitan. Así, el proceso de constitución de la idea de lo público se forja a partir del momento de ocupación del vacío que carece de una oferta de servicios (Hernández, 2011). Esto parte de la necesidad de habitación que da forma al vacío mediante una vivienda como idea primaria para los intereses del sujeto.
Por definición, "espacio público" es una terminología que aborda la noción de propiedad de la tierra, lo que sugiere que no pertenece a nadie en particular, sino al estado mismo y, por lo tanto, a todos y cada uno de nosotros. Esto significa que el mantenimiento de estos espacios es una obligación que recae en las administraciones públicas, ya sea a nivel municipal, estatal o federal. Los espacios públicos abiertos, gratuitos y accesibles encuentran su relevancia no solo en sus definiciones legales, sino principalmente cuando toman un papel activo hacia el cambio.
Los espacios públicos son lugares de protestas y manifestaciones, herramientas poderosas para la expresión social y la transformación política. Desde la marcha en Washington por mejores oportunidades y libertad de expresión en 1963, pasando por la Primavera Árabe en 2010 hasta la última ola mundial de manifestaciones en defensa de la vida y contra todas las formas de discriminación racial, históricamente, los espacios públicos han funcionado como una herramienta importante de transformación social En momentos como este, aunque todavía tenemos que "salir a la calle" para luchar por nuestros derechos, hacernos oír y ser vistos, los espacios públicos finalmente están de vuelta en el centro de atención, arrojando una nueva luz sobre su importante papel en la construcción de identidad colectiva y como herramienta de expresión social.